Análisis sobre mal nutrición por déficit proteico – calórico en la infancia

Análisis sobre mal nutrición por déficit proteico – calórico en la infancia identificando las características clínicas de la desnutrición kwashiorkor, marasmo y mixta.

Jueves 21 de junio de 2018

El presente trabajo tiene como finalidad analizar la mal nutrición por déficit proteico-calórico en la infancia, identificando las características de la desnutrición kwashiorkor, marasmo y mixta, para lo cual se procede primeramente a una investigación bibliográfica respecto a estos temas, para una mejor comprensión.

La malnutrición proteico calórica o desnutrición proteico energética (DPE), se caracteriza no sólo por un déficit de energía debido a la reducción de todos los macronutrientes, sino también, por un déficit de muchos micronutrientes. Este síndrome es un ejemplo de los diversos niveles de ingesta proteica y/o energética insuficiente entre la inanición (ingestión nula de alimentos) y la alimentación insuficiente; además la desnutrición proteico calórica tiene tres formas en la clínica: seca (delgada, deshidratada), húmeda (edematosa, hinchada) y una forma combinada entre los dos extremos (Georgina, s.f.).

Por otra parte, pero en relación a lo anterior, están los casos clínicos de la desnutrición, los cuales son: de kwashiorkor, marasmo y mixta, éstos consisten en lo siguiente; el primero, (también llamado la forma edematosa o húmeda de la DCP) es un riesgo que se observa luego del abandono temprano de la lactancia materna, que suele suceder cuando nace un hermano menor que desplaza al otro del pecho. Los niños con kwashiorkor tienden a ser mayores que los afectados por marasmo. El kwashiorkor también puede ser resultado de una enfermedad aguda, con frecuencia gastroenteritis u otra infección (probablemente, en estos casos es secundario a la liberación de citosinas), en un niño que ya tiene DCP (Morley, s.f.); el segundo, es un tipo de malnutrición energética y proteínica severa acompañada de emaciación (flaqueza exagerada), caracterizada por una deficiencia calórica y energética. Un niño con marasmo aparece escuálido y su peso corporal puede reducirse hasta menos del 80% de su peso normal para su altura. En el marasmo, la principal carencia es de alimentos en general. Puede suceder a cualquier edad, sobre todo hasta alrededor de tres años y medio (Cabadiana, 2016); por último, la mixta, es la asociación de las dos anteriores.

Esta mal nutrición, se da generalmente en los países u hogares con grandes índices de pobreza, es importante mencionar que es una de las afecciones que más azota la población infantil, además de afectar directamente al desarrollo intelectual de los niños, es decir, deterioran sus habilidades de aprendizaje en la escolaridad, sin dejar a un lado que son más propensos al riesgo de muerte, esto es más en los lugares vulnerables, explotados o discriminados.

Lo mencionado anteriormente causa entonces un crecimiento deficiente en los infantes, además de su pérdida de peso, pérdida de masa muscular y ausencia de grasa subcutánea; lo cual comprende las características clínicas del caso clínico Marasmo, cabe recalcar que esto puede llegar a ser una enfermedad sumamente crónica como un denominado cáncer.

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