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Waitin For Superman


Enviado por   •  5 de Febrero de 2013  •  2.468 Palabras (10 Páginas)  •  449 Visitas

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1980

5/1/1980: Acuerdo entre la CEOE y la UGT. Esta reforma tenía el objetivo de reconciliar la negociación colectiva y contemplaba mejorar las condiciones laborales de los trabajadores con el fin de aumentar la productividad.

9/6/1981: Durante la presidencia de Leopoldo Calvo Sotelo, se firmó una nueva reformalaboral con el objetivo de flexibilizar el mercado de trabajo. Se facilitó la contratación de trabajadores a tiempo parcial y se produjo un aumento de salario para combatir las previsiones de aumento de la inflación del año 1982.

El 14 de marzo de 1980, el Boletín Oficial del Estado publicó la primera gran norma laboral: El Estatuto de los Trabajadores. La referencia de todas las modificaciones que se han producido hasta la fecha. La patronal, CEOE, y la Unión General de Trabajadores alcanzaron un acuerdo para apoyar el proyecto de Ley del Gobierno de UCD que establecía un nuevo marco de relaciones laborales y negociación colectiva y dejaba atrás un escenario laboral heredado del franquismo. La norma que contó con el rechazo de CC OO fue intensamente debatida se revisaron 803 enmiendas antes de aprobar la estructura principal de

En este mundo pienso que hay millones de millones de escuelas, pero no comprendo la razón del porque no todas son de calidad, la educación debería ser de calidad para todos los seres humanos y que no dependa de donde está situada físicamente la escuela, es decir, en que vecindario se encuentre la institución. Los niños de hoy necesitan una buena educación, todos los niños deberían culminar sus estudios para que así haya un mejoramiento tanto en la educación, como en el desarrollo de la comunidad y aumente la calidad de vida entre todos nosotros.

Los políticos y mandatarios deberían preocuparse por invertir más dinero en la educación en vez de invertir dinero en guerras y las cárceles, el gobierno es muy ignorante al invertir más dinero en armas y en un preso que en un estudiante. Si el gobierno se preocupara más por los estudiantes que por los reclusos, se formarían personas de bien en el mañana y hubiera menos presos en las cárceles, generando una mejor sociedad.

En cuanto a los profesores, me parece injusto que hayan profesores los cuales se encuentran en un centro de reasignación, que por sus faltas desde la consistente impuntualidad hasta el acoso sexual, reciban sus salarios y sus primas simplemente divirtiéndose y leyendo el periódico, jugando cartas, etc. Y esperando su juicio por 3 años promedio, ya que sus audiencias duran ocho veces más que un caso criminal promedio.

Hay personas las cuales pelean y discuten por los beneficios y ganancias, pero no toman conciencia y no se cuestionan acerca de ¿si están realizando bien su trabajo o no?, antes de uno pelear por algo, debe tener argumentos y cada uno de nosotros debemos hacernos una autoevaluación para ver cómo estamos actuando frente a nuestro quehacer cotidiano.

Nosotros como profesores del mañana, debemos estudiar mucho y ser los profesores innovadores, lúdicos, didácticos los cuales enseñemos a los niños las temáticas con diversión, para que así los niños adquieran un aprendizaje significativo. Debemos quitar de la educación a los profesores mediocres y a la vez tradicionales, a los cuales no les interesa si el estudiante aprende o no, los cuales solo dan clase por ganar dinero.

La profesión de docente debe ser una pasión que nos inspire a formar buenos ciudadanos del mañana, con valores, actitudes, destrezas, fortalezas, etc. Los padres de familia de estos estudiantes no le temerán a la escuela en que sus niños están, por lo contrario, los padres confiaran de la institución de su hijo y se sentirán seguros de la educación que está recibiendo su niño.

Guggenheim. Allí, se busca retratar el mal estado en el que se encuentra el sistema educativo público estadounidense. Incluso, va más allá al teorizar sobre las razones de la debacle: la culpa es de los docentes malos, anclados a sus puestos de trabajo gracias a una legislación laboral rígida, defendida por sindicatos poderosos. En el transcurso de 1999, Davis Guggenheim registró el primer año de trabajo de algunos docentes, lo que dio lugar a un documental -The first year (2002)- orientado a demostrar la necesidad de profesores cualificados para superar la crisis del sistema educativo.

El documental relata la crisis de la educación pública a través de la trayectoria escolar de cinco estudiantes: Anthony, Francisco, Emily, Daisy y Bianca. Excepto Emily, todos ellos resultan ser “personajes” sumamente estereotipados: afroamericanos y latinos con familias disfuncionales de extracción obrera, que viven en los suburbios de las grandes ciudades. Todos ellos -excepto Bianca, que durante un corto tiempo tuvo acceso a una educación privada-, asisten a escuelas públicas. Ahora bien, una serie de datos estadísticos vendrían a verificar que dentro de lo desastroso del sistema público, hay escuelas mejores y peores. De ese modo, en algunas

escuelas los estudiantes tendrían mayores posibilidades de completar su escolaridad e ingresar a la universidad. Dada esa situación, el documental retrata la desesperación de las familias por ubicar a sus hijos en escuelas públicas con resultados superiores al promedio. Sin embargo, allí las vacantes son muy limitadas y se consiguen a partir de un sorteo. Así, se machaca sobre la idea de que el futuro educativo de los niños y adolescentes estadounidenses depende de una “lotería”.

El documental ofrece algunas pruebas del fracaso del sistema educativo. Según el Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes de 2003, Estados Unidos se encuentra en el puesto 25 en Matemáticas y 21 en Ciencias dentro de una lista de 30 países “desarrollados”. En todo el país, los estudiantes de 8° grado hábiles en Matemáticas rondan el 20% y el 30%. Lo mismo vale para Literatura. De ese modo, las escuelas primarias enviarían alumnos mal preparados a las secundarias. Así las cosas, las tasas de deserción escolar en el nivel medio resultan muy elevadas. Por generaciones, los expertos echaron la culpa de las escuelas fracasadas a los vecindarios fracasados. Pero los reformadores comenzaron a pensar lo opuesto: que los problemas de los barrios fracasados podrían achacarse a las escuelas fracasadas.”

Es decir, el problema estaría adentro de las escuelas. Más específicamente,

los culpables serían los docentes que hacen mal su trabajo y que, sin embargo, no pueden ser despedidos una vez que obtienen una “plaza” en el sistema público. Ello, en tanto y en cuanto, los contratos de trabajo son regulados por una legislación laboral, defendida fuertemente por los sindicatos, que garantiza

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