COMUNIDAD DE AVES EN LA SIERRA DE GUADALUPE, ESTADO DE MÉXICO

COMUNIDAD DE AVES EN LA SIERRA DE GUADALUPE, ESTADO DE MÉXICO

Diana Laura Garduño-Cortesano y Ana María Contreras-González

Laboratorio de Ecología, UBIPRO, Facultad de Estudios Superiores Iztacala, Universidad Nacional Autónoma de México, Avenida de los Barrios 1, Los Reyes Iztacala, Tlalnepantla, Estado de México, México. C. P. 05490. correo electrónico:  acontrerasgonzalez@gmail.com y dianitacogc@gmail.com

Introducción 

Se conoce como periurbanización al proceso en el que se incorporan espacios adicionales al polígono urbano original de cualquier ciudad. En México, el desarrollo del Área Urbana de la Ciudad de México es la mayor concentración urbana y a lo largo de su crecimiento, la demanda por vivienda rebasa la extensión y la disponibilidad de suelo para su aprovechamiento por lo que en repetidas ocasiones las viviendas se establecen en zonas de peligro o bien en zonas de importancia ecológica (Ayala-López, 2017). Por lo anterior, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas ha decretado desde 1978 como Parque Estatal a la Sierra de Guadalupe (PESG), una extensión de vegetación secundaria que brinda servicios ecosistémicos como regulación del clima, captación, escurrimiento y filtración de agua, generación de oxígeno, captura de carbono y asimilación de diversos contaminantes, la protección de biodiversidad y actividades de recreación y educación ambiental (Ruiz-Cazares, 2016; Ayala-López, 2017). En este último aspecto, las aves llaman la atención de quienes son atraídos por sus cantos, colores, conductas y cercanía a las concentraciones humanas. Por lo que la diversidad avifaunistica se relaciona con la percepción del medio que tiene la población en cuestión, es así que el éxito en la conservación de la diversidad biológica es también dependiente de las cuestiones sociales y culturales que rigen a una sociedad humana (Romero, 2013).

La ecología de aves se entiende más que la de otros vertebrados, esto es porque su diversidad comprende hábitos o bien, requerimientos de hábitat muy distintos. Entonces a través de la comprensión del uso de recursos del ambiente se identifican servicios ecosistémicos que brinda este grupo de organismos (Villafranco, 2000). Con base a lo anterior, las aves también se consideran bioindicadores, en la Ciudad de México, cada vez es más común ver pocas especies de aves en gran abundancia (p.ej. las palomas, los zanates y los gorriones comunes) (Blasio y Pineda, 2020; Villafranco, 2000). Al paso del tiempo, estas especies logran desplazar a las especies nativas y la riqueza biológica se ve reducida drásticamente, lo que hace cuestionarse la fragilidad del ambiente al que pertenecen cuando alguna especie se ve desplazada (Córdova-Tapia y Zambrano, 2015).

Por lo tanto, esta investigación reconoce la importancia de elaborar inventarios biológicos del sistema ecológico del PESG, con el objetivo de realizar un listado avifaunistico que identifique la comunidad de aves, así como también las interacciones ecológicas entre planta y ave para que al final se muestre un panorama más extenso sobre el estado de conservación del PESG, mediante una revisión bibliográfica y trabajo de campo.

Material y métodos

Área de estudio.

El presente trabajo se enfocará en el lado poniente del municipio de Tlalnepantla del Parque Estatal de la Sierra de Guadalupe, un complejo montañoso de 5,986 km2 de origen volcánico, ubicado en los límites entre la Ciudad de México y el Estado de México, al Oriente con los municipios de Tlalnepantla, Ecatepec y Coacalco y al poniente de Tultitlan y también Tlalnepantla (Ruiz-Cazares, 2016). El PESG tiene como coordenadas los paralelos 19°37' y 19°29' de latitud Norte y 99°12' y 99°02' de longitud Oeste. Su altitud varía entre los 2350 hasta los 3005 msnm. La precipitación anual es de 600-700 mm según la temporada, siendo de junio a septiembre la temporada de lluvias abundantes y por el contrario, la temporada más seca es a partir de noviembre hasta abril (Cedillo et al, 2007).

El origen del Parque Estatal es a consecuencia del alza de la altiplanicie lacustre del Valle de México. La constitución de la Sierra de Guadalupe es por lavas andésiticas, dacíticas y rocas piroclásticas las cuales están sobre un núcleo basáltico originados por estratovolcanes, calderas y domos en el Plioceno. Actualmente solo es visible las laderas montañosas de la Sierra y la planicie lacustre (Cedillo et al, op cit).

Según la clasificación de Köppen, modificada por E. García (1968), el clima del PESG es templado subhúmedo con lluvias en verano (C(Wo)(w)(i‘)) y la temperatura media es 16.7°C.

Respecto al suelo, es Feozems háplico y Leptosol lítico, y en menor escala el Fluvisol éutrico, es suelo poco profundo (40 cm), pedregoso y de erosión ligera hasta severa (Cedillo et al, op cit).

La vegetación está representada por Eucalipto, Casuarina, Cedro blanco, Ciprés panteonero y algunos pinos (Pinus cembroides, P. montezumae, P. patula y P. radiata). Sin embargo la vegetación nativa es Quercus rugosa, Q.deserticola, Eysenhardtia polystachya, Bursera sp, Opuntia sp, entre otras (Cedillo et al,op cit.; Ruiz-Cazares, 2016).

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