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Vino de la argentina


Enviado por   •  4 de Noviembre de 2013  •  Ensayos  •  3.941 Palabras (16 Páginas)  •  251 Visitas

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Vino de la argentina

El vino argentino es el que se produce principal y tradicionalmente en las provincias de Mendoza, San Juan, Salta, La Rioja,Córdoba, Catamarca y en las últimas décadas han comenzado a elaborarse en Neuquén, Río Negro, Entre Ríos, Chubut, Buenos Aires y Santa Fe.

El vino es la bebida nacional de Argentina. La Argentina es el mayor productor de vino de Latinoamérica y el quinto mayor productor en todo el mundo,1 así como el noveno exportador a nivel global.2 La calidad del vino argentino ha venido creciendo sin detenerse en los últimos años, ganando terreno en el mercado mundial: sólo en 2010 las ventas al exterior alcanzaron los USD$ 650 millones, lo que implicó un alza del 17% en relación al 2009, marcando un nuevo récord histórico. Este crecimiento explosivo ha dado como resultado que la Argentina en 2010 desplazara a Chile como el principal vendedor de vinos en los Estados Unidos, que es el mercado más importante en el mundo del vino.3

Reseña histórica del vino argentino

El vino más tradicional entre los argentinos es del tipo llamado tinto, de mucho cuerpo y de suyo muy astringente. Por su color es coloquialmente llamado quebracho, alusión al schinopsis balansae, árbol austral de madera rojiza y, al igual que los vinos tintos, rico precisamente en taninos. En la segunda mitad del siglo XX las clases medias del país favorecieron los llamados "vinos rosados", de bouquet intermedio entre los intensos y ásperos tintos (popularmente llamados: "totíns" o "tintardos") y los más suaves "claretes" de tipo italiano, o incluso los muy suaves al paladar (aunque en ocasiones de alta graduación alcohólica) vinos blancos. Asimismo, en similar época, se generalizaron entre la población los vinos blancos comunes; tal generalización conllevó una negligente elaboración, de la cual se libraron los excelentes y originarios vinos torrontés, de color melado, gusto agradable y frutado, excelente aroma y grado alcohólico asaz fuerte..

Debido a su mesología, y especialmente a la combinatoria de heliofanía (alta) y edafología (suelos pobres en humedad aunque ricos en materia orgánica condensada), las uvas que se producen en la zona cordillerana y precordillerana de Argentina son muy ricas en glucosas, dando lugar a excelentes etanol, a su vez tan enriquecidos como equilibrados por sus flavonoides. A dicho equilibrio contribuyen también sus polifenoles.

La producción vitivinícola en Argentina se remonta al año 1556, cuando el presbítero Juan Cedrón (o quizá Cidrón) plantó en Santiago del Estero (provincia), las primeras cepas de uva moscately "uva país", procedentes de España y a su vez traídas desde la ciudad chilena de La Serena. El propósito del clérigo era utilizar el producto en el ritual católico de la misa. Aproximadamente medio siglo después los franciscanos importaron de Canarias a la provincia de Salta uvas malvasía, el fin de estos misioneros era lograr un vino blanco y suave, asimismo apto para dicho ritual. Así, se obtuvieron variedades de mistela a través de uvas como la vitis rupestris y la vitis labrusca, o bien de las llamadas "uvas chinches," las cuales dan lugar a vinos de sabor áspero y ácido. Asimismo, se debe a los jesuitas y franciscanos la importación temprana de excelentes cepas de vitis vinifera. A fines del siglo XVI las órdenes religiosas introdujeron cepas por el Río de la Plata, llegando a ser hoy la zona interfluvial de Concordia un importante centro productor.

Si bien todas las ciudades argentinas intentaron crear sus viñedos (cual, por ejemplo, la Buenos Aires, que los poseía en terrenos actualmente correspondientes al barrio de Palermo), el clima favorecía más a unas zonas que a otras. De este modo algunos de los primeros grandes viñedos se establecieron en territorio de la provincia de Córdoba, siendo importantes los centros administrados por los jesuitas en las estancias de Alta Gracia y Jesús María (creada en 1618). Esta llegó a ser, junto a las de Tarija, de las más grandes del Virreinato del Río de la Plata. En Jesús María se producía el vino denominado lagrimilla dorada que, según la tradición, llegaba a la mesa del rey Carlos III de España.

Según el naturalista y viajero Thadeus Haenke, a fines del siglo XVIII, tras las guerras en las que España disputara a Portugal la Banda Oriental, gran parte de los colonos portugueses capturados en la Colonia del Sacramento y la isla de Santa Catarina fueron deportados a territorios hoy situados en la provincia de Mendoza. Tales colonos, en muchos casos expertos viticultores, llevaron su industria a otros territorios, en especial a la provincia San Juan, para luego expandirse por toda la región de Cuyo.

En tiempos de la colonia española, e incluso hasta los 1870s, la preparación criolla de vino era absolutamente artesanal. Se prensaban los sarmientos con las uvas en sencillos trapiches, o directamente eran pisadas en odres abiertos para, posterormente, ser estacionadas en tinajas. El fermentado del mosto se realizaba en dos etapas y por esto en sendas tinajas consecutivas. Tal modo de estacionado aún se mantiene en algunas fincas del NOA); fue poco frecuente el modo español de guardar los vinos en odres de cuero. La Revolución de Mayo significó un impulso para la producción vinícola, ya que desde entonces la ciudad de Buenos Aires (e incluso la vecina Montevideo) dejaron de importar vinos españoles y comenzaron a producir los propios en sus alrededores o en las Sierras de Córdoba y el Cuyo.

La expansión de la producción argentina de vinos arranca en la segunda mitad del siglo XIX merced a dos factores: un aumento de la demanda interna y el gran aflujo migratorio de italianos, españoles e, incluso, franceses. La inmigración procedente de Francia fue especialmente un gran aporte en San Rafael). Por otra parte, dicha afluencia de mediterráneos creaba también las condiciones para que en ciudades como Buenos Aires, Rosario y Córdoba e incluso Tucumán surgiera un importante mercado de vinos, cuyo auge vendría con el desarrollo del transporteferroviario. Con anterioridad a la llegada del ferrocarril, una carreta tardaba tres meses de Mendoza a Buenos Aires; en tal espacio de tiempo los vinos llegaban oxidados, cuando no directamente corruptos, en tanto que la locomotora solo precisaba de dos días para idéntico trayecto.

El Gobernador Provincial de San Juan, Domingo Faustino Sarmiento, fue quien gestionó, la obtención del primer Vino Malbec, con uvas de cepas traidas de Francia a la Argentina

El cultivo de las primeras cepas francesas se debe al sanjuanino Domingo Faustino Sarmiento, quien durante su

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