Comunicación matrices

Una teoría desarrollista, unos mecanismos de desarrollo económicos y una filosofía economicista de las relaciones han creado la sensación de victoria cultural de un sector emergente que, siendo incluso un sector cuantitativamente minoritario con respecto a una población que tiene altísimos niveles de pobreza, está en condiciones de crear una apariencia, un imaginario, una consciencia del propio país en conexión con ese referente privilegiado que traduce los valores del Norte. Es decir, ha estado en condiciones de falsificar la capacidad receptiva del sujeto potencial de todo un pueblo, de toda una sociedad. Se impone el referente del gran triunfador del Norte, del que podemos dibujar incluso un retrato robot, un vestuario, una conducta, un comportamiento, una gestualidad, que en estos momentos puede ser una propuesta universal. Podemos encontrar la propuesta de ese ciudadano emergente en situaciones casi pintorescas, con un correlato objetivo realmente negador.

En cualquier sociedad agraria atrasada puede aparecer de pronto, como referente, el gran consumidor del Norte. Aunque Toffler se muestra optimista al augurar el próximo fin de monopolios universales como el ejercido por la CNN para transmitir una escala de valores estándar en concordancia con los intereses norteamericanos. El cree en una sociedad jerarquizada, con unos valores dictados por la espiritualidad, pero si la idea de Dios no sirve como disuasoria de la hegemonía del más fuerte, alguien debe asumir esa función, el Estado que legitima su violencia en nombre del Bien Común, como Dios la legitimaba por el Bien de los Hombres y su Salvación Eterna. Cuando se introduce la ética y la estética de la democracia, ese Estado Gran Inquisidor tiene que ser aceptado democráticamente.

Tiene que garantizar el orden nacional, internacional, europeo, social, interpersonal, pero tiene que ser mínimamente consensuado.

Gran Hermano creado por Orwell, ese poder que a través de la disuasión está en condiciones de imponer un consenso impidiendo que haya mensajes alternativos.

Una vez el propietario será un banco nacional, el Banco Exterior o el Banco Central

Pero si abres el estuche, la jerarquía de valores que se transmite, los mensajes, son parecidísimos independientemente de sus padrinos o propietarios. Hermano que Orwell imaginó en condiciones totalitarias y que estamos consagrando en condiciones democráticas, de dictadura democrática, según afortunada expresión del filósofo Eugenio Trías. Trinidad, resultado de la alianza entre el Gran Inquisidor y el Gran Hermano, creando un referente de triunfador social abstracto, el emergente, el que hoy se ofrece como un referente, sea al marginado africano, al extremeño, al latinoamericano, que queda al margen del mensaje si no está a la altura del referente que se le propone. Han desaparecido las causas históricas que explicaban la desigualdad, negativamente para el que la causaba, y se ha instaurado la desaparición de toda causalidad con un hecho fatal y es que aquel que no ha llegado a la fotografía fija actual del mundo en una buena situación dentro de la muerte plana del recuadro es porque ha nacido perdedor y ha tenido la desgracia de nacer en Somalia o en un barrio marginal y no en la durante un tiempo llamada Alemania Occidental o en Wall Street.

Esa es la consciencia que se transmite para fijar la legitimidad de las desigualdades y las relaciones de dependencia. Si le interesa, le pueden de vez en cuando dar alguna cosa pero, evidentemente, nunca le colocarán en una situación de discutir las relaciones de dependencia con respecto al Gran Hermano, al Gran Inquisidor del Norte y nunca podrá llegar a ser como el Gran Consumidor. El concepto de opulencia comunicacional que desde el Norte generaron los teóricos de la comunicación fundamentalmente franceses en los años setenta, hoy puede llegar a su última expresión desde los teléfonos de bolsillo, la capacidad prácticamente de estar comunicando constantemente que alcanza a los segmentos sociales si no mayoritarios, al menos lo suficientemente determinantes como para poder crear esa sensación de que estamos en plena opulencia comunicacional.

...