Violencia Urbana

De la Violencia Urbana a la Convivencia Ciudadana

Resumen

Es mejor reconocer a la ciudad como un escenario de relaciones sociales. Así la violencia urbana aparecería menos como un problema y más como un conflicto, que compromete, por lo menos, a dos polos con intereses contrarios, actores individuales o colectivos, pasivos o activos en la relación.

La importancia creciente que ha adquirido la delincuencia común en las ciudades de América Latina y el Caribe, aún no tiene un correlato respecto de su conocimiento.

Algunos gobiernos nacionales y locales, ciertos organizamos no gubernamentales e instituciones académicas han iniciado investigaciones y tomado medidas especificas para controlar la violencia que, por el poco intercambio que exitse en la región, sus posibilidad de dilucidarlo y de enfrentarlo se han reducido.

Desde hace poco tiempo en todos los países de América Latina se observa un rápido crecimiento de la población urbana y del numero de ciudades, al punto que se ha convertido en una región predominantemente urbana; más de 300 millones de personas viven en ciudades con un grado de urbanización de 72%.

Como contrapartida y a un ritmo aún mayor que el de la urbanización, la violencia delincuencial urbana ha crecido significativamente en reste tiempo.

La violencia no solo ha crecido también se ha diversificado. Así con en tiempo han aparecido nuevas violencias antes desconocidas, inéditas manifestaciones de las antiguas y el crecimiento notable de ellas.

Los nuevos tipos de violencias han acarreado el nacimiento de nuevos actores o la transformación de los anteriores.

Las ciudades no solo son el lugar fundamental de la concentración de la población, sino también lo son de la diversidad y de la heterogeneidad en toda su expresión; social, cultural, económica, política. Por ello son el espacio privilegiado donde se potencian los conflictos, lo cual no significa que sean la causa central de la violencia.

La conflictividad urbana es una síntesis multicausal que provoca varios efectos, algunos de los cuales se pueden asumir formas violentas la ausencia de canales de desfogue. Por tanto, el problema radica no en la conflictividad y si en la inexistencias de canales institucionales para su procesamiento por vías especificas.

La violencia es producto de una relación social conflictiva que surge de interés y poderes que no encuentran soluciones distintas a la fuerza.

No es fácil encontrar casualidades o determinaciones de laicidad a la violencia, si se puede afirmar categóricamente que la violencia no es exclusiva de la ciudad y que esta se comporta mas bien como un escenario social. Esto significa que la ciudad como tal no se puede ver como determinante de la violencia.

Las violencias que se desarrollan en las ciudades tienen actores, formas u moles variados y multicausales. Cada una de ellas se construyen en escenarios sociales particulares: hay violencias políticas, económicas, intrafamiliares, y comunes.

Se puede percibir claramente que la violencia delictiva urbana de la centralizad es distinta a la de la periferia.

Los más afectados tanto en víctimas y victimarios de la violencia son el grupo poblacional entre 15 y 25 años. Es decir la juventud es el principal actor, en cuando a agentes de las violencias y víctimas principales.

El tema de la delincuencia urbana y por oposición el de la seguridad ciudadanas, sin ser homogéneo en el conjunto de las ciudades de la región, amerita ser asumido de manera inmediata. Sin lugar a dudas es un problema nacional de interés colectivo y público, que compromete al conjunto de a sociedad y sus instituciones. Así como no es un problema de exclusiva responsabilidad de la policía y la justicia, ni tampoco es sólo del gobierno, la población no puede excluirse y quedar pasiva, porque el paternalismo

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