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Violencia Urbana Juvenil


Enviado por   •  16 de Mayo de 2013  •  6.976 Palabras (28 Páginas)  •  459 Visitas

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VIOLENCIA URBANA

VIOLENCIA URBANA JUVENIL

VIOLENCIA URBANA JUVENIL

INTRODUCCION

La sociedad actual es una sociedad muy avanzada. Su avance se ve en la medicina, en la física, política, informática, tecnología por su nivel económico y social pero a la vez también genera desequilibrio económico y social que se traduce en inseguridad. Esta inseguridad daña la sociedad desde su pilar más importante que es la familia. Es en ella donde las personas reciben la educación y es en ella donde se forman los futuros ciudadanos. La influencia familiar es muy importante en el comportamiento de sus miembros. Una familia donde existe el diálogo, el cariño y el respeto formará hombres y mujeres respetuosos con los demás ciudadanos. Por el contrario, si en el seno familiar la influencia es negativa, agresiva, malos tratos, falta de diálogo, distanciamiento es un buen foco para que sus miembros no sean respetuosos con la sociedad. Este aprendizaje puede traducirse en delincuencia.

A la vez que en la familia los medios de comunicación, especialmente la televisión que tantas personas tienen como un miembro más de la casa, nos está bombardeando continuamente con conductas violentas, ya sea en informativos, en programas especiales de hechos violentos, películas, etc. Esto influye en el comportamiento de las personas haciéndolas más violentas y el peligro de que se conviertan en algo normal porque son hechos cotidianos que al principio impactan pero que más tarde se ven como cosas normales. Todos estos hechos llevan a la delincuencia en la familia, en las escuelas, en las calles, cuando el individuo no se ha educado en la responsabilidad personal, en las relaciones sociales, en el respeto de las normas y la comunicación, algunos miembros de éstas se unen en pandillas para ejercer la delincuencia callejera, sólo el placer de hacer daño a los ciudadanos, lo hacen de muchas formas y a distintos niveles. Esta violencia callejera puede ser desde romper papeleras, bancos, árboles, contenedores de basura a quemar coches, robar motos, robar en centros comerciales, tirones de bolso, timos... Esta violencia puede pasar a hacer daño físico a las personas, maltratándolas llegando incluso a la violación, degradando a la víctima y produciéndole daño psicológico que en algunos casos son irreparables. La violencia puede llegar a más, a dar muerte a ciudadanos inocentes.

Otro tipo de violencia está formada por las bandas armadas políticas que atentan contra la libertad de los ciudadanos por el hecho de no compartir sus ideas políticas, y a veces estos atentados son a gran escala, siendo dañadas personas que no tienen ideales políticos alguno. Existen bandas callejeras de niños que delinquen porque no tienen nada, ni casa, ni familia, ni ropa, ni alimento como ocurren en los países sudamericanos. Estos niños se ven obligados a robar para comer y vivir. En los últimos tiempos parece ir tomando fuerza un cierto clima de violencia en las calles santarroseñas, cuyo origen debería ser objeto de atención y de estudio para llegar a conclusiones confiables en lugar de dar rienda suelta a la imaginación y las especulaciones. Lo cierto es que las manifestaciones de intolerancia son cada vez mayores y más frecuentes en una ciudad -y una provincia- que siempre se caracterizó por su atmósfera de convivencia pacífica. Basta recorrer las calles con una mínima atención por el entorno para advertirlo. Algunos ejemplos ocurridos en los últimos días alcanzan para ilustrar muy bien este cuadro preocupante.

Es sintomático que esa clase de hechos se extendió a otros pueblos y ciudades de la provincia. Todos ellos subrayan algo más tan evidente como imperativo: la necesidad de ordenar seriamente el tránsito vehicular, educando y, a la vez, poniendo coto a los violentos para que no puedan dar rienda suelta a sus instintos agresivos hacia sus semejantes y, no menos importante, para que esos pésimos ejemplos no sean imitados.

La búsqueda de una definición de violencia implica una interrogación filosófica sobre la condición humana. Parecería que es imposible llegar a una y única respuesta que dé cuenta en toda magnitud de este fenómeno.

Se busca su origen desde varias disciplinas y es un hecho que no puede analizarse en forma lineal; se da en lo político, lo social, lo familiar, lo escolar; en lo deportivo, en todos los ámbitos, donde el espíritu humano se despliega, aparece como componente colateral la violencia.

Puede caracterizarse como la transgresión por lo menos de uno o dos derechos humanos fundamentales:

El derecho a determinar qué hacemos con nuestro cuerpo y que se hace con él.

El derecho a tomar nuestras propias decisiones y afrontar las consecuencias de nuestros propios actos.

PERO…. ¿QUE ES LA VIOLENCIA?

Es el resultado de los reiterados estímulos - enseñanzas con contenidos violentos, impuestos en el hogar, en la escuela, y en la sociedad, obligando al modificar naturalmente al cerebro y a todo el organismo, para el almacenamiento de dichos contenidos como memorias patológicas.

El libre ejercicio de pensar, desde tales memorias, conduce a comportamientos inadecuados contra el ambiente, las plantas, los animales, las personas, los objetos, y contra el propio individuo.

La formación de memorias para los comportamientos agresivos - violentos requiere de mínimas condiciones cognitivas, por la intensidad y duración de los estímulos que las generan y el importante compromiso afectivo que las involucra, al desaparecer dichos estímulos.

PRINCIPALES CARACTERISTICAS

La violencia es una acción ejercida por una o varias personas, en donde se somete de manera intencional al maltrato, presión, sufrimiento, manipulación u otra acción que atente contra la integridad tanto física como psicológica y moral de cualquier persona o grupo social.

Son tan múltiples las manifestaciones, características y participantes, que la violencia ha logrado un importante espacio en la atención de distintos especialistas, como sociólogos, sicólogos y filósofos, y por consiguiente el esfuerzo mantenido en su investigación para aclarar sus causas y efectos.

El desenvolvimiento de las distintas sociedades, no ha sabido manejar la violencia. La agudización de las desigualdades económicas y políticas han funcionado como trampolín de esta, al verse incrementada de los recursos, lo que se refleja en ira y depresión, sentimientos que mal manejados se transforman

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