Tema- La dictadura perfecta.

A través de películas como La dictadura perfecta, podemos acercarnos más a las realidades de los países latinoamericanos, a veces realidades que conocemos, pero nos hacemos los de la vista gorda o simplemente no atendemos porque nos dejamos llevar mucho más por lo que nos venden, por los circos que nos montan, y que aceptamos, el ejemplo más claro son los medios de comunicación, que como lo vimos en la película se encargan de replicar información amarillista solo con el fin de encubrir lo verdaderamente relevante. Me refiero a la realidad latinoamericana en especial, porque este filme está hecho con unas características con las que me siento muy identificada: las telenovelas, los noticieros oportunistas, la falsa información, acompañado de las fachadas moralistas de los políticos, etc. Sé que son elementos que repiten a nivel mundial, pero en estos países como el nuestro y vecinos, somos mucho más vulnerables a estos efectos, por nuestras malas costumbres políticas, por la historia de corrupción que nos envuelve, y el bajo nivel educativo de muchos de nuestros habitantes. A eso se le suma el poder que los países potencia tienen sobre nosotros, el flagelo del narcotráfico y nuestra guerra interna. Sin duda cargamos con muchos puntos en contra a la hora de ejercer una correcta política pública y gozar de una justicia basada en los principios morales de la sociedad.

Para el asunto que nos interesa, que es el efecto en el Ambiente ante la corrupción y la manipulación del gobierno, el contenido es muy amplio. Empezando por que el valor comercial que tienen los recursos naturales en estos países tan biodiversos como los centro y suramericanos, es desde lejos un tema que les interesa a los gobiernos, no solo de estos países sino de todo el mundo, queriendo aprovecharse al máximo de estos, muchas veces sin tener en cuenta los requerimientos ambientales para  su uso. En Colombia poseemos gran cantidad de elementos naturales que nos hacen únicos  y valiosos, por la importancia que tienen para el mundo a nivel ecosistémico y de biodiversidad; somos de los países más ricos en hidrografía, albergamos especies animales y vegetales únicos, contamos con una gran extensión de selva tropical en el Amazonas… esto y mucho más.

Ahora bien, también somos un país que cuenta con un gran potencial de recursos energéticos. La explotación petrolífera es una de las actividades principales de la economía nacional, al igual que la extracción de carbón y otros minerales como el oro, el níquel, el cobre, la plata, el platino y las esmeraldas. Es claro que Colombia es una mina de oro, literalmente, para los políticos corruptos que quieran

beneficiarse a toda costa de estos recursos y sacar provecho, pero sin querer subsanar los efectos negativos que esto cause.

En muchas ocasiones hemos sido testigos de gobiernos que han puesto por encima del bienestar de su comunidad y de su territorio, a empresas explotadoras de petróleo u otros minerales, que por grandes cantidades de dinero, se han llevado consigo no solo el anhelado mineral, sino también el ecosistema que lo albergaba. Dejando devastadoras consecuencias para el ambiente y los seres humanos que convivían en el lugar. Este es solo uno de los tantos ejemplos, porque en Colombia negociar con recursos naturales es el pan de cada día, y en muchas ocasiones sigue prevaleciendo el beneficio individual y la conveniencia política.

Por otro lado, las políticas ambientales que rigen nuestro país y que se encuentran en nuestra legislación colombiana, muchas veces no  se tienen en cuenta por algunos gobiernos, y esta es una de las más grandes formas de corrupción. En ocasiones, los políticos y su sequito de colaboradores, transforman o tergiversan  las leyes con tal de no cumplirlas, en su defecto compran profesionales que avalen proyectos que afectan directamente un recurso importante con el objetivo de lograr un propósito que en su mayoría, los beneficia económicamente. Es por eso tan importante que la comunidad conozca sus derechos, y las leyes que los amparan en cuanto a la preservación de los recursos de su territorio.

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