COMPETENTES O NO

¿COMPETENTES O NO?

                                        Por: Alanis Huamán

En el proceso educativo, la evaluación se utiliza con la finalidad de promover al estudiante, precisamente para conocer si este ha alcanzado el nivel necesario para ser promovido, si realmente es competente. Esta forma tradicional de evaluar se ha ido transformando de acuerdo a las demandas de la sociedad, existe una nueva manera de concebir a la evaluación, una evaluación con fines formativos. Esta nueva opción es la evaluación por competencias que busca generar  procesos formativos de mayor calidad y requiere de un complejo sistema que permita abarcar conocimientos, destrezas y actitudes enmarcadas en el profesionalismo.

La típica aula donde el profesor utiliza recursos expositivos, ejercicios y exámenes escritos frente a las carpetas rectangulares de los alumnos no va más, el nuevo escenario es donde al alumno se le exige una participación activa para saber solucionar situaciones de la vida gracias a su capacidad de análisis.  Hablamos de ser competentes, de ser evaluados por nuestras “competencias” ¿qué son?  tomando a Laisner (2000), podríamos establecer que “las  competencias son un saber complejo, resultado de la movilización y adecuación de capacidades, conocimientos, actitudes y habilidades utilizados eficazmente en situaciones que tengan un carácter común”. Es decir, el proceso que va más allá de solo el almacenamiento de conocimiento, sino que exige que este conocimiento se aplicado o usado con criterios y eficacia en escenarios de la vida real.  Y es que es cierto, El conocimiento como acumulación de saber no es significativo, su valor radica en el uso que se haga del mismo, tal y como lo plantea Miller con su estructura piramidal. En la base de esta tenemos al saber que refiere a los conocimientos, el segundo nivel es el saber cómo donde se espera el desarrollo de la capacidad de análisis y de diagnóstico del estudiante. Mostrar cómo, tercer nivel, se refiere al comportamiento del estudiante cuando se le expone a una simulación de la vida real; y el último nivel, hacer, la práctica cotidiana. Todos estos niveles necesariamente tienen que ser evaluados lo más cerca posible a la realidad.
¿Por qué? simple, las competencias no se adquieren exclusivamente desde la transferencia educativa de un curso, no se limita solo al ámbito teórico enciclopédico o mecánico irreflexivo va más allá , toma en cuenta el aspecto actitudinal y valores que se demuestra o se pone en práctica de acuerdo a la manera en la que opera la realidad.

Para concluir, tenemos que innovar hasta en la manera como evaluamos a los estudiantes, La innovación que se propone sugiere un replanteamiento en la educación superior con miras a reducir el impacto de lo tradicional y con ello contribuir con la formación de estudiantes más críticos y más reflexivos. Esta nueva propuesta no reduce la visión del sistema educativo, por el contrario, la amplia y beneficia al estudiante que se pone en las manos de sus maestros, hay todo un abanico de opciones que el docente tiene a su disposición para desarrollar habilidades en sus alumnos y así enriquecer los conocimientos que se van adquiriendo progresivamente. Para ello se requiere desarrollar estrategias educativas atractivas y estimulantes que compensen sus debilidades y refuercen sus fortalezas.

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