Un paseo por la historia de la investigación pedagógica

Un paseo por la historia de la investigación pedagógica.[pic 1]

EULOGIO MACEDONIO DIANA LIZBETH 0004

Introducción                                                                                                                                                            

Nuestro querido Donald Ary, nos indica que la investigación pedagógica como disciplina es un ámbito de conocimiento muy reciente, que surgió hace menos de 80 años.

Al final del siglo XIX es cuando la pedagogía empieza a adoptar la metodología científica como instrumento fundamental para constituirse en una ciencia. El retraso de lo ya mencionado se debió a la lentitud con la que se inventaron los instrumentos de la observación y la mediación.  Para poder realizar avances en el desarrollo de la investigación pedagógica, era necesario disponer de instrumentos científicos que permitieran medir las variables de interés para los educadores, se puede expresar que la medición se convirtió en la piedra angular del movimiento de investigación.

Se examinaran elementos más significativos en la historia de la medición que prepararon el terreno para la investigación pedagógica y los inicios de la investigación pedagógica.  

Desarrollo

Las semillas del movimiento se plantaron en 1879, cuando Wilhelm Wundt fundó el primer laboratorio de psicología experimental en Leipzig, Alemania. Los primeros estudios se concretaban a la medición de la agudeza sensorial, en el tiempo de reacción y en las habilidades motoras. El laboratorio de Wundt representó un verdadero avance en el estudio científico del comportamiento humano. Las disciplinas precientíficas como la frenología, la astrología y la fisiognomía comenzaron a decaer. Esta psicología experimental originó varios procedimientos de investigación e hizo que se respetara el método riguroso de experimentación y la precisión de las técnicas que habrían de influir en la investigación pedagógica.

Inicios de la investigación pedagógica

Donald Ary citan a Joseph. M. Rice como el padre de la pedagogía experimental, en virtud de sus aportaciones hacia fines del siglo XIX, y que estaban abocados a ejercicios sistemáticos en el dominio de la ortografía. Sin embargo, el término como tal fue acuñado en Alemania por J. M. Lay y Ernst Meumann en 1905, quienes publicaron en conjunto un documento estructurado, con el objetivo de estudiar al niño en todos sus aspectos, acopiaron datos de pedagogía, psicología, psicopatología, anatomía y fisiología y cuyo título respondía al de Pedagogía experimental. La pedagogía científica o experimental es el intento de fundamentar la pedagogía en observaciones rigurosas bajo la aplicación del método científico.^[1]

Defiende el conocimiento científico del alumno y se preocupa por la eficacia del proceso educativo mediante el estudio científico de los elementos que intervienen en él.                                                                                                                                                         Propicia la construcción de un método objetivo, basado en presupuestos científicos, propugnando la observación científica de los hechos.

La pedagogía experimental bajo una tradicional concepción europea presenta^[2] como una de sus últimas manifestaciones la obra de G. Mialaret, intitulada “La nueva pedagogía científica”, publicada en 1954. Posteriormente, es a partir de 1960 cuando fue tomado fuerza el enfoque estadounidense en la investigación educativa. Lo que trajo consigo el desaparecimiento del concepto “pedagogía experimental” y el surgimiento de un enfoque de la materia orientado a sus contenidos metodológicos. Durante todo este proceder las obras de referencia básica fueron las de los estadounidenses R. M. Travers (1958), D. B. van Dalen (1966), J. Fox (1969), J. Best (1970) y F. N. Kerlinguer (1979). Cuya influencia en el pensamiento europeo se dio a tal grado que G. De Landsheere publicó en 1966 su obra “Introducción a la investigación pedagógica”, en la que se omitía definitivamente el calificativo “experimental”. Cabe resaltar que toda esta situación de predominio estadounidense tiene su fundamento en el apoyo monetario e institucional que se dio desde diversos ámbitos políticos y académicos. Un momento clave durante las décadas de 1960 y 1970 fue la gran influencia de la AERA - Asociación de investigación educativa americana, organización precursora y difusora de estudios e investigaciones.  

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