Teoría De Gaia

Teoría de gaia

En el año de 1969, el científico británico James Lovelock, publicó una inquietante hipótesis: La Tierra es un ser vivo creador de su propio hábitat. A esta teoría la llamo Gaia, en honor a la diosa de la tierra de la mitología griega.

Este postulado se basa en la afirmación de que, al poder albergar vida, crear la misma y regularlas condiciones físicas y climatológicas para que se desarrolle la vida en el planeta, La Tierra es un organismo vivo a escala planetaria, ya que, toda la biosfera del planeta, desde los más complejos hasta los más simples, están relacionados y, al mismo tiempo son tan independientes entre sí, algo parecido a las células de nuestro cuerpo.

La idea de Lovelock es que la vida interacciona y tiene la capacidad de mantener su entorno a manera de que le sea posible la continuidad de su propia existencia. Si algún cambio ambiental amenazara a la vida, Gaia actuaría para contrarrestar el cambio de manera parecida a como lo haría un termostato en una casa o los anticuerpos en el ser humano; a éste comportamiento se le conoce como homeostasis.

Según Lovelock, La Tierra o Gaia es un sistema homeostático, que se conserva a sí mismo, no solo se adapta a los cambios, sino que incluso hace sus propios cambios alterando su medio a su conveniencia, mientras sea benéfico para su desarrollo.

Si bien la teoría de Gaia no tuvo un eco tan grande como se esperaba, si hubo el desprecio de muchos otros científicos que descalificaron y tacharon de fantasiosa ésta hipótesis pues, según ellos, rayaba en la superstición y además contradecía y ponía en tela de juicio la intocable y sacrosanta Teoría de la Evolución de las Especies propuesta por Darwin, la que establece que a lo largo de la historia, la vida ha tenido que adecuarse y adaptarse a las condiciones del entorno en los distintos ecosistemas del planeta; la teoría de Gaia postulaba justo lo contrario: la biosfera (conjunto de seres vivos que habitan en la tierra) es la que se encarga de generar, mantener y regular sus propias condiciones medioambientales. Dicho de otra forma, el entorno no influye en la vida, sino es la vida misma la que genera todo lo necesario para poder coexistir.

Pero la teoría de Gaia no tuvo revuelo alguno en la comunidad científica, salvo las protestas de los científicos más radicales, la hipótesis de Gaia no peso y quedó en el olvido. Fue hasta hace unos años que la teoría fue retomada y se decidió revisar aquellos postulados, a fin de darles validez. Esta hipótesis tuvo como punto de partida, por primera vez en la historia de la humanidad, la contemplación del globo terráqueo desde el espacio exterior. Al observar las composiciones de las atmósferas de venus y marte y compararlas con la tierra, se estableció que ambas están compuestas casi en su totalidad por dióxido de carbono y solo un pequeño porcentaje de nitrógeno. Muy diferente a la composición de la atmósfera de la tierra, constituida por un 79% de nitrógeno, seguido del oxigeno con un 20.8%, mientras que el dióxido de carbono no supera el 0.03%.

Además de todo esto, su composición, al estar mezclados tantos elementos, supone una violación de las reglas de la química. Solo pensemos: hay una presencia simultánea de metano y oxígeno, que son dos gases que a la luz del sol reaccionan y forman

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