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GAIA. LA TEORÍA LOVELOCKIANA QUE NOS INVITA A REPENSAR LA EDUCACIÓN CIENCTÍFICA


Enviado por   •  13 de Octubre de 2022  •  Documentos de Investigación  •  5.459 Palabras (22 Páginas)  •  43 Visitas

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GAIA.

LA TEORÍA LOVELOCKIANA QUE NOS INVITA A REPENSAR LA EDUCACIÓN CIENCTÍFICA

Área Temática: Didáctica de las ciencias naturales, físicas y matemática, educación ambiental

Hermes Lucía Ledezma R.

José M. Briceño S.

hllrodriguez@hotmail.com

jmbricesoto@hotmail.com

        RESUMEN

         

La intención de este trabajo crítico-reflexivo e interpretativo es presentar a Gaia y sus implicaciones educativas. Gaia es una derivación Lovelockiana, que emerge no sólo desde el pensamiento de un científico e inventor, sino desde el compromiso y la búsqueda de respuestas a fenómenos que demuestran debilidades paradigmáticas. Durante este proceso investigativo, tratamos de definir a Gaia y mostrar aquellos aspectos, derivados de la Teoría, que nos llevan a certificar la necesidad de un nuevo pensamiento; lo que de alguna manera devela, que hoy en día el piso científico que se ha construido sobre las bases de la reducción y la simplificación es un pavimento movedizo y resbaladizo, que a partir de diferentes movimientos, entre éstos, la Teoría de Gaia, ha comenzado a fracturarse seriamente. Es importante destacar que lo que aquí exponemos sobre Gaia, son sólo nuestras apreciaciones o percepciones, producto del ejercicio hermenéutico realizado a las obras de James Lovelock; ustedes tienen la libertad de discutirlas, compartirlas, debatirlas, aceptarlas o desecharlas. No obstante, esperamos que les agrade Gaia y que sus impresiones sean tan emocionantes e inquietantes como las nuestras. Finalmente, Gaia es tan sólo una muestra de la necesidad de una renovación epistemológica emergente para repensar la educación científica.

Descriptores: Gaia, Lovelock, Epistemología, Educación, Ciencia

A modo de Introducción

La intención de este trabajo es presentar a Gaia, como una Teoría que nos invita a repensar la ciencia y la Educación Científica. Para presentar a Gaia comenzaremos por hacer un recuento, un tanto histórico, de lo que ha significado para Lovelock revelar su Teoría. Asimismo, trataremos de definir a Gaia y mostrar aquellos aspectos, derivados de la Teoría, que nos llevan a certificar la necesidad de un nuevo pensamiento; lo que de alguna manera devela, que hoy en día el piso científico que se ha construido sobre las bases de la reducción y la simplificación, es un pavimento movedizo y resbaladizo que a partir de diferentes movimientos, entre éstos, la Teoría de Gaia, ha comenzado a fracturarse seriamente. Fracturas que cobran sentido en la Educación y que, por ello, se hace necesario reflexionar al respecto.

Es importante destacar que lo que aquí exponemos sobre Gaia, parte de un ejercicio hermenéutico-crítico-reflexivo fundamentado en la Teoría de Gaia expuesta y defendida por James Lovelock.

 Finalmente, concluimos parte de este ejercicio interpretativo con una invitación que nos insta a reflexionar en torno a la necesidad de una renovación epistemológica emergente para repensar la educación científica.

El Recorrido de Gaia

Gaia comienza a vislumbrarse en el mundo de la ciencia desde  el año de 1961, cuando la NASA había invitado a Lovelock para participar en el diseño de instrumentos para la detección de vida en Marte. La NASA tenía previsto una tarea, la puesta en marcha de la Misión Viking a Marte. Lovelock pese a su emoción por tan privilegiada  invitación, sostenía que la búsqueda de vida en otros planetas no requería que se enviara ningún vehículo espacial, todo lo que se necesitaba era un análisis espectral de la atmósfera marciana, ya que, para determinar la existencia de vida en otros planetas,  bastaría con realizarse un análisis de los gases de la atmósfera planetaria, método más seguro y barato, factible de llevarse a cabo desde cualquier distancia.  Sin embargo, pese a las ideas de Lovelock, la NASA en 1976 cristalizó su proyecto, encontrando (tal como la había señalado Lovelock), que en Marte no había vida.

Lovelock en 1967, en Michigan, presentó su primera ponencia sobre la idea acerca del sistema autorregulador de la Tierra, hasta este momento no había dado nombre a su teoría. De esta incipiente presentación sólo recuerda una acogida entusiasta de parte de los presentes, no obstante, cree que ésta debió atribuirse a que la mayoría de los asistentes (ingenieros), comprendían el concepto de retroalimentación y funcionamiento de sistemas.

En 1969 en Princenton, Lovelock exhibió por primera vez su hipótesis de la Tierra como un sistema autorregulador, él suponía que la atmósfera, los océanos, el clima y la corteza de la Tierra, se encontraban concertados a un estado apropiado para la vida por el comportamiento de los organismos vivos. Concretamente y en palabras de Lovelock (1995), esta hipótesis sostenía que:

…la temperatura, el estado de oxidación, de acidez y algunos aspectos de las rocas y las aguas se mantienen constantes en cualquier época, y esta homeóstasis se obtiene por procesos cibernéticos llevados a cabo de manera automática e inconsciente por el biota… La vida y su entorno están tan íntimamente asociados que la evolución afecta a Gaia, no a los organismos o al medio ambiente por separado (p. 33).

Para Lovelock no son las condiciones de la tierra, las que han permitido el desarrollo y evolución de la vida sobre ella, sino que ha sido la misma vida quien ha determinado en sí, el desarrollo y la evolución de las condiciones adecuadas para la vida sobre la tierra. De manera que, los organismos vivos para nada son un grupo de especies que tienen la capacidad de adaptarse a su ambiente sólo por leyes externas, ya que éstos conectados entre sí y a la atmósfera, hidrosfera y litosfera, son responsables de fabricar y mantener su ambiente formando un todo a nivel planetario.

Mas tarde, en 1979 Lovelock publicó su primer libro sobre Gaia, titulado: Gaia, una nueva visión sobre la Tierra. Su mayor sorpresa fue que filósofos y religiosos aceptaron satisfactoriamente su obra; mientras que los geólogos, los biólogos y los científicos, además de ridiculizarlo, apenas se interesaron por leer la obra.

Gaia recibió ataques principalmente de la mano de los evolucionistas, éstos sostenían que esta hipótesis “parecía implicar relaciones cooperativas por parte de organismos egoístas cuando, si ella misma fuese un organismo, debería haber evolucionado a partir de la selección natural, y para ello debería haber competido y sido seleccionada con otras gaias o planetas” (Castro, 2013, p. 113). Para los darwinistas era imposible suponer que la vida global que señala Gaia, se derivara de la cooperatividad de todas las especies bióticas y abióticas, y no de la adaptación por competencia.

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