Análisis desde la epidemiología crítica “Y la banda sigue tocando”
Pablo Davila Monografía 18 de Abril de 2018
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“Y la banda sigue tocando”: Análisis desde la epidemiología crítica
Diego Alejandro Ossa Estrada, Luisa Fernanda Moyano Ariza, Martha Lucia Palma Vásquez, Ana Beatriz Vásquez Rodríguez, María Alejandra Rojas Ordoñez
1. Introducción
Y la banda sigue tocando, película dirigida por Roger Spottiswood, muestra la emergencia del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) y la respuesta dada en búsqueda de su diagnóstico y solución, particularmente, en los Estados Unidos durante los principios de la década de los años 80. A continuación se presenta un análisis de esta película y un acercamiento al proceso salud-enfermedad, desde la perspectiva crítica de la epidemiología.
La epidemiología crítica, como construcción teórica y científica de la región latinoamericana, surge ante la necesidad de tener una visión integral y holística de la salud-enfermedad comprendida como un proceso colectivo, es decir, histórico y social (Hernández, 2009). Claramente, esta perspectiva es una alternativa al modelo positivista, biologista e individual de la enfermedad, y a la concepción de los determinantes sociales y otras corrientes epidemiológicas. Su postulado principal es el reconocimiento de formas distintas de enfermar, curar, morir y vivir dependiendo de la clase social, la etnia, el género y el ciclo vital, desde la idea de la subsunción y a su vez de la autonomía relativa de lo biológico en lo social, en una relación dialéctica entre dominios globales, singulares y particulares. La epidemiología crítica asume una nueva praxis investigativa y política desde la salud (Breilh, 2013).
2. Objetivo
Realizar un análisis de la película “Y la banda siguió tocando” con un acercamiento al proceso salud-enfermedad desde la perspectiva crínica de la epidemiología.
3. Acercamiento crítico
3.1 Un eslabón importante, mirada desde el aspecto biológico en el VIH-SIDA
En ese sentido, el análisis de la película y del proceso en torno a la identificación del SIDA, debe permitir ubicar todos aquellos aspectos que trascienden la historia natural de la enfermedad (ver anexo 1). Para iniciar, Lomatte e.t en el 2002 presenta la infección-enfermedad por VIH/SIDA como una afección crónica transmisible de tipo progresivo y causa viral, en la cual se establece una relación muy diversa entre huésped y virus, que finalmente condiciona la aparición de procesos morbosos oportunistas o tumores raros, o ambos. La manera en cómo actúa el virus haciendo que el hospedero entre en un estado de inmunosupresión es muy particular y del cual para la época no se tenía registro. Adicional a esto, se presenta como detonador el hecho que afectara en un principio a la comunidad homosexual generando una alarma ante una situación desconocida y creando en la sociedad del momento reacciones aún mayores de rechazo, discriminación y prejuicio ante esta comunidad que serán discutidas con mayor profundidad a lo largo del análisis.
Inicialmente se infería que la ocurrencia de la enfermedad solo desencadenaría procesos destructivos individuales, pero de manera transversal, ante el crecimiento desmedido de casos para la comunidad homosexual, los centros de control de enfermedades gubernamentales tuvieron que enfocar sus estrategias desde la dimensión individual con procesos protectores que incluyeron la búsqueda del caso cero y su red de contactos estableciendo el modo de trasmisión que permitiría brindar a los individuos homosexuales y comunidad gay mecanismos específicos para limitar las transmisión, propiciando una conciencia de autocuidado y corresponsabilidad ante su condición.
3.2 Contexto social y político
La década de los 70, se caracterizó por crisis económicas mundiales producto de la política económica de intervencionismo estatal y de los mecanismos cambiarios fijos, bajo el objetivo de construir “la combinación precisa entre el Estado, el mercado, las instituciones democráticas para garantizar la paz, la integración, el bienestar y la estabilidad” (Harvey, 2007) en el seno de la guerra fría. Este modelo económico y político, denominado Estado de Bienestar, llegó a un momento de desgaste bajo una crisis de acumulación de capital evidenciada en elevadísimas tasas de inflación, acompañadas de incremento en el desempleo, dando entrada a las teorías neoliberales de Milton Friedman (Carpio, 2013).
Los principales focos de profundización del Neoliberalismo se encontraron en la década de los 80 – posterior al laboratorio implementado en Chile bajo la dictadura de Augusto Pinochet – en los Estados Unidos (en adelante EEUU) y Gran Bretaña, con Ronald Reagan y Margaret Thatcher, respectivamente (Harvey, 2007). Precisamente, la película se desarrolla en ese marco de cambio económico y político bajo la presidencia de Reagan, que se evidencia en los recortes presupuestales desde el Estado, mientras se favorece el fortalecimiento de los sectores privados como los centros de investigación, los bancos de sangre, la industria farmacéutica, entre otros. En el panorama político es necesario ubicar también el ascenso de la dinámica de movilización social que se vivía en los EEUU caracterizada por el fortalecimiento del movimiento sindical ante el desempleo, ajustes salariales, así como del movimiento LGBT en defensa de los derechos de la comunidad homosexual a raíz de la persecución y a la vez el olvido ante los reclamos de atención en salud para la emergencia del SIDA, en ese entonces desconocido.
Un aspecto importante a analizar se refiere a los cambios, en ese marco de medidas económicas, en el sistema de aseguramiento en salud de los EEUU, caracterizados por la descentralización administrativa y política de los servicios de salud, el recorte del aseguramiento estatal a partir de los Medicaid y Medicare con una mayor restricción en los paquetes de aseguramiento, entre otros aspectos que no permitían dar respuestas desde el Gobierno Central a ninguna problemática de salud, tal y como se evidencia en la película (Tavares y Fleury, 2005).
3.3 Un análisis de las inequidades desde la clase social, el género y el ciclo vital
Como lo plantea la Organización Mundial de la salud (2015) “El género se refiere a los conceptos sociales de las funciones, comportamientos, actividades y atributos que cada sociedad considera apropiados para los hombres y las mujeres”. Las desigualdades que emergen de esta construcción social pueden favorecer sistemáticamente uno de los géneros y por lo tanto procesos de inequidad social.
La epidemia de VIH/SIDA fue utilizada para justificar y reafirmar el prejuicio y la discriminación contra la población LGBTI (Ortiz, 2004). La película deja ver un difícil proceso de respuesta social frente a la enfermedad que fue catalogada inicialmente como “Cáncer Gay” lo cual provocó procesos importantes de estigmatización para la comunidad LGBTI que hasta el momento estaba generando procesos de participación colectivos que pretendían el establecimiento de los derechos de los homosexuales, quienes fueron considerados, pecadores, enfermos y anormales.
Diferentes situaciones impidieron significativamente la intervención y respuesta estatal, científica, política, social y económica de la enfermedad en el momento, producto de la “condena moral” que se le daba a esta población, así como las prácticas sexuales y modos de vida de las personas integrantes de la comunidad LGTBI, entre otras; las cuales constituyeron uno de los muchos agravantes que permitió y fomento la diseminación de la enfermedad.
Prosiguiendo con el abordaje de estas implicaciones, frente a la clase social es importante reconocer que la inequidad desde la determinación social en salud se entiende como el resultado de desigualdades sociales en las relaciones de poder y de dominación (Borrero C, 2013). Aunque algunos autores han planteado que las condiciones socio económicas son uno de los principales determinantes para enfermar (Hernandez L, 2009) durante la fase inicial de la epidemia, donde se pretendía tener un amplio conocimiento hacia el hallazgo de casos infectados, se evidencia que el evento clínicamente afectaba indistintamente a cualquier clase social. Durante el recorrido temporal de la película, se va haciendo evidente que cualquier grupo poblacional debe ser considerado susceptible ante la presentación de la enfermedad, pues las vías de contagio no están determinadas por el poder adquisitivo o el estatus en la sociedad. Ahora bien, en términos de acciones desarrolladas a nivel estatal frente al cuidado de la salud de aquellos candidatos a ser receptores de sangre donada, solo cuando es claro que no solo la condición de ser gay es suficiente para entrar en la población de vulnerabilidad, sino que cualquier persona con o sin dinero, con o sin estudio, con o sin poder podría enfermarse y morir, se realiza un análisis cuidadoso de la situación y se toman decisiones en pro de controlar al menos una vía de contagio, la transfusional.
Desde otras perspectiva, hubo un rechazo hacia las políticas públicas que impactaran la economía de otros involucrados; como es el caso del propietario de un centro de conglomeración de la comunidad gay (Saunas) y personajes de la industria de bancos de sangre, quienes mostraron total rechazo hacia estrategias de contención del contagio, haciendo evidente una vez más que para el inicio de apersonamiento de la enfermedad hay un vínculo claro con intereses estratégicos de un sector social (Breilh, 2013)
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