Trabajo Infantil

D. Jargal, empezó a trabajar en 1997 en una mina de oro en Mongolia, para que su sueldo ayudara a su familia. A él no le gustaba su trabajo, pero su familia vivía momentos difíciles, de mucha pobreza, por lo que lo tenía que hacer igual.

Cerca del 20% de los trabajadores de las minas de oro en Mongolia son niños debido a las escasas oportunidades de ingresos en las zonas rurales, del desempleo. Muchos de estos niños trabajan en malas situaciones (bajo tierra, en el agua y en lugares donde ocurren explosiones) y no tienen acceso a servicios de salud y tampoco a la oportunidad de ir al colegio.

A raíz de este caso de trabajo infantil, surgen muchas preguntas, tales como ¿cuántos casos así hay en el mundo?, ¿cuáles son sus consecuencias?, ¿cuáles son sus causas? y por sobre todo si es justificable el trabajo infantil, cuando nos preguntamos esto, yo les puedo responder que el trabajo infantil debería ser pasado, pero todavía existen casos en el mundo, como por ejemplo, el caso anterior.

Aunque sea considerada una forma de esclavitud y prohibida por ley en muchas partes, esto se ignora y sigue siendo una problemática a nivel mundial.

La esclavitud ya es un tema pasado en el mundo, pero no así el trabajo infantil entonces, ¿Por qué sigue existiendo?, la modernización y la globalización cada día son más comunes en nuestro planeta pero todavía no se solucionan los problemas más importantes en nuestro mundo.

Los niños que ejercen el trabajo infantil son menores de 18 años, ya que ahí se les sigue considerando como menores de edad.

Al ser menores de 18 años generalmente (dependiendo del país) tienen derechos humanos, los cuales estarían siendo violados al practicar el trabajo infantil, el cual se considera una forma de explotación y discriminación dependiendo del trabajo infantil que se está tomando en cuenta.

Además, se les estarían negando derechos humanos como la salud y educación, que serían fundamentales para el futuro del niño.

Se estaría violando, por ejemplo, el derecho humano que dice que:

“El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación” .

Además, casi todas las personas que ejercen el trabajo infantil son personas de bajos recursos y lo que genera el trabajo infantil es un círculo vicioso en la pobreza ya que al no recibir una educación adecuada, los niños cuando crecen solo saben hacer trabajo que han hecho toda su vida. Algunos padres de estos niños creen que el trabajo infantil va a mejorar su situación, pero a largo plazo, es mucho peor y la situación de esa familia nunca mejora, ya que siempre viven de lo mismo.

Este círculo vicioso resulta muy difícil de romper:

“El trabajo infantil perpetúa el ciclo cruel de la miseria. Por una parte, es el símbolo de una pobreza mundial generalizada y profundamente arraigada. Por otra parte, como este tipo de trabajo suele privar a los niños y las niñas de instrucción, les niega una buena salud y les somete a un abuso psicológico y físico, refuerza la pobreza al impedir a una nueva generación de niños y de niñas alcanzar una mínima parte de su potencial”

Pero en este caso, no se ha considerado que esas familias pueden necesitar más dinero para poder vivir mejor, y no sólo vivir mejor, los niños abandonados y los papas enfermos son casos menos habituales, pero que existen igual, en estos casos se hace necesario que los niños trabajen ya que no existe nadie más que ellos para que sus familias estén bien. En el caso de los niños abandonados, se tienen que ganar la vida por ellos mismos, aunque generalmente alguien se responsabiliza de ellos, o por lo menos, van a una casa de adopción o a alguna fundación.

Este círculo vicioso que se genera en la pobreza, puede ser roto por una buena educación

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