ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Vinos De Argentina

cynthiajmh22 de Octubre de 2013

6.231 Palabras (25 Páginas)277 Visitas

Página 1 de 25

INTRODUCCIÓN

Debido a la gran altitud y baja humedad de la principales regiones productoras de vino, los viñedos argentinos rara vez se enfrentan a los problemas de insectos, hongos, moho y otras enfermedades que afectan a los viñedos de uva de otros países. Esto permite que el cultivo con pesticidas poco o nada, lo que permita, incluso vinos orgánicos que se producen fácilmente.

Hay muchas diferentes variedades de uva cultivadas en la Argentina, aunque entre las más producidas y reconocidas encontraremos la uva Malbec y Torrontés.

Las regiones vitivinícolas más importantes del país se encuentran en las provincias de Mendoza, San Juan y La Rioja. Salta, Catamarca, Río Negro y, más recientemente, el sur de Buenos Aires son también las regiones productoras de vino argentino.

Tabla de contenido

Debido a la gran altitud y baja humedad de la principales regiones productoras de vino, los viñedos argentinos rara vez se enfrentan a los problemas de insectos, hongos, moho y otras enfermedades que afectan a los viñedos de uva de otros países. Esto permite que el cultivo con pesticidas poco o nada, lo que permita, incluso vinos orgánicos que se producen fácilmente. 2

Hay muchas diferentes variedades de uva cultivadas en la Argentina, aunque entre las más producidas y reconocidas encontraremos la uva Malbec y Torrontés. 2

Las regiones vitivinícolas más importantes del país se encuentran en las provincias de Mendoza, San Juan y La Rioja. Salta, Catamarca, Río Negro y, más recientemente, el sur de Buenos Aires son también las regiones productoras de vino argentino. 2

CAPITULO I HISTORIA DEL PRODUCTO EN EL PAÍS 4

CAPITULO II REGIONES Y ZONAS PRODUCTORAS 8

CAPITULO III BEBIDAS POPULARES 12

CAPITULO IV VARIEDADES DE UVAS MÁS IMPORTANTES 13

CAPITULO V MARCAS IMPORTANTES 23

T ema: Argentina

Título/ Introducción/ Índice

1. Historia: del producto en el país - Andre

2. Regiones y zonas productoras - cynthia

- Suelo y clima de las zonas productoras - jennifer

3.Tipos de vinos, bebidas populares (sólo alcohólicas) -leslie

4. Variedades de uvas más importantes - santiago

5. Marcas más importantes - wendy

Conclusiones

Bibliografía

CAPITULO I

HISTORIA DEL PRODUCTO EN EL PAÍS

Historia de los vinos Argentinos y su cultura vinícola.

En la cultura vitivinícola Argentina, el vino más tradicional es el tinto, con un gran cuerpo y muy astringente. Debido a su color es llamado quebracho, al igual que los vinos tintos, es bastante rico en taninos. Se le solia llamar Quebracho debido a un árbol de color rojizo. En la segunda mitad del siglo XX las clases medias del país favorecieron los llamados "vinos rosados", vinos intermedios entre los intensos y ásperos tintos (tintardos) y los más suaves "claretes" de tipo italiano, o incluso los que eran muy suaves en boca (pero en ocasiones de alta graduación alcohólica) los vinos blancos.

Debido a su edafología (de suelos pobres en humedad pero bastante ricos en materia orgánica), las uvas que se producen en la zona cordillerana y precordillerana de Argentina son muy ricas en glucosas y azucares , dando lugar a un excelente etanol lo cual a su vez están tan enriquecidos como equilibrados por sus flavonoides.

La producción vitivinícola Argentina empezó en el año 1556, con el presbítero Juan Cedrón plantó en Santiago del Estero (provincia Argentina), las primeras cepas de la conocida uva moscatel y "uva país", procedentes de España y también traídas desde Chile, de la ciudad “La Serena”. El clérigo hizo esta siembra con el único propósito de utilizar el producto en el ritual católico de la misa. Aproximadamente medio siglo después los franciscanos importaron de Canarias a la provincia de Salta uvas malvasía, el fin de estos misioneros era lograr un vino blanco y suave, pero apto para dicho ritual. Así, se obtuvieron variedades de mistela a través de las "uvas chinches," las cuales dan lugar a vinos de sabor áspero y ácido. Asimismo, se debe a los jesuitas y franciscanos la importación temprana de excelentes cepas de uvas. A fines del siglo XVI las órdenes religiosas introdujeron cepas por el Río de la Plata, llegando a ser hoy la zona interfluvial de Concordia un importante centro productor.

Muchas ciudades intentaron crear sus viñedos en la ciudad de Buenos Aires, que tenia terrenos actualmente en el barrio de Palermo, con un clima bastante apto para la productividad vitivinicola. De este modo algunos de los primeros grandes viñedos se establecieron en la provincia de Córdoba, administrados por los jesuitas en las estancias de Alta Gracia y Jesús María . Estas llegaron a ser, junto a las de Tarija, unas de las más grandes del Virreinato del Río de la Plata. En Jesús María se producía el vino denominado “Lagrimilla Dorada” ya que la tradición decía que llegaba a la mesa del rey Carlos III de España.

A fines del siglo XVIII el según el naturalista y viajero Thadeus Haenke, tras las guerras en las que España disputara a Portugal la Banda Oriental, gran parte de los colonos portugueses capturados en la Colonia del Sacramento y la isla de Santa Catarina y estos fueron deportados a Sudamérica territorios que hoy están ubicados en la provincia de Mendoza. Estos colonos deportados , en muchos casos expertos viticultores, llevaron su industria a otros territorios, en especial a la provincia San Juan, para luego expandirse por toda la región de Cuyo y con la utilización de mejores técnicas y procesos lograr mejorar e incrementar los estándares vitivinícolas en el país de Argentina.

En los tiempos de las colonias españolas, hasta el año 1870, la preparación de vino criolla era absolutamente artesana, ya que se prensaban los sarmientos con las uvas en sencillos trapiches, o directamente eran pisadas para posteriormente, ser estacionadas en tinajas. El fermentado del mosto se realizaba en dos etapas y estacionadas en tinajas consecutivas. El estacionado aún se mantiene en algunas fincas. La Revolución de Mayo significó un impulso para la producción vinícola, ya que desde entonces la ciudad de Buenos Aires dejaron de importar vinos españoles y comenzaron a producir los propios en sus alrededores y en las Sierras de Córdoba y el Cuyo.

La expansión de la producción argentina de vinos arranco a la segunda mitad del siglo XIX gracias y debido a dos factores: primero un gran aumento de la demanda interna y segundo el gran boom migratorio de italianos, españoles e, incluso, franceses. Por otra parte, dicha afluencia de mediterráneos creaba también las condiciones para que en ciudades como Buenos Aires, Rosario y Córdoba e incluso Tucumán surgiera un importante mercado de vinos, cuyo crecimiento vendría con el desarrollo del transporte ferroviario. Con anterioridad a la llegada del ferrocarril, una carreta tardaba tres meses de Mendoza a Buenos Aires; en tal espacio de tiempo los vinos llegaban oxidados, lo cual ayudo bastante ya que solo tardaban de 1 día a 2, manteniendo los vinos intactos para esa época.

Gracias al presidente Domingo Faustino (Presidente de la epoca). En los años 1860s y 1870s se empezó a cultivar las uvas Merlot, Cabernet, Malbec en la región de Cuyo.

Hasta entonces, el país consumía internamente el 90% anual de todo el material producido; es decir, apenas exportaba un solo 10% de toda sus vinos. En los años 1970 surge una nueva moda entre los argentinos, la moda de los vinos blancos. Esto dio lugar a un excedente de tintos que pronto se destinaría a la exportación. Poco a poco pero de una manera constante y firme, el consumo internacional se abría a los vinos del Nuevo Mundo. La producción se fue haciendo cada vez más profesional. La segunda gran expansión, a partir de 1985, hizo que mejoraran las calidades especialmente de los varietales. Luego, una quiebra económica afectó a gran parte de las bodegas llevándolas a bancarrota.

En 1990 existían 225.000 viñedos, pero la cantidad de hectáreas que abarcaban era de unas 207.000. Durante este tiempo hasta el 2007 la cantidad de viñedos había caído en picada hasta casi la décima parte y solo habian 26.000 viñedos, pero se había incrementado la superficie de cultivos vinícolas hasta alcanzar las 229.000 hectáreas. Es decir que se produjo una gran concentración en la producción de vinos. En la producción de vinos finos, en dicha época se comienza a usar nueva tecnología, que consistente en la elaboración en tanques de acero inoxidable con control de temperatura. Esto hizo usual el estacionamiento en barricas de roble francés o americano. En los vinos de calidad, el estacionamiento de los vinos finos pueden llevar un tiempo de hasta 24 meses. Para los vinos de estilo moderno, o más para vinos de estilo viejo, el tiempo depende del "estilo" que se quiera dar al vino; es decir, generalmente el tiempo es de un año a un año y medio. El roble francés aporta a los vinos tintos aromas de vainilla, clavo de olor, especias, chocolate, café, es lo que se dice actualmente según enólogos especializados en ese estudio. Se debe tener en cuenta que en Argentina la vendimia sucede entre fines de febrero e inicios de mayo; las variedades para vinos blancos suelen ser cosechadas en marzo y las uvas para tintos hasta abril.

En los últimos 15 años se podría decir que todos los vinos Argentinos han alcanzado un alto prestigio en el mercado mundial y pertenece al nuevo boom de los vinos del “Nuevo

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (39 Kb)
Leer 24 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com