CURSO DE FILOSOFIA PARA CIENTIFICOS LUIS ALTHUSSER

ENSAYO SOBRE “CURSO DE FILOSOFIA PARA CIENTIFICOS LUIS ALTHUSSER”

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PRESENTADO POR: DANIELA FERNANDA ARAUJO DAZA

PRESENTADO A: ALFREDO RODRIGUEZ

UNIVERSIDAD DEL CAUCA

CURSO: FILOSOFIA DE LAS CIENCIAS NATURALES

PROGRAMA: FILOSOFIA -  NOCTURNA

2016

ENSAYO SOBRE “CURSO DE FILOSOFIA PARA CIENTIFICOS LUIS ALTHUSSER”

En el libro de curso de filosofía para científicos primeramente el autor nos habla de lo que hizo que se realizara dicha obra ya que el junto con amigos interesados en el problema de las ciencias y por los problemas filosóficos realizaron este curso.

Es entonces cuando se inicia planteando en la lectura sobre aquello de lo que se puede esperar de la filosofía, para el autor un filósofo es aquel que ha iniciado en el curso. Y lo que nos intenta dar a conocer en esta obra es una descripción de su manera  de ser y de su manera de practicar.

Por consiguiente nos expone 2 proposiciones las didácticas y más dogmáticas; en las didácticas nos habla de que para comenzar de alguna manera dando al principio definiciones aparentemente arbitrarias, que solo a continuación podrán ser demostradas; y en las dogmáticas lo que nos habla es de que el llama dogmático a la definición que se presenta en forma de tesis, y que entonces una proposición filosófica es una tesis.

La filosofía enuncia tesis, proposiciones que no dan lugar ni a demostraciones ni a pruebas científicas en sentido estricto si no a justificaciones racionales de tipo particular, distinto.

La filosofía tradicional puede responder a sus preguntas, pero estas no nos darían ninguna solución a los problemas científicos o de otro tipo. En el sentido de que los científicos nos dan soluciones a sus problemas de lo que equivale a decir que la filosofía no resuelve los problemas científicos en lugar de hacerlo la ciencia, y que por la tanto la filosofía no tiene nada que ver con ella, con ningún problema de la ciencia.

El autor nos habla de que la filosofía puede formularse diversas preguntas, pero que estas no constituirían un problema para la práctica científica y que en cambio las ciencias humanas es la mayoría de veces problemática. El filósofo se ocupa precisamente de cuestiones que no son del todo extrañas a los problemas de la práctica científica, a los problemas del proceso de producción de conocimientos, a los problemas políticos e ideológicos, al problema de la relación entre todos esos problemas. Que lo haga adecuadamente es otra cuestión, pero el hecho es que lo hace.

La inmensa mayoría de las filosofías, ya sean religiosas, espiritualistas o idealistas, mantienen con las ciencias una relación de explotación. Lo que significa: las ciencias no son nunca tomadas por lo que realmente son, sino que o bien su existencia, sus límites, sus dificultades decrecimiento, o su mecanismo, interpretados en las categorías idealistas de las filosofías que les son más cercanas, son utilizadas desde el exterior, burdamente o con agudeza pero siempre utilizadas para servir de argumento o de garantía a aquellos valores extra científicos a los que las filosofías en cuestión sirven objetivamente mediante su propia práctica, sus interrogantes y sus teorías.

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