ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Stifen King


Enviado por   •  23 de Agosto de 2013  •  746 Palabras (3 Páginas)  •  308 Visitas

Página 1 de 3

Un día llegué a casa y encontré una carta (o una nota, más bien) de mi esposa sobre

la mesa del comedor. En ella me decía que me dejaba, que necesitaba pasar una temporada sola y que ya recibiría noticias de su terapeuta. Me senté en una silla en la parte de la mesa

que queda mas cerca de la cocina y leí el mensaje repetidas veces, incapaz de darle crédito.

La única idea clara que tuve durante aproximadamente la siguiente media hora fue: Ni

siquiera sabia que tuvieras un terapeuta, Diane.

Al cabo de un rato me levante, fui al dormitorio y eche un vistazo. Toda su ropa había

desaparecido (excepto un jersey que alguien le había regalado en broma y que tenia

estampada la leyenda RUBIA RICA con un material que brillaba como las lentejuelas), y la

habitación presentaba un aspecto curioso. Daba impresión de desorden como si Diane

hubiera estado buscando algo por todas partes. Mire mis cosas para ver si se había llevado

algo. Mientras lo hacia, tuve la sensación de que mis manos estaban frías y distantes, como si

les hubieran inyectado una dosis de algún narcótico. Por lo que pude ver, todo lo que debía

estar allí se encontraba en su sitio. No esperaba otra cosa pero, aun así, la habitación tenia un

aspecto extraño, como si mi esposa hubiera tirado de ella de la misma manera que a veces se

tiraba de la punta de los pelos cuando algo la sacaba de quicio.

Volví a la mesa del comedor (la cual se encontraba. a un lado del salón; el piso solo

tenia cuatro habitaciones) y leí una vez mas las seis líneas que Diane había dejado escritas.

El mensaje era el mismo, pero el hecho de haber mirado en el dormitorio, con su extraño

desarreglo, y el armario, medio vacío, me había inducido(? a darle crédito. Era una nota de lo

mas impersonal. No había ningún <<Besos>> ni un <<Buena suerte>>, ni siquiera un <<Te

deseo lo mejor>>. Su calidez solo daba para un <<Cuídate>>. Justo debajo de esto había

garabateado su nombre.

Terapeuta. Mi mirada volvía una y otra vez a aquella palabra. Terapeuta... Me dije que

debía alegrarme de que no fuera <<abogado>>,

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (4.2 Kb)  
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com