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VICTIMA Y PROCESO


Enviado por   •  28 de Diciembre de 2013  •  2.094 Palabras (9 Páginas)  •  172 Visitas

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ACTALMENTE

Tiene un papel relegado a simple espectador, su intervención es mero formulismo pues el control absoluto en el juicio en cuanto a la acción penal es prerrogativa exclusiva del MP y este en ocasiones actúa a espaldas o en contra de los intereses de la victima.

Ejempló caso micheladas en Baja California Sur el MP se desistió de la acción penal retirando los cargos.

CON EL NUEVO SISTEMA

Artículo 14. Las víctimas tienen derecho a intervenir en el proceso penal y deberán ser reconocidas como sujetos procesales en el mismo.

Pero si no se apersonaran en el mismo, serán representadas por un Asesor Jurídico o en su caso por el MP, y serán notificadas personalmente de todos los actos y resoluciones, de los recursos interpuestos ya sean ordinarios o extraordinarios, así como de las modificaciones en las medidas cautelares que se hayan adoptado por la existencia de un riesgo para su seguridad o modificaciones a la sentencia.Artículo 15. Las víctimas tienen derecho a que se les explique el alcance y trascendencia de los exámenes periciales a los que podrán someterse dependiendo de la naturaleza del caso.

Artículo 16. Toda comparecencia ante el órgano investigador, el juez o tribunal, o ante cualquiera otra autoridad o perito que requiera la presencia de la víctima, se considerará justificada para los efectos laborales y escolares.

Artículo 17. Las víctimas tendrán derecho a optar por la solución de conflictos conforme a las reglas de la justicia alternativa, a través de instituciones como la conciliación y la mediación, a fin de facilitar la reparación del daño y la reconciliación de las partes y las medidas de no repetición.

EL DELINCUENTE COMO VICTIMA

Las noticias nos presentan a muchachos curtidos y duros, sin emociones, asesinos en potencia, lejanos a nuestras realidades y en muchos casos incomprensibles y ante los que nos preguntamos ¿por qué fueron capaces de cometer tamaña brutalidad?

Solemos concluir que no son personas, sino monstruos, que habría que encerrarlos a todos de por vida, cuando no señalamos que debería matárseles aplicándoles la pena capital.

Por otra parte, están los chicos que nos despiertan compasión y empatía, pena, sentimientos incluso de culpa por que tengan historias de vida durísimas; situaciones ante las que nos preguntamos también ¿cómo es posible que en pleno siglo XXII esto ocurra?.

Pues bien, estas dos caras de la realidad que aparentemente se nos presentan tan opuestas y antes las que respondemos de manera completamente contraria:

represión frente a protección,

violencia frente a cariño,

rechazo frente a cercanía...

No son más que, en la mayoría de los casos, las dos caras de la misma moneda, dos mismas realidades unidas intrínsecamente entre sí y que no pueden ser explicadas por separado.

Es ahí donde confluye la pregunta y la respuesta del ¿cómo es posible?

Ejercicio

Vamos a presentarle dos historias de vida, una de delincuencia y peligro, de pavor, de miedo y de brutalidad.

Otra de indefensión, de pobreza, de precariedad, de exclusión.

Seguramente si no imaginase que ambas vidas son de una misma persona por esta introducción y por el conocimiento que pueda tener de la persona que presentamos, pensaría sin duda que ambas vidas no pueden ser la de la misma persona.

Una historia de pobreza, exclusión y desestructuración

Nació en 1984, en el seno de una familia violenta, de padres separados y era el segundo de 7 hermanos. Vivió con su madre en una habitación de un barrio pobre. Se crió en una familia muy disfuncional bajo el mal ejemplo de un padre violento, con pactos perversos entre sus progenitores donde todo parecía posible. Fue maltratado desde siempre, probó la droga desde muy pequeño y estuvo muy vinculado al alcohol. No valorizaba la propia vida ni la ajena, por eso podía jugar a la ruleta rusa sin miedo, por que le enseñaron que su vida no vale nada para nadie. Cuando era niño, pedía limosnas pero en el barrio los grandulones le quitaban las monedas que había juntado en el día. Creció con odio y temor ante tamaña vulnerabilidad en ese barrio peligroso donde las drogas y las armas estaban a la vuelta de la esquina. Los informes técnicos hablan de su baja autoestima, poco sentido de la realidad, frialdad afectiva, endurecimiento de carácter (seguramente como una adaptación a un medio tan hostil ) y personalidad antisocial que fue intensificada por el tipo de educación recibida. Mientras crecía, la consigna era "serás lo que tengas, valés lo que tenés" unos zapatos nuevas, que eran su pasión y aunque de niño seguramente no las pudo tener de grande las consiguió aunque de la peor manera ante la imposibilidad de que se hiciera realidad de manera ortodoxa.

Uno mas que nació caído del sistema, compartiendo sus propios códigos donde se valora la amistad, la fidelidad, el amor desmedido por la madre, el odio a muerte hacia la policía hacen a toda una filosofía de vida formada desde la cuna y reforzada en la esquina del barrio. Detrás de esa coraza había un niño que le gustaba ver los dibujos animados y las novelas de la tarde, jugar al fútbol y al cubo mágico. Su rostro infantil tomó carácter público cuando fue capturado por primera vez. Por otro lado era un hombre que su religión era la devoción por el gaucho Cubillos. Se decía que solía visitar su tumba en el cementerio de la capital donde dejaba ofrendas de dinero dentro de una muñeca de plástico como agradecimiento por su protección. Fue en el único lugar que sintió algo de apoyo y protección, retribuyéndole con dinero, que es la mejor manera que encontró para demostrar afecto hacia quien "lo protegía". Rodeado y con todas las cartas jugadas, cargó las armas y salió por los techos disparando hacia la policía para cubrir su huida pero una bala lo alcanzó y luego otra quedando tendido en el patio de una casa. Se le secuestró una pistola calibre 45 con cargador completo más 5 cartuchos que tenía en el bolsillo y otros

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