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Teoria De Las Firmas


Enviado por   •  10 de Febrero de 2014  •  4.925 Palabras (20 Páginas)  •  238 Visitas

Página 1 de 20

UNIVERSIDAD DEL CEMA

Buenos Aires

Argentina

Serie

DOCUMENTOS DE TRABAJO

Área: Economía y Negocios

LA “TEORÍA DE LA FIRMA” EN

LA EDUCACIÓN GERENCIAL:

OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS

Marcos Gallacher

Septiembre 2009

Nro. 407

ISBN 978-987-1062-47-8

Queda hecho el depósito que marca la Ley 11.723

Copyright – UNIVERSIDAD DEL CEMA

www.cema.edu.ar/publicaciones/doc_trabajo.html

UCEMA: Av. Córdoba 374, C1054AAP Buenos Aires, Argentina

ISSN 1668-4575 (impreso), ISSN 1668-4583 (en línea)

Editor: Jorge M. Streb; asistente editorial: Valeria Dowding <jae@cema.edu.ar>

Gallacher, Guillermo Marcos

La teoría de la firma en la educación gerencial : oportunidades y desafíos. - 1a ed. - Buenos

Aires : Universidad del CEMA, 2009.

15 p. ; 22x15 cm.

ISBN 978-987-1062-47-8

1. Negocios. I. Título

CDD 658

1

Resumen

Este trabajo tiene como objetivo analizar la contribución que la “Teoría de la Firma”

(TF) puede hacer en la educación de un futuro gerente. Centramos atención en el

proceso educativo que se lleva a cabo en programas MBA. Presentamos algunos

“hechos estilizados” sobre el tipo de alumnos que asisten este tipo de programas.

Focalizamos atención en la naturaleza del trabajo gerencial, y de qué forma este

corpus de conocimiento puede contribuir a este trabajo. Nuestra discusión presenta

información empírica sobre la enseñanza de la TF en un programa de negocios de una

universidad privada (la Universidad del CEMA).

Abstract

The objective of this paper is to analyze the contribution of the “Theory of the Firm”

(TF) to the education of future managers. We focus on the educational process that

takes place in an MBA program. “Stylized facts” relative to the type of students

assisting to these programs are presented. The nature of managerial work is described,

and also the ways that TF concepts can contribute to this work. Our discussion

presents empirical information relative to a TF course in a private university (The

University of CEMA).

JEL: L2, L23, D23

2

La “Teoría de la Firma” en la educación gerencial:

oportunidades y desafíos 1

Marcos Gallacher

Universidad del CEMA

Introducción

Una parte importante de los graduados universitarios tiene como objetivo hacer

carrera en el mundo de la empresa, ya sea como empleados de la misma o como

empresarios independientes. Lo anterior es especialmente válido para aquellos que

elijen carreras de administración o contabilidad pero también, con algunas diferencias,

caracteriza a muchos (tal vez la mayor parte) de los graduados de carreras

tecnológicas (las diversas ramas de la ingeniería).

El importante crecimiento de los programas de post-grado relacionados a los

negocios sugiere que muchos profesionales jóvenes ven en el Master of Business

Administration (MBA) una importante complementación a la formación de grado, sea

esta de naturaleza “empresarial” o técnica. En Argentina, los postgrados en “Ciencias

sociales y económicas” (que incluyen lo relacionado al mundo de los negocios)

representan aproximadamente el 54 por ciento del total de matriculados en programas

de maestría (Ministerio de Educación, 2007).

La economía ha tenido tradicionalmente participación en la currícula de

programas de negocios. La intensidad (medida tal vez como proporción de cursos con

contenido económico) varía según la institución. En los EEUU, por ejemplo, el

programa de MBA de la Universidad de Chicago incluye una proporción más alta de

cursos de economía y métodos cuantitativos que los de, por ejemplo Harvard, que

basa su currícula en un enfoque más pragmático, basado en el “método del caso”. Por

supuesto, existen ventajas y desventajas para cada una de estas alternativas, en

definitiva la oferta de un “producto” con algún grado de diferenciación permite que

1 Las opiniones son del autor y no necesariamente de la Universidad del CEMA

3

las múltiples (y heterogéneas) demandas de mercado sean satisfechas de la mejor

manera posible.

Este trabajo tiene como objetivo analizar la contribución que la “Teoría de la

Firma” (TF) puede hacer en la educación de un futuro gerente. Centramos atención en

el proceso educativo que se lleva a cabo en programas MBA. Presentamos algunos

“hechos estilizados” sobre el tipo de alumnos que asisten este tipo de programas.

Focalizamos atención en la naturaleza del trabajo gerencial, y de qué forma este

corpus de conocimiento puede contribuir a este trabajo. Nuestra discusión presenta

información empírica sobre la enseñanza de la TF en un programa de negocios de una

universidad privada (la Universidad del CEMA).

Utilizamos el rótulo de teoría de la firma para referirnos a la rama de la

microeconomía u organización industrial que tiene como objeto comprender el

funcionamiento interno de organizaciones, sean estas del sector público o privado, y

tengan o no fines de lucro. En algunos casos puede no resultar fácil distinguir la TF de

la microeconomía convencional, sin embargo la distinción resulta útil pues el objeto

de la microeconomía es en ultima instancia la comprensión del sistema de precios,

mientras que el de la TF focaliza atención en las particularidades que presentan los

mecanismos alternativos al de los precios en la asignación de recursos en

organizaciones. La “mano invisible” de Adam Smith es reemplazada, en la TF, por la

“mano visible” de la acción gerencial.2

Los conceptos de la TF que presentaremos aquí tienen su origen formal en el

trabajo de Coase (1937) sobre la “naturaleza de la empresa”. Merece destacarse, sin

embargo, que muchas consideraciones relevantes para la TF fueron planteadas por

Smith en La Riqueza de las Naciones como así también por Marshall en Principios de

Economía. El estudio de las ventajas de la especialización del trabajo (“fábrica de

alfileres”), el de los conflictos de interés entre accionistas y gerentes, o los escasos

incentivos de profesores universitarios para hacer bien su tarea son ejemplos

conocidos de esta temática planteados por Smith. En el caso de Marshall podemos

señalar (entre otros) un párrafo que anticipa los conceptos de “comportamiento

programado” planteados medio siglo después por Herbert Simon. Cuando describe la

naturaleza del comportamiento de un individuo, y hasta donde este comportamiento es

“racional” o fruto de cálculo consciente Marshall señala:

2 El importante estudioso de el sistema de empresa norteamericano Alfred Chandler es el que

introdujo este término a la literatura (ver Chandler, 1977).

4

(…) when he does follow habit and custom, and proceeds for the

moment without calculation, the habits of customs themselves are most

nearly sure to have arisen from a close and careful watching of the

advantages and disadvantages of different courses of conduct.

(Marshall, 1920, pag. 21)

Lo anterior sugiere que el comportamiento que se observa en un grupo social

no necesariamente surge de decisiones conscientes sino que es en parte fruto de

acción repetida a lo largo del tiempo. Los hábitos que perduran son resultado de la

“selección natural” dado un sistema determinado de incentivos. El párrafo señala la

importancia que estos incentivos pueden tener en lo relativo a orientar acción humana

hacia caminos que conduzcan tanto a resultados deseados como a aquellos que son

inferiores.

En el Siglo XX, la TF ha sido desarrollada por el ya nombrado Coase, y en

especial por Herbert Simon y sus colaboradores (“enfoque de la “racionalidad

acotada”, Simon, 1979), Williamson (enfoque de los “costos de transacción”,

Williamson, 1985), Alchian y Demsetz (“costos de información y organización

económica”, Alchian y Demsetz 1972) y Fama y Jensen (“costos de agencia”, Fama y

Jensen, 1983).3 Puede también incluirse dentro de la TF a aquellos autores que

enfatizan lo relativo a la empresa como un sistema adaptativo a cambios (por ejemplo,

Nelson y Winter, 1982).

Los demandantes de educación gerencial

Los asistentes a un programa típico de MBA tienen entre 27 y 32 años de edad, y

cuentan con 6-10 años de experiencia laboral. Entre el 40 y el 45 por ciento provienen

de carreras administrativas (contabilidad y administración de empresas). Un 20 – 30

por ciento adicional proviene de las ingenierías: El 25 – 40 por ciento restante

comprende las mas diversas profesiones: abogados, arquitectos, licenciados en

sistemas y otras especialidades.4 La heterogeneidad de los participantes es a la vez

3 Por supuesto, existe una importante cantidad de investigadores además de los mencionados que

trabajan en esta temática. La lista anterior solo señala algunas de las “vertientes” en las cuales se

organiza la misma.

4 El perfil descripto corresponde al MBA de la Universidad del CEMA. Con algunas variantes,

posiblemente caracteriza a los MBA “líderes” del país.

5

una fortaleza y debilidad de estos programas: fortaleza pues facilita la interdisciplinaridad,

pero debilidad en la medida que demanda en ciertas áreas

acomodamiento del programa al bagaje algo rudimentario de los alumnos.

El típico asistente al programa de MBA (aún cuando hay excepciones) no

desarrolla actividades como empresario independiente sino que está inserto en una

estructura jerárquica, en general en empresas que pueden ser clasificadas (usando la

taxonomía propuesta por Henry Mintzberg) como “burocracias mecánicas” (ver

Mintzberg, 1983). Estas organizaciones se caracterizan por el hecho de que la

coordinación del trabajo de individuos y grupos se lleva en forma predominante por

estandarización, ya sea de procesos o de productos. Ejemplos de estas empresas son

las grandes empresas de manufactura o comunicación, los bancos o las cadenas de

comercio minorista. En la burocracia mecánica los procesos decisorios son

considerablemente distintos que los que ocurren en formas organizacionales menos

estructuradas (como, por ejemplo las consultoras o las organizaciones de I&D). Son,

asimismo, distintos que los que se llevan a cabo en organizaciones “empresariales”

donde las decisiones fluyen a partir de una figura que centraliza poder (la típica

empresa administrada por el entrepreneur/fundador).

El problema de que tipo de capital humano mejor contribuye a la

productividad de un individuo que trabaja en una burocracia mecánica, vis-a-vis uno

que lo hace en una ad-hocracia, una empresa de forma empresarial, o que inclusive

desarrolla tareas de entrepreneur independiente no ha sido suficientemente explorado.

La llamada “tecnocracia” juega en la burocracia mecánica un rol importante. Su tarea

es en parte analítica, y se diferencia de la tarea de liderazgo personal (no carente de

carisma) que requiere la conducción de una organización empresarial, así como de la

tarea poco estructurada y más “creativa” que caracteriza la organización de tipo “adhocrático”.

El ingresante al MBA, sin embargo, puede transitar un camino que resulte

en que su tarea migra desde aquella centrada en su especialización profesional hacia

la tarea más amplia que resulta de la responsabilidad gerencial.

Algunas evidencias (por ejemplo Gallacher, 2000) sugieren que los cursantes

del MBA que cuentan con una carrera de grado en disciplinas económicas son mas

propensos a querer insertarse en áreas “staff” de planificación antes que en las de

“línea” de gestión de proyectos o comercial/ventas. Los individuos con perfil de

ingeniería, por el contrario, prefieren la gestión de proyectos. La “calidad” del alumno

(medida por su promedio académico) también parecería estar asociada a querer

6

trabajar en áreas de línea de proyectos o comercial/ventas, en lugar de tareas de

planificación. Los resultados comentados, si bien preliminares, remarcan que el

capital humano que trae el individuo que inicia un MBA, junto con la calidad del

capital humano que adquiere durante el transcurso de este puede ser un aspecto de

relevancia en lo relativo a sendero laboral finalmente elegido dentro de la

organización.

El hallazgo de que la predisposición a trabajar en áreas de línea (gestión de

proyectos y comercial/ventas) está asociada positivamente con la “calidad” del

alumno (medida esta por promedio de calificaciones) puede no ser robusto; sin

embargo sugiere que es en estas áreas justamente es donde existen mayores

oportunidades para “lidiar con incertidumbre”.5 El área de planificación puede por el

contrario involucrar tareas que si bien son “cerebrales” no dejan por esto ser

relativamente rutinarias y por lo tanto dejar menos espacio para la creatividad

individual.

La tarea gerencial vista desde la TF

La lectura de los desarrollos resultantes de la TF durante las ultimas décadas sugiere

(a un profesor universitario al menos) que esta tiene mucho que ofrecer a aquellos

interesados en desarrollar tareas gerenciales. Sin embargo, esta misma lectura sugiere

una muy escasa (por no decir nula) “fertilización cruzada” entre la literatura de la TF,

por un lado, y la de management (MGT) por otro. Por ejemplo, en el libro clásico de

Henry Mintzberg sobre organizaciones existen contadas citas a obras basadas en el

paradigma de la TF: Simon es citado (varias veces), Williamson también (una) pero

Coase, Alchian y Demsetz o Fama y Jensen no aparecen entre los cientos de citas

presentadas. En forma similar, otros dos textos basados en la TF, el de Brickley,

Smith y Zimmerman (2001) y en el de Milgrom y Roberts (1992) no se cita la obra de

Mintzberg, la cual es posiblemente la mas importante relativa a las organizaciones

bajo el paradigma MGT. O bien la economía (reflejada en la TF) es poco útil para

aquellos que escriben sobre management, o si bien útil no ha sido aún aprovechada

íntegramente por aquellos que trabajan en esta área.

5 “Algunos ven los roles que están llamados a desempeñar los administradores profesionales como

signos de debilidad (…) De hecho, sin embargo, estos roles son la fuente misma del poder de los

administradores. Después de todo, el poder es ganado en el lugar de la incertidumbre” (Mintzberg,

1983, pag. 239).

7

En un trabajo ampliamente citado en la literatura de MGT, Mintzberg analiza

la “naturaleza del trabajo gerencial” (Mintzberg, 1991). Del mismo surgen algunas

pistas relativas a la posible contribución de la TF a esta tarea. Mintzberg comienza

haciendo un listado de los “mitos” que rodean a la tarea del gerente. En particular,

critica la idea de que el gerente es un “asignador de recursos” cuya tarea es planificar,

organizar, coordinar y controlar. Esta tarea posiblemente tiene alguna similitud con el

proceso decisorio micro económico, donde el objetivo de la eficiencia requiere igualar

tasas de sustitución (entre insumo, entre productos, entre insumos y productos).

Según Mintzberg diez funciones básicas describen a la tarea del gerente. De

estas, solo una se caracteriza por lo tradicionalmente comprendido como “asignación

de recursos”. Las otras tareas van desde funciones de liderazgo y de monitoreo, hasta

negociación y gestión de conflictos. En relación a la TF la descripción de Mintzberg

(basada en observación de gerentes en su labor diaria) sugiere lo siguiente. En primer

lugar, pone en el centro de la escena los trabajos sobre organización realizados por

Herbert Simon y la “Escuela de Carnegie” sobre procesos decisorios. En estos, surge

como prioritario lo relativo a elección, no ya en condiciones de “riesgo” clásico, sino

en situaciones donde (entre otros aspectos) las alternativas sobre las cuales se decide

no son claramente conocidas, donde pueden generarse nuevas alternativas a través de

procesos de búsqueda, y donde las preferencias del decisor no son exógenas sino que

son modificadas por el accionar del mismo. Los procesos decisorios descriptos por

Simon son muy distintos de los planteados en los modelos basados en la

maximización de utilidad esperada donde se supone que: (a) existe una función de

preferencias claramente definida y (b) tanto las opciones de acción como las

probabilidades asociadas a eventos inciertos están identificadas. En su libro sobre

organizaciones, March y Simon enfatizan que el análisis de procesos decisorios debe

focalizarse no tanto en la elección per-se sino en los procesos a través de los cuales el

individuo asigna su capacidad limitada de atención. Por otro lado (y relacionado con

la cita de Marshall presentada en la primera sección de este ensayo), distinguen dos

“lógicas” de acción: la lógica de las consecuencias basada en anticipación, análisis y

cálculo; y la lógica de lo apropiado basada en la correspondencia de la situación a

reglas. La experiencia, la intuición y el “juicio experto” caracterizan a esta última

(March y Simon, pag. 7-8).

Por otro lado, los incentivos a los que responden los integrantes de las

organizaciones son considerablemente más complejos que lo implícito en el modelo

8

“ocio-consumo” de la teoría clásica de economía laboral. Este modelo, si bien

relevante en cierto dominio, no resulta suficiente para comprender la complejidad de

la interacción humana en el entorno organizacional. En efecto, el problema de la

conducción de la organización no es sólo lograr la “participación” de individuos

cubriendo el costo de oportunidad de estos, sino que debe “compatibilizar incentivos”

(hasta donde esto sea posible) entre los de la organización, por un lado, y los de los

individuos, por otro. Esta “compatibilización de incentivos” puede requerir la

implementación de mecanismos sutiles de motivación tales como los “salarios de

eficiencia” o los juegos repetidos donde el propio interés de los participantes de un

proceso de interacción los lleva a descartar comportamiento – que en un entorno

distinto – llevaría a una situación de “dilema del prisionero”.

Por ultimo, Mintzberg señala el importante rol que juega el gerente en relación

a liderazgo, negociación y manejo de conflictos. La relevancia de estas funciones

puede explicarse por el hecho de que las relaciones entre partes que ocurren en las

empresas se alejan mucho del modelo de competencia perfecta que constituye el

núcleo de la microeconomía. En particular, la especificidad de activos tanto físicos

como relacionados a capital humano (ver Williamson, 1985) genera conflictos por

apropiación de cuasi-rentas. Así, el proveedor que acepta invertir en adaptar su línea

de producción a la necesidad de un cliente, podrá ver parte de esta inversión

desaparecer si el cliente no cumple con lo acordado previamente. Liderazgo,

negociación y manejo de conflictos son, efectivamente, habilidades importantes a la

hora de resolver estas situaciones de relación bilateral. En ausencia de especificidad

(o suponiendo contratación perfecta entre partes) estas habilidades serían superfluas.

Resulta importante tomar en cuenta que el desarrollo de “competencias noreplicables”

por parte de la empresa requiere por definición activos específicos, sean

estos físicos o de know-how. Estos activos generan cuasi-rentas (retornos por encima

de costos variables) y por lo tanto problemas de negociación y posible oportunismo

entre partes. En esta situación es la acción gerencial (complementada con contratos

tanto explícitos como implícitos) la que resuelve los problemas de negociación y

oportunismo resultantes de este proceso.

9

Estudios de caso de TF – ejemplo de “límites de la empresa” 6

El tema de los “limites de la empresa” incluye decisiones tales como

integración vertical vs. outsourcing tanto “upstream” (hacia la provisión de insumos)

como “downstream” (hacia el consumidor). El tema es relevante, ya que una decisión

importante que gerentes deben tomar es en que parte de la “cadena de valor” debe

centrarse el accionar de la empresa (o de algún sector dentro de esta). Los

practitioners de MGT enfocan este tipo de decisiones utilizando frases del tipo: “la

empresa debe concentrarse en su core business, cediendo a terceros actividades que

no pertenecen a este core.” Sin embargo, un observador podría preguntarse: ¿Que

determina que cierto proceso sea parte del core de actividades de la firma, o, por el

contrario, que no pertenezca a este conjunto? En definitiva, la recomendación es

tautológica: la empresa debe realizar aquello que puede realizar mejor que terceros.

Lo que se necesita es precisamente, explicar cuales son los determinantes o las

variables que hacen que una actividad sea llevada a cabo en forma mas eficiente por

agentes de mercado, en contraposición con agentes (empleados) de la propia

organización.

El Cuadro adjunto presenta un listado de treinta “estudios de caso” realizados

por alumnos en el período 2001-2007. De los mismos pueden resumirse los siguientes

“hechos estilizados” (los números entre paréntesis se refieren al número de trabajo en

el cuadro):

· Los problemas de “limites verticales” son ubicuos: empresas de muy diverso

tipo toman decisiones sobre este tema. Por ejemplo, la empresa Fresenius (13)

decide la conveniencia de instalar sus propios centros de servicios de diálisis

para pacientes con disfunciones renales (en lugar de vender sus productos a

proveedores del servicio). Por otro lado, Nidera (23) y otros semilleros

deciden ceder a terceros la importante tarea de cobro de regalías por el uso de

material genético vegetal.

· Los estudios presentados incluyen tanto “exitos” como “fracasos”: la decisión

de un grupo de productores ganaderos (16) de comprar un frigorífico y así

“llegar en forma directa al consumidor” (eliminando un integrante de la

6 Partes de esta sección se basan en Gallacher (2008).

10

cadena de valor) terminó en un fracaso. En cambio, la decisión de un

productor forestal (25) de establecer un vínculo durable con un aserradero

(“cuasi-integración”) tuvo un resultado favorable.

· Existe una gran riqueza de relaciones contractuales posibles. Por ejemplo, el

“negocio de las marcas propias” (11) permite que una cadena de

supermercados venda con su propia marca productos elaborados por un

proveedor externo. Esta “cuasi-integración” posiblemente tiene ventajas para

ambos: a algunos proveedores les puede permitir discriminar precios (por

ejemplo, vendiendo producción con su propia marca a un precio más alto que

la que se vende con la marca del supermercado), a otros proveedores en

cambio les puede permitir vender su producto utilizando el capital

reputacional de la cadena de supermercados. A su vez, al supermercado le

puede permitir (por ejemplo) afirmar la presencia de marca en los

consumidores.

· Cambios de propiedad de una empresa frecuentemente “gatillan” decisiones

de límites verticales. Al respecto, al hacerse cargo de Molinos Río de la Plata

(anterirmente propiedad de Bunge) el grupo Pérez Companc (22) implementa

una reorganización que tiene como resultado la venta del negocio de molienda

de trigo para producir harina. MRDP establece un joint-venture con Cargill, lo

que da lugar a una nueva empresa (Trigalia) que es la que la provee de aquí en

mas las harinas. MRDP posteriormente cede su tenencia accionaria en Trigalia

a Cargill. Por lo tanto, MRDP cede al mercado “en dos etapas” (primero

parcial y luego totalmente) su negocio de molienda de trigo.

Implicancias para la educación gerencial

La TF constituye un avance muy importante sobre la microeconomía

convencional, donde la empresa es representada mediante una función de producción

o una de costos. En contraste con la microeconomía convencional la TF incluye una

importante cantidad de dimensiones de análisis. Los aspectos económicos de la

empresa son enfatizados (por ejemplo, aquellos que tienen que ver con los mercados

de productos y factores), pero además se incluyen dentro de la TF aspectos “políticos”

relativos a distribución del poder dentro de la organización, o a mecanismos

11

decisorios colectivos. La TF, por otro lado, no se limita a analizar el comportamiento

humano a través del modelo convencional de la teoría del consumidor: en el libro de

March y Simon, por ejemplo, no aparece prácticamente ninguna referencia al

concepto de “curvas de indiferencia” aún cuando importantes secciones de esta obra

centran atención en comportamiento y procesos decisorios individuales.

Merece enfatizarse, sin embargo, que los conceptos micro económicos

clásicos aún cuando son insuficientes para comprender en profundidad el

funcionamiento de organizaciones, resultan necesarios para este objetivo.

Seguramente no es necesario conocer las sutilezas de, por ejemplo, la función de

producción translog o la CES. Sin embargo, una buena base sobre conceptos (en

contraposición con sofisticación matemática) microeconómicos ayuda a comprender

cual es, justamente, el valor que la TF aporta. Conceptos como la decisión de nivel de

producción o uso de insumos óptima, excedente del productor y consumidor, aversión

al riesgo o el rol de los mercados en la transmisión de información resultan necesarios

para avanzar en la comprensión de la TF. En este sentido, un curso de TF debería ser

posterior a una razonable completa introducción a la microeconomía.

El mundo de la empresa constituye – como ya señaló Simon en su discurso de

aceptación del Premio Nobel – un fértil campo de investigación empírica (Simon,

1979). Durante las últimas décadas, una creciente cantidad de trabajos realizados por

economistas han prestado atención a esta temática. Y esto puede tener como

implicancia que algunos de los jóvenes que egresan hoy de los programas de

economía tengan a su disposición un herramental conceptual que los coloca en una

situación ventajosa para competir en el mercado laboral para futuros puestos

gerenciales. En efecto, si han recibido una buena introducción a la TF, pueden

identificar problemas y plantear soluciones en áreas en las que tradicionalmente

“reservadas” a profesionales con formación en las áreas tradicionales de

administración. 7

Para el caso de alumnos de programas de MBA las evidencias sugieren que los

propios asistentes a estos programas son los que mejor pueden detectar “problemas”

que la TF puede adumbrar. La complejidad de una economía moderna queda

perfectamente ilustrada con los casos presentados en el Cuadro 1: muchos de los

7 Debe reconocerse, sin embargo, que la intensa dieta de economía “convencional” a la cual están

sujetos los que transitan programas de economía puede conspirar en contra de la posibilidad de “hacer

lugar” a la adquisición de un bagaje significativo de conocimientos sobre la TF.

12

problemas analizados pueden resultar novedosos aún para individuos que trabajan en

los sectores mencionados. El contacto que los asistentes a un programa de MBA

tienen con situaciones organizacionales del mundo real abre la posibilidad de realizar,

a través de ellos “micro-investigaciones” que, si bien de alcance modesto, pueden

contribuir no solo como experiencia de aprendizaje sino también como disparador de

evidencia de ciertas situaciones o disparador de indagaciones más profundas.

Cuatro aspectos pueden contribuir a aumentar la utilidad de estudios sobre

problemas organizacionales basados en el paradigma de la TF. En primer lugar, el

énfasis debe estar puesto en comprender más que en recomendar. La tentación a

recomendar es fuerte en aquellos que desarrollan sus actividades en el mundo de los

negocios: su trabajo, en efecto, es “diseñar” sistemas mejorados. Sin embargo, a fin

de realizar este diseño sobre bases sólidas, resulta necesario primero detectar

regularidades o relaciones causa-efecto. Y es el mundo académico de un programa de

post-grado el que brinda el marco adecuado para que esto ocurra.

En segundo lugar, no debe preocupar demasiado “reinventar la rueda”. La

rueda, en efecto, merece ser reinventada pues en ciertos casos, aunque la rueda existe,

un grupo de individuos no se decide a usarla si no se ha familiarizado lo suficiente

con la misma. Y en este sentido, la “re-invención” puede jugar un papel importante.

En otras palabras: muchos conceptos existen en libros, sin embargo no llegan a los

potenciales destinatarios pues aunque estos los leyeran, no internalizarían los

mensajes allí contenidos. La adquisición de hábitos de pensamiento requiere

repetición y participación activa en la elaboración de los conceptos que subyacen a

estos hábitos.8

Tercero, la micro investigación debe centrarse en algún problema concreto y

que potencialmente pueda ser “operacionalizado” (entendiendo por esto la sujeción a

definición relativamente precisa, y a medición aún cualitativa u “ordinal”). Al

respecto, mucha literatura sobre temas organizativos emplea un enfoque en exceso

descriptivo y normativo, relegando a segundo plano tanto la búsqueda de relaciones

causa-efecto como así también los determinantes de comportamiento individual

(procesos decisorios).

8 Mucha información a la cual los individuos están expuestos resulta parcial u equivocada. Por ejemplo,

no resulta extraño que profesionales que trabajan en empresas consideren que la acción sindical

“beneficia a los trabajadores” cuando, en todo caso, este “beneficio” es capturado por un subconjunto

de los trabajadores a costa de otro. Los “impactos secundarios” de muchas acciones son en muchos

casos ignorados o evaluados en forma incorrecta.

13

Por ultimo, si bien la indagación a través de “estudios de caso” debe focalizar

atención en un problema concreto, debe tratar de elegirse este de acuerdo a como de

representativo es de un problema mas general. La posibilidad de “aprender” sobre un

problema general a partir de cierto problema concreto es lo que le da valor a este

último. Si esta posibilidad de “extrapolación” se pierde el caso analizado no deja de

ser una anécdota más. Enmarcar el problema dentro de un modelo teórico (en este

caso el de la TF) es lo que ayuda a que esta extrapolación sea posible.

Conclusiones

La economía es una disciplina importante para aquellos interesados en el mundo de

los negocios. Hasta el momento, la “macro” posiblemente ha atraído mas a los

alumnos que los aspectos “micro”. Una razón posible es que estos últimos se han

basado en la microeconomía convencional (modelos de competencia perfecta y

eventualmente estructuras alternativas de mercado). El tema de los mecanismos de

asignación de recursos alternativos al puro de precios no ha recibido demasiada

atención por parte de economistas, aunque por supuesto forman parte del material de

cursos dictados por aquellos cuya formación es distinta a la economía.

Los procesos de asignación de recursos dentro de organizaciones constituyen

un extenso campo de acción para los economistas. La disciplina por supuesto no es

nueva, sin embargo en Argentina parece ser un área donde existe mucho por hacer. En

los párrafos anteriores se ha enfatizado lo relativo al uso de la TF para comprender

funcionamiento de empresas privadas, sin embargo los conceptos son igualmente

aplicables a organizaciones gubernamentales o diversos tipos de ONG´s. Piénsese

por ejemplo en el muy importante problema de organización del sistema de salud

pública en nuestro país: en gran medida, las posibles soluciones a este provendrán de

aquellos que comprendan las restricciones asociadas a esquemas organizativos

alternativos de los proveedores de servicios de salud – y este es un tema que la TF

puede analizar con provecho.

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Estudio No Tema Estudio No Tema

1 Empresa de consumo masivo implementa servico de cobranza 16 Empresa ganadera: IV hacia etapa faena

a través de una alianza de "cuasi-integración" con un tercero

2 Seagram´s: diversas alternativas de distribución. Integración Vertical, 17 Determinantes de decisión de tercerizar liquidación de haberes

Joint Venture y otras. Cambios producto de proceso de aprendizaje

3 Sistemas de abastecimiento cadena de supermercados: tercerización 18 Integración y tercerización en industria cosmética - costos contractuales,

de flota, centro único de abastecimiento y otros cambios de lobby e incentivos

4 IV o tercerización de mantenimiento de equipos. Actividades generales y 19 Gran empresa nacional de medios: creación de centro de Servicios Compartidos

actividades "específicas"

5 Abastecimiento de lubricantes a pequeños clientes: IV vs tercerización. 20 IV de transformación de equipos de aire acondicionado para venta

en mercado interno. Oportunismo, ocultamiento información.

6 IV "upstream": Cervecera (Quilmes) adquiere Maltería Pampa 21 Tercerización: servicios de recupero de créditos y activos en riesgo

7 Preferencias de fuerza de ventas y de personal técnico por: (a) trabajar como 22 Desintegración vertical: producción de harinas en Molinos RDP

empleados o (b) trabajar como proveedores externos

8 Outsourcing de labores agrícolas 23 Nidera: gestión de cobranza de regalías de semillas de trigo, soja y maíz

9 Cambios en relaciones verticales en industria automotriz: 1970-2000 24 Monsanto Argentina: Cuasi IV con Centros de Distribución y Ventas

10 Tercerización impresión etiquetas 25 Relacion vertical entre empresario forestal y aserradero

11 El negocio de las "Marcas Propias" en supermercados 26 Coca-Cola Argentina: Eficiencia del sistema de "integración afiliada" en

proceso de embotellado

12 Tercerización Servicios Logística: Contrato entre GM y Ryder 27 Cuasi - IV entre cadenas de supermercados y productores hortícolas

13 IV en el mercado de diálisis: Fresenius Medical Center 28 Insourcing o outsourcing de operación logística de post-venta

14 Techint: empresa Exiros de abastecimento industrial 29 IV o tercerización local o internacional de "preforma" (envases plásticos)

Demoras, riesgo cambiario.

15 IV en industria cosmética y farmacéutica: precepciones de técnicos y managers, 30 Fundición: nueva tecnología para fabricacón de moldes ("noyos"). Alto

comportamiento decisorio en cadena de valor, costos de transacción. costo máquina. Diversas alternativas: tercerización, cuasi IV, IV.

Cuadro 1: Relaciones Verticales en Organizaciones

Estudios de Caso 2001 - 2007

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