ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Análisis Por Capítulo Del Alma De La Toga


Enviado por   •  21 de Febrero de 2016  •  Documentos de Investigación  •  2.871 Palabras (12 Páginas)  •  362 Visitas

Página 1 de 12

Análisis Por Capítulo Del Alma De La Toga

por SoyLibertad | buenastareas.com


I. Quién es Abogado.

El abogado, es una persona integral, que sabe manejarse entre los conocimientos adquiridos en la universidad y las experiencias vividas, el conocimiento de la mente humana y/o de sus emociones, ya que todo esto es necesario a la hora de abogar.

Es fácil terminar una licenciatura, si se es aplicado, así muchos consiguen el título de Licenciatura en Derecho, pero para ser abogado hay que avanzar unos pasos más. No todo el graduado en Derecho ejerce, no todo el que ejerce es un buen abogado. Bien el que se gradúa puede pasar hasta el día de su jubilación siendo un escribiente, un oficial mayor, un periodista, un comerciante, con su titulo de Licenciado en Derecho, siendo un operador de justicia o ejecutando cualquier otra profesión, pero sin ser abogado.

El autor identifica el carácter debidamente constituido del abogado con virtudes que se complementan y que en apariencia pueden lucir como contrarias sin serlo:

- Convicción sólida y flexibilidad cuando conviene la paz o el arreglo;

- Rapidez en asimilar hechos e ideas y decisiones arriesgadas, pero meditadas;

- Olvido de la conveniencia personal en pro del cliente:

- La serenidad y la mente fría de quien lleva ventaja complementado con la astucia y la malicia de quien tiene las de perder.

En pocas palabras el autor exhorta a ser objetivos y a tener los reflejos necesarios para actuar ante x situación.

Enesta primera parte Ossorio, toca un tema que me llamo la atención y es el panorama que suele verse en algunas aulas de clases, el como el profesor pinta la profesión, de que haces lo que quieras, que ganas dinero, que trabajas poco, etc; como se dictan las clases: cero análisis, mucha memoria, un lenguaje florido muy orientado a la forma y no necesariamente profundo en contenido. Pero como dice el autor en la nota al calce “no se puede vivir sin la Universidad, pero hay que cambiarla”.

II. La fuerza interior.

El autor expone la regla general de confiar en uno mismo, como un requisito para el abogado.

La fuerza interior le da al abogado la seguridad de confiar en sus juicios y opiniones, de no dar pie a la corrupción, de mantenerse al margen de lo inmoral y antiético, de no dar cabida a la ira, de no desorientarse por la crítica, de afrontar el peso de la injusticia.

Sin la fuerza interior, sin la confianza en sí mismo, el abogado puede perder rápidamente el norte o desmotivarse al ver que el sistema y los colegas, no siempre funcionan de la manera mas justa.

No es dejar de aprender de los demás, es no dejarse desmotivar o corromper por el ambiente, por los demas, es mantenerse firme en las convicciones propias y tener la certeza que al momento de inferir, se esta en lo correcto y en lo justo.

III. La sensación de la Justicia

La justicia no es fruto del estudio sino de una sensación. El buenabogado, el que busca la justicia, no es aquel que de memoria cite los códigos y las leyes. Sino ese que ha aprendido a observar la vida humana. Ya lo afirma el autor diciendo “Lo que al Abogado le importa no es saber el Derecho, sino conocer la vida”. Del conocimiento de la vida se desprende el discernimiento del abogado para tomar buenas decisiones o rechazar otras, ya que en los textos no se encuentra este conocimiento, el abogado que crea que en los textos esta la razón de la profesión y la justicia estará expuesto a ser blanco de legalidades que no tienen porque atenerse a la justicia.

IV. La moral del abogado

Al abogado suele pintársele con la astucia del zorro, que defenderá con igual ímpetu al inocente y al culpable; que engrosará los honorarios, que no obrara a favor a la justicia, sino al dinero.

Si se duda sobre la moralidad de un negocio, este debe rechazarse. Si se comete el error de aceptarlo que sea por un error de juicio y no para sacar provecho de alguna situación turbia e inmoral.

Si el caso tiene un aspecto moral, debe buscarse su solución amparándose en la ley, si se hace una tarea difícil el abogado deberá evaluar si ciertamente es un caso moralmente claro. Si a pesar de las dudas nuestro juicio persiste, entonces se deberá luchar arduamente para que se haga justicia.

Para militar en una buena causa, hay que hay que usar los medios necesarios, aunque sean malos. En este puntoel autor expone unos cuantos ejemplos que en que casos podría ser valido, como lo son, ocultar la falta de una madre para que no afrente a sus hijos; dilatar el curso del litigio hasta que ocurra un suceso, o se encuentre un documento; amedrentar con procedimientos extremados a un malvado que o se rendiría a los normales, y así entre otros. A veces el abogado puede encontrarse en estas situaciones, algunas hasta poniendo en juego su reputación, pero tratándose de servir a una causa justa y buena, esta seria una acción ponderable.

Si el abogado acepta un caso, es porque estima que el poderdante busca justicia. Claro hablando de un abogado integro, porque hay sus opuestos.

V. El secreto profesional.

Como abogado se debe evitar contar las cosas que le confía el cliente, ya que como se sabe los secretos van de boca en boca, y eso podría ser perjudicial para el caso. De cualquier manera si se da la situación que el cliente le confía al abogado un secreto en el que demuestre que es culpable, a mi parecer y reiterando lo que dicen los capítulos anteriores, el abogado debería dejar el caso sin revelar el secreto, y sin exponerse a pelear por una causa que no es justa.

VI. La chicana

La chicana vendría siendo un embuste, una artimaña.,que podría muy bien deshonrar al abogado, por lo que se supone que este debería abstenerse de la misma., pero habría que analizar, cual es el fin deeste tipo de actos.

Por ejemplo, se valdría hacer una chicanería para hacer prevalecer la justicia, siendo este el caso, esta justificado. Pero si solo se tratase de un vicio de la voluntad, esta debe ser sancionada. .

VII. La sensibilidad.

El abogado debe tener un equilibrio en sus emociones, no puede ser ni muy frío, ni muy emocional. La relación con el cliente debe ser siempre cordial y respetuosa, que el cliente se sienta en confianza, abogar por sus derechos y hacerlos valer, pero sin involucrarse emocionalmente, así como tampoco deben cegarse por la codicia, ya q cualquier arrebato emocional podría provocar la toma de alguna una decisión mala p precipitada.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (18 Kb)   pdf (66.4 Kb)   docx (465.1 Kb)  
Leer 11 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com