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TRABAJANDO CON EL GRUPO PARA PROMOVER APRENDIZAJES DESARROLLADORES

maireiny24 de Mayo de 2014

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3. TRABAJANDO CON EL GRUPO PARA PROMOVER APRENDIZAJES DESARROLLADORES

Tomado de: “Para promover un Aprendizaje Desarrollador”

Doris Castellanos

Carmen Reinoso

Celina García

ISPEJV, 2001

La fábula de la carpintería

Cuentan que en una carpintería hubo una vez una extraña Asamblea. Fue una reunión de las herramientas para arreglar sus diferencias. El martillo era el Presidente, pero la Asamblea solicitó su renuncia porque hacía mucho ruido y se pasaba el tiempo golpeando. El martillo aceptó su culpa y pidió que fuera expulsado también el tornillo, pues había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo.

Ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Dijo que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás. La lija estuvo de acuerdo a condición de que fuera expulsado el metro, que se la pasaba todo el día midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único perfecto.

En eso entro el carpintero, se puso el delantal, e inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo, y la tosca madera inicial se tornó en un bonito y útil mueble.

3. 1 GRUPO Y APRENDIZAJE ESCOLAR

El éxito del aprendizaje puede verse afectado por factores intra e interindividuales. Se ha analizado previamente que la eficiencia del aprendizaje depende de muchos factores, entre ellos, los factores psicológicos que tienen con ver con la diversidad educativa, a saber, con las diferencias entre los/las estudiantes desde el punto de vista cognitivo, motivacional-afectivo y relacional.

Todos estos aspectos se incorporan a la dinámica propia de las relaciones interpersonales que caracterizan el proceso de aprendizaje. La dimensión relacional del aprendizaje se refiere a cuestiones tales como: las particularidades de los tipos de interacción que establecen las personas (relaciones profesor-alumno o alumnos-alumnos), la diversidad de las representaciones y expectativas que los/las aprendices tienen sobre sí y las demás personas, y, en general, al impacto que tienen las relaciones interpersonales, el ambiente y el trabajo grupal en el aprendizaje escolar.

Esta sección abordará la importancia de la dinámica y organización del grupo escolar para el despliegue de un aprendizaje desarrollador, y cómo pueden los/las docentes tomar en cuenta estos factores para potenciarlo.

Se ha enfatizado que el proceso de enseñanza-aprendizaje desarrollador está mediado por otros, y por la actividad de comunicación. Aprender exige, de un modo u otro, interactuar, comunicarse con otros, apoyarse en ellos para construir y perfeccionar los propios conocimientos y transitar hacia formas de actuación autorreguladas. En este sentido es que se ha dicho que el aprendizaje es tanto un proceso personal como social, el cual se realiza con el concurso de otros individuos, pues se aprende con otros y de otros. En la escuela los “otros” adquieren formas muy precisas: el adulto (docente) - depositario de la autoridad y el saber - y un conjunto de “pares”, compañeros y compañeras de edades similares. El aprendizaje escolar se da en el contexto de un grupo, en el que produce la recíproca influencia entre profesores y alumnos, y de estos entre sí.

El aprendizaje escolar supone, entonces, distintos niveles de intercambio:

• Un nivel intrapersonal, porque los significados se construyen y se transforman de manera individual, en el aprendizaje que realiza cada persona. En este proceso, se incorporan nuevos contenidos y significados a la estructura cognitiva y afectiva de cada individuo, que entran en relación con su experiencia previa. A nivel intrapersonal ocurre sin dudas la reorganización, la reestructuración del conocimiento acumulado bajo el influjo de la nueva experiencia, y el tránsito hacia niveles cualitativamente superiores.

• Un nivel interpersonal, porque involucra el intercambio de mensajes entre todos individuos que participan en el aula. Estos intercambios pueden o no estar previstos por el/la docente, pueden ser formales o informales, y explícitos o implícitos.

• Un nivel grupal, porque cada persona recibe y produce mensajes como miembro de un grupo, en correspondencia con sus normas, pautas de interpretación y actuación. A este nivel, puede decirse que también el grupo clase actúa como un procesador colectivo de información. Por eso el/la estudiante tiene que interiorizar los códigos generados por el grupo para poder intervenir en el intercambio. Esto hace que el grupo genere diversidad entre los sujetos, pero a su vez sea un instrumento de atención a la diversidad en las aulas y constituya un factor importante para fomentar el aprendizaje desarrollador.

La formación del carácter y el desarrollo de las potencialidades creadoras del sujeto, depende de la naturaleza y del contenido de las interrelaciones entre los miembros del grupo. Una atmósfera emocional agradable en el grupo influye positivamente en los estados afectivos de cada miembro lo que por su parte resulta un factor importante para el aumento de la productividad y contribuye a un aprendizaje desarrollador.

El grupo, como lugar de intermediación entre la estructura individual y social tiene gran influencia educativa. Las potencialidades educativas que tiene todo grupo humano se expresan en el hecho de que, a través del mismo, se van transformando los sistemas de relaciones interpersonales, de normas y valores, así como los propios mecanismos de comunicación que están en la base de todo proceso educativo. Por ejemplo, se ha demostrado que es más fácil modificar conductas en los individuos por medio de la acción grupal que a través de una acción individualizada. Por todo esto, no se concibe un aprendizaje desarrollador, si no está presente la acción grupal como célula educativa básica.

 ¿Qué es un grupo? Grupo y aprendizaje

Un grupo es un conjunto de personas que interactúan entre sí durante un tiempo determinado en la realización de una actividad común para alcanzar un objetivo grupal. Para Brembeck (1977), las características de todo grupo son: el tener una meta, un número de miembros, un liderazgo y una forma especial de relación entre sus miembros y con otros grupos sociales. El aula, como grupo tiene esas mismas características; pero tendría a la vez, un carácter único, por la manera en que se presentan y funcionan todos estos elementos.

Cuando una persona llega a un grupo por primera vez, entran en juego todas las proyecciones y expectativas que trae, dadas por sus costumbres, normas, valores, actuaciones, y reflexiones previas. Estas se mezclan con un conjunto de ansiedades que los sujetos pueden traer: ¿Cómo serán los compañeros?, ¿Cómo nos aceptarán?, etc. Cuando el grupo entra en interacción a partir de una tarea o actividad conjunta que une a todos sus miembros, estas ansiedades descienden, ya que cada participante se pone en función de esa tarea. Poco a poco, va transformándose esa proyección permeada por estereotipos de percepción, que son un resultado de nuestra experiencia personal y de la pertenencia a otros grupos de origen. Va surgiendo una imagen más objetiva, van surgiendo los roles que va asumiendo cada integrante del grupo, y sus respectivas posiciones; asimismo, va conformándose un sistema de expectativas en relación con los dos anteriores elementos.

La interacción que se produce entre los integrantes del grupo constituye una verdadera fuerza, que puede ir compensando nuestra forma de actuar, ratificándola o modificando lo aprendido en otros grupos de origen. De aquí la importancia de aprovechar la fuerza grupal para el aprendizaje desarrollador del sujeto. Para algunos autores de lo que se trata es de crear un espacio de conocimiento compartido en el aula. Se afirma que el maestro o la maestra debe crear, mediante el diálogo, un contexto de comunicación y metacomunicación común, que se enriquezca paulatinamente con el aporte de los participantes.

En esta perspectiva, la función del/de la docente será facilitar el diálogo y aportar los contenidos que permitan enriquecer este espacio de intercambio . Los contenidos serán los medios para propiciar intercambios, para problematizar y provocar reflexiones que permitan la construcción y reconstrucción de conocimientos. El/la docente no debe imponer sus propias ideas o visiones sino crear un ambiente adecuado para que las diferentes perspectivas sean confrontadas y analizadas. Cuando el diálogo se restringe, lo que se impone es la enseñanza del/de la docente, empobreciéndose el desarrollo de la experiencia del estudiantado.

Así, el ambiente grupal y el estilo comunicativo que se instauran en las aulas abren o cierran las posibilidades de aprendizaje. Las estrategias cognitivas de docentes y estudiantes se revelan en los diálogos en el aula. En su libro Aprendices y Maestros, Pozo (1998) ejemplifica cómo los alumnos en su tarea de aprender, suelen adoptar actitudes no sólo con respecto a su propio aprendizaje, sino con respecto a lo que están aprendiendo, y a las relaciones sociales que están implicadas en ese aprendizaje. Las preferencias y prejuicios sociales se encuentran fuertemente condicionadas por las representaciones e ideas adquiridas con respecto a los grupos en que el/la aprendiz se desarrolla.

Para Brembeck , existen algunas interrogantes básicas que deberían plantearse los/las docentes para tomar conciencia del ambiente que se respira en sus aulas, que tendrá un fuerte impacto sobre

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