Ciencias Sociales Lengua y Literatura El lado oscuro de la belleza

E.E.S.O.P.I. Nº 8224

“Nuestra Señora de Lourdes”

5to. Año C

Ciencias Sociales

Lengua y Literatura

El lado oscuro de la belleza

Alumna: Luraschi, Brisa.

Docente: Prof. Dusso, Fernanda.

Noviembre de 2018.

Los trastornos alimenticios, como la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, son enfermedades que suelen ser más frecuentes en los adolescentes (en mujeres y también en varones).

Una de las causas por las que puede darse son la influencia negativa de la sociedad y el modelo de cuerpo que esta impone. Otra puede ser por la baja autoestima de la persona y la visión distorsionada que tiene de sí misma. La familia, en algunos casos, es también quien influye negativamente, haciendo acotaciones hirientes o fuera de lugar, más allá de que sea con o sin mala intención, pero las hacen.

Los trastornos alimenticios se dividen en dos clases: en la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa.

La anorexia nerviosa puede darse tanto en mujeres como en hombres y es un trastorno que se caracteriza por un miedo intenso a aumentar de peso (incluso estando abajo del peso ideal). A esto se le suma un incesante esfuerzo por adelgazar, el rechazo a mantener el peso corporal en los valores mínimos normales haciendo dieta constantemente, una percepción distorsionada de la imagen corporal, la negación rotunda a reconocer el problema que padece y, en las mujeres, la ausencia de períodos menstruales.

Según el diario “La Gaceta”, Argentina es el segundo país con más casos de anorexia después de Japón.

Aquí, aproximadamente una de cada diez adolescentes sufre este trastorno.

Si la pérdida de peso es significativa o se produce en poco tiempo puede ser una amenaza para la vida de la persona.

Los factores hereditarios y también sociales, cumplen un rol muy importante en el desarrollo de esta enfermedad, es decir que si otro sujeto del entorno familiar experimentó esta obsesión puede llegar a ser que el individuo lo sufra también. O bien, una razón muy común es querer seguir el modelo de cuerpo “perfecto” que impone la sociedad, principalmente desde los medios de comunicación. En ella la mujer es atractiva solo si su cuerpo es, como muchos dicen, “noventa, sesenta, noventa”, y el hombre tiene que tener una figura musculosa, debiendo poseer una altura considerable y sus abdominales marcados.

Los síntomas que presenta el sujeto son: una baja frecuencia cardíaca, hipotensión arterial, malestar abdominal, un ejercicio físico excesivo, depresión (en la mayoría de los casos), miente acerca de la cantidad de comida que ingiere, oculta sus hábitos dietéticos y puede ser que pierda el interés por el sexo. De todos modos, los problemas cardíacos y aquellos que están relacionados con el sodio, el potasio y el cloro son los más graves.

Una vez que el individuo es diagnosticado como “anoréxico” el tratamiento que se lleva a cabo es el siguiente: se le modifican los hábitos alimentarios, comienza con una dieta baja en calorías, y a medida que pasa el tiempo y éste progresa se le implementan muchas más calorías, se le exige hacer las cinco comidas diarias, se le calcula el peso periódicamente y se le prohíbe el ejercicio físico.

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