Violencia Entre Dos
papaheto10 de Abril de 2014
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Obra de teatro: “Violencia entre dos”
Escena que se desarrolla sólo en una habitación, entre una pareja conyugal (María y Alejandro) y Dulce, una amiga de María.
Primer cuadro: se encuentra María sentada y utlilizando su laptop, aunque está sola, no deja de ver el reloj y empieza a estresarse conforme pasa el tiempo.
(Entra Alejandro)
Alejandro: ¡Ya llegué (con el ceño fruncido)… y vengo muy cansado… estoy harto en este día ha sido muy pesado! .
María: ¡Relájate mi amor!
Alejandro: Estoy relajado…mejor dime, ¡Qué vamos a cenar, me muero de hambre?
María: No he preparado la cena, la prepararé en un momento. Es que estoy pagando la luz y el teléfono por internet.
Alejandro: ¡Bla, bla, bla…todo es igual, siempre es lo mismo…ni siquiera eres buena para hacer la comida… ¿para qué sirves?! (golpea la mesa)
A ver ¿por qué no tienes amigas? Porque nadie te soporta…y sabes qué, ¡eres una tonta, perezosa y además débil!... ¡Respóndeme!
Ni siquiera estaría otro hombre contigo…¡Pero yo por tonto estoy aquí! ¡Y si estoy aquí, anda cocíname algo!
María: Sólo te pido 5 minutos… y después te hago algo para cenar.
Alejandro: ¡Si no te estoy suplicando…te lo estoy ordenando… ¿obedéceme o quieres que te pase lo que te pasó ayer?! Arrodíllate.
María: ¡No, Alejandro, no quiero que me pegues!...sólo quería terminar lo que estaba haciendo.
(En ese momento tocan la puerta)
Alejandro: ¡Cállate, no digas nada, porque si no te mato!
(Entra Dulce)
Dulce: ¡Dónde está María, vengo por ella!
Alejandro: ¡Tú no te llevas a nadie! ¿quieres que te dé una paliza también?
Dulce: ¡¿Y te crees hombre por eso?! ¡No vales nada! ¡Me la llevo y a demás llamaré a la Policía.
(Se salen de la habitación)
(Alejandro se sienta e inicia con un monólogo)
Alejandro: ¡La Policía…! ¿Qué va a hacerme la policía? No vendo drogas, no soy un violador, ni un asesino.
¿La policía? Yo sé que ellos comprenderán que si alzo la voz es normal... Regreso cansado de un día de trabajo, y mi tonta mujer no pone manos a la obra. ¡A veces me porto bien, otras, mal, pero ella siempre es la misma, nunca me hace caso! ¡No soy un esclavo, soy un hombre!
¿Qué le pasa? Me daría una puñalada en la espalda aunque fuese un hombre bueno. ¡Le doy lo que me pide, auto, casa, dinero, y ella así se la pasa divirtiendo…me voy a divertir con tu cara inútil y tonta!
Y esa Dulce… las mujeres son verdaderamente diferentes a los demás. ¿Qué son? Son seres inferiores que deben prepararnos la comida y hacer las tareas domésticas.
¿Qué son? Son pedazos de carne para ogros que trabajan.
¡La policía…! ¡Que no salta a la vista que es el hombre el que debe de gobernar! ¡Entonces puedo imponer mi ley en mi casa!
¡Sí me ha escogido, si nos hemos casado entonces tiene que aguantar!
¡La policía…! Yo no temo a la policía, ellos estarán de acuerdo conmigo. Sólo me dirán que no lo haga más. ¡La policía…!
¡Carajo, cuando María regrese le daré una tunda para que aprenda quién es el que manda aquí!
(Sale Alejandro de la habitación)
(Entran Dulce y María y se sientan)
Dulce: ¡María no debes de dejar que te trate así, debes de poner un alto a esta situación! ¡El hombre que te ama no puede ponerte una mano encima¡ ¡No debes dejar que te pisoteé, eres joven y bella, no dejes que se consuma tu vida así!
María: ¡Lo sé Dulce, pero lo peor de esta historia es que lo quiero!
Dulce: ¡Sí pero él te quiere con los puños, mira lo que me ha hecho ayer! (muestra María, un morete del brazo) ¡Tienes que reaccionar! ¡Llamemos a la policía!
María:
...