CONFLICTIVIDAD Y VIOLENCIA ENTRE LOS SERES HUMANOS

Los conflictos y la violencia son temas que han acompañado a los seres humanos de forma histórica y continua, sin embargo en las últimas décadas pareciera que se ha estudiado más al respecto e incluso se han realizado estudios que indican que pueden mermarse de forma significativa. Para entender mejor la temática tenemos que tener claro que un conflicto no es más que un desacuerdo que existe entre dos o más personas, y este mismo desacuerdo puede provocar violencia, que debe entenderse como las actitudes o situaciones que amenazan con hacer daño a uno o varios individuos; de allí la relación entre ambas temáticas.

Pareciera lógico tal como lo vimos antes, que ambos conceptos estén relacionados pero como lo indican estudios de ALBOAN ONGD (2008), una ONG Jesuita de España, Habitualmente la palabra “conflicto” lleva asociada connotaciones peyorativas. Seguramente esto sea debido a que solemos identificarla con “violencia”. Es cierto que en ocasiones los conflictos no son reconocidos como tales hasta que alguien reacciona con violencia ante la situación de injusticia que padece. Sin embargo, no toda violencia es expresión de un conflicto, ni tampoco todos los conflictos generan expresiones violentas. Podríamos incluso afirmar que, en último término, la violencia es la negación del conflicto, en la medida que pretende eliminar al diferente, negar su humanidad e imponer una falsa solución por la fuerza; sin embargo cuando un conflicto no se afronta, ni se dan los pasos para resolverlo por cauces pacíficos, se desencadena una dinámica de incomunicación, desconfianza mutua, temores y prejuicios que puede culminar en episodios de violencia, especialmente a nivel intergrupal y social.

Ya teniendo claro ambos términos es importante conocer que se ha hecho y dicho al respecto y hacer un análisis adecuado. "El instinto de lucha humano" es la causa de la violencia contemporánea" (Lorenz Konrad, 1972). Cuando vemos este tipo de pensamientos pareciera que la violencia es casi parte de la naturaleza del hombre sin embargo, tal como lo comenta David Adams (1989), sobre lo contemplado en el Manifiesto de Sevilla, la violencia no es una fatalidad biológica y si accionamos en conjunto podemos poner fin a la guerra y los sufrimientos que conlleva. Lo anterior nos hace tratar de entender que la violencia no es parte de nuestra naturaleza.

Morataya Victor (2006), en su Teoría de la Violencia Humana, hace una referencia a científicos de la historia, los cuales hacen ver la violencia como parte de nuestra genética y se basan en conflictos de la historia humana, algo que también retoma el Manifestó de Sevilla desde otro punto de vista. Este escritor nos indica que “la violencia existe desde siempre; violencia para sobrevivir, violencia para controlar el poder, violencia para sublevarse contra la dominación, violencia física y psíquica”.

“Rousseau, Bandura, Lewis y otros, el filósofo inglés Thomas Hobbes, tres siglos antes que Sigmund Freud, sentenció que la humanidad tiene una agresividad innata. Mucho después, los etólogos Konrad Lorenz, Karl Von Frisch y el holandés Nikolaas Tinbergen, comparando la conducta animal y humana, detectaron que la agresividad es genética, y que el instinto de agresión humana dirigido hacia sus congéneres es la causa de la violencia contemporánea” (Morataya, V, 2006).

La gran pregunta que nos debemos hacer, ¿Somos genéticamente violentos?, resulta complejo y por ello se han realizado manifestaciones tales como el antes citado Manifiesto de Sevilla, en donde se trata de darle al ser humano más racionalidad y capacidad de tomar decisiones de no ser violentos y de evitar conflictos que pueden llegar a guerras. Dando un simple vistazo a la historia pareciera que los científicos tienen razón, sin embargo en las últimas décadas y desde un punto de vista particular, los conflictos han

...