Situacion Afganistán

Casi dos años después de la caída del régimen talibán, y a un año de la celebración de las primeras elecciones democráticas, en Afganistán apenas se ha avanzado en el camino de la paz y la reconstrucción.

El principal problema es la falta de seguridad en un país desgarrado por mas de dos décadas de guerra, de conflictos tribales y de fundamentalismo patriarcal y misógino.

Inseguridad que viene determinada por dos razones fundamentales:

1ª.- Estados Unidos se ha asociado con la Alianza del Norte para perseguir a los talibán, precisamente con éstos bien conocidos por cometer las peores masacres, las violaciones a mujeres, el saqueo de casas … el terror impuesto a sangre y fuego por la fuerza de las armas, en su propio suelo y contra su propio pueblo durante el periodo 92-96. No olvidemos que cuando los talibán en el 96 ocupan Kabul, son recibidos con júbilo por el pueblo, deseoso de paz y un orden que acabase con el terror.

2ª.- Las fuerzas aliadas, aquéllas que iniciaron el ataque bélico bajo el pretexto de lucha contra el terrorismo, y de liberación de un pueblo, especialmente de sus mujeres, de la tiranía del régimen talibán, se han ido sin hacer los deberes.

Las fuerzas Internacionales de Pacificación, deben actuar con mayor contundencia, y no sólo en Kabul, sino también en el resto del territorio, abandonado a su suerte, y en manos del caos y la ley de la fuerza de las armas de los señores de la guerra, armados y asistidos por la Administración estadounidense, para que sigan con la persecución talibana.

Persecución que parece no estar dando resultados, pues hay indicios de que los talibán se están reorganizando. Sin embargo, no dudan en utilizar las armas contra todos aquellos que consideran sus adversarios, bien por el mero hecho de no pertenecer a su etnia, o por no respetar sus valores “llamados islámicos”.

El término persa “jang salar” –señores de la guerra- forma parte del vocabulario cotidiano del pueblo afgano. El totalitarismo taliban, ha sido reemplazado por la violencia y la crueldad sin trabas de estos señores de la guerra, que disparan contra su propio pueblo.

Situación mujeres afganas

Hoy ya se puede hablar, en teoría, de los derechos humanos de las mujeres afganas. Hace poco mas de un año, ésto era un crimen. Sin embargo, en la práctica, no hay condiciones para poner en práctica la cuestión de los derechos humanos. Por múltiples razones:

Una básica: pobreza y justicia social son conceptos difíciles de asociar.

Para erradicar la pobreza, Afganistán necesita mucho mas que los 4,8 millones de dólares acordados en Tokio por la Comunidad Internacional para los próximos cuatro años. De esa partida, se han librado en torno a 1,8 millones, y la mayor parte de este dinero se ha distribuido entre las Agencias Internacionales y las ONGs. El Estado apenas recibe nada, a pesar de que es el principal encargado del proceso de reconstrucción democrática. (Sima Samar: declaraciones en Suiza del 21 de Junio).

Por otra parte, esa parte de la sociedad civil que realmente apuesta por un proceso democrático, como por ejemplo RAWA, han sido y siguen siendo echadas fuera del escenario, condenadas a la clandestinidad y el miedo a la represión. Porque la mayor parte del país está de nuevo en manos de los extremistas. A Behjat Hamra, compañera de RAWA, invitada en Octubre del 2001, tras el atentado 11-S para ser entrevistada por Oprah Winfrey en un famoso programa de T.V. norteamericana (NBC). Un año después, octubre 2002, visitaba Madrid y nos contaba que le había sido negado el visado para entrar en USA.

Invisibilización de las mujeres

Mas del 85% de las mujeres afganas siguen llevando el burka, porque tienen miedo de ser atacadas. El burka se ha convertido en una prenda de protección.

La Agencia de prensa Reuters informaba a primeros de Abril del 2002, que una profesora había sido vitriolada (ácido en la cara) en Kandahar. Las autoridades del entonces gobierno interino, detuvieron a 35 personas que repartían folletos indicando que las mujeres no fueran a trabajar ni las niñas al colegio. El grupo se hacía llamar Tanzeem Al Fatah (Organización para la Victoria de Afganistán). Se reprobaron los hechos, pero los edictos talibanes no estaban formalmente rescindidos. Cuando lo estén, corremos el riesgo de que la costumbre de hombres armados hasta los dientes, sea mucho mas poderosa que la propia ley.

Empleo femenino

El Ministerio de Asuntos de la Mujer, estaba haciendo un esfuerzo para dar empleo a las mujeres en su propio ministerio: en torno a 1.400 mujeres fueron contratadas en Kabul y en sus Delegaciones de 27 provincias. La mayoría son viudas con hijos a su cargo.

Las mujeres esperaban que este año 2003, la implementación de esta política de inserción laboral, a través de este Ministerio en el que las mujeres han depositado sus mayores esperanzas, permitiera un incremento de puestos de trabajo para ellas.

Sin embargo, ha ocurrido justo lo contrario. Este mismo mes de Junio, hemos conocido la noticia de que 112 de ellas han sido despedidas. Ha sido un terrible shock para ellas esta involución.

La ministra, Habiba Sarabi, explicó las razones a la Agencia IRIN el pasado día 4: En primer lugar no tiene presupuesto suficiente. Se le han asignado 500.000 dólares de presupuesto anual, esta cantidad no es suficiente para mantener la plantilla actual. Además, las mujeres afectadas por esta regulación de empleo no tienen capacitación para desempeñar las tareas propias del Ministerio. Son mujeres costureras y bordadoras. Desgraciadamente, no podemos mantener en el ministerio a mujeres que sólo saben hacer trabajos artesanos. No obstante, para no condenarlas a la mendicidad, se está viendo la posibilidad de instalarlas en talleres, ajenos al ministerio, para que trabajen como autónomas.

¿Y no se plantean la imperiosa necesidad de formación y capacitación para las mujeres que la

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