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Varios.


Enviado por   •  10 de Junio de 2013  •  Informes  •  1.675 Palabras (7 Páginas)  •  220 Visitas

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Al final del siglo XVIII, las reformas borbónicas desestabilizaron la situación, pues al permitir el libre cambio de Nueva España con el exterior, se condenaba la manufactura artesana, creando una contradicción entre la pequeñaburguesía artesana y la burguesía comercial contra la gran burguesía comercial peninsular, por ello se pudo observar, un par de conjuras de de burgueses ilustrados, durante los primeros 10 años del siglo XIX.

Pero, las contradicciones más fuertes que se dieron en la sociedad colonial fueron entre asalariados, esclavos y el artesanado contra los terratenientes, los burgueses peninsulares y los criollos, que los explotaban de una manera salvaje; por ello cuando existió la coyuntura política, con la invasión napoleónica a España, las primeras masas que se rebelaron fueron los asalariados mineros de Guanajuato, arrastrando tras sí a las demás clases explotadas, radicalizándose cada vez, hasta constituir un movimiento que promovía la abolición de la esclavitud y la eliminación de las relaciones serviles, y aunque estas eran transformaciones que necesitaban los burgueses criollos para desarrollarse, su dependencia a la metrópoli, los puso del lado contrario.

No fue hasta que en España se desarrollo la revolución burguesa, que acabo con los privilegios de terratenientes y la iglesia con la constitución de Cádiz, que los terratenientes (representante de la aristocracia novohispana y la iglesia) y burgueses mineros, que mantenían una cierta simbiosis entre ellos, que deciden independizar la independencia para poder mantener el sistema con las relaciones serviles, utilizando para ello el descontento de las clases inferiores.

Paralelamente a esta lucha, estuvieron las rebeliones de las comunidades indígenas autónomas, contra los terratenientes y el poder colonial, que cada vez más intentaba despojarlas de sus tierras, para obligarlos a trabajar en las haciendas o minas, ya sea bajo la forma de esclavismo disfrazado de peón por deudas, o de asalariado, para poder cumplir con una de las premisas básicas del capitalismo, la necesidad de una clase desposeída, que solo pueda vender su fuerza de trabajo.

Los primeros años del México independiente, la situación económica fue crítica, pues aunque varios puntos importantes para la economía nacional, no fueron afectados, los más importantes, los centros mineros, las haciendas del centro y el bajío y en cierta medida los puertos de Acapulco y Veracruz, se encontraban destruidos, impidiendo la recuperación o al menos la estabilidad económica, y comenzando con el largo proceso de endeudamiento. En esa década los conflictos políticos y sociales, siguieron estando a la orden del día, por una parte la burguesía y los terratenientes tuvieron una división, los burgueses peninsulares que decidieron quedarse, junto con los terratenientes y la burguesía “financiera” (aquella burguesía que tenía actividades económicas tanto en la industria minera o agroexportadora y en el sector bancario, en la mayor parte del país) formaron un bloque que propugno por un sistema centralista, apoyándose de la ideología religiosa que estaba con ellos y movilizaba gran parte de la población trabajadora. Por otro lado, se encontraban los capitalistas comerciales, los industriales sobre todo textiles, además de aquellos burgueses mineros o agroexportadores, que sólo tenían riqueza y poder regional, propugnaron por un sistema federalista, a trayendo tras de sí a las masas campesinas que además pedían la repartición de la tierra.

Así esos primeros 50 años, hubo una serie de vaivenes en superestructura política, pasando del federalismo al centralismo, un par de veces, donde además de beneficiar a algún bloque privilegiado, correspondía a los intereses del capitalismo internacional que con los empréstitos, la deuda y las inversiones, ahora era parte fundamental de la formación social mexicana.

Cabe destacar que durante todo ese tiempo las contradicciones antagónicas se mantuvieron, por una parte la contradicción proletario-burgués, iba aumentando día tras día, y seguía manteniéndose entre el campesino-terrateniente, que si no era una relación feudal propiamente dicha, representaba todavía una opresión precapitalista.

Hasta aquí haremos un recuento del proceso de acumulación originaria de capital que se desarrollo durante toda la colonia, y los primeros años del México independiente. Como afirma Marx, para que exista el modo de producción capitalista es necesario que exista una clase que concentre y posea los medios de producción y otra clase que haya sido desposeída de estos, y solo pueda vender su fuerza de trabajo; estas son las dos caras de la moneda del proceso de acumulación originaria del capital.

En México, como en la mayor parte del mundo este proceso de pauperización de la mayoría de la población y concentración, no es idílico, sino está manchado de sangre y violencia. En la época de la llegada de los españoles al país, existía ya en Europa los primeros indicios de la acumulación de capital, fue impulsada por los metales precisos extraídos del continente. Entonces podemos afirmar, que el proceso de expropiación de las comunidades autóctonas, proporciono una concentración de la riqueza en unos pocos, pero de una forma diferente al modelo tradicional, es decir existió una concentración de la tierra a manos de hacendados una forma de simbiosis entre capitalista agroexportador y terrateniente, una concentración de la ganancia de los recursos metalúrgicos, a manos del burgués minero, y parte del

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