Conflicto Politico

"Con tantos hombres chinos solteros que buscan mujer y una población tan grande de mujeres africanas solteras en todo el planeta, tendría sentido que se unieran y se convirtieran en pareja", opina Jo Gan, una mujer afroamericana casada con un ciudadano chino.

Cada semana, su buzón electrónico recibía peticiones de otras mujeres africanas que le preguntaban cómo hacía para llevar adelante su matrimonio con su marido chino. Siempre les decía que no hay una red de seguridad en la vida. A veces, te rompes un hueso, a veces el corazón, y a veces tienes que romper tabúes en un país donde la persistencia de cierto racismo residual hace a muchas familias fruncir el ceño ante la idea de llevar una esposa de color a la familia.

Tras vivir en China durante cuatro años, Jo Gan, una mujer afroamericana casada con Michael Gan, chino, dije que una de las cosas que más le ha extrañado es la falta de parejas sin africanas, incluso en una gran ciudad. “Una de las razones es el estereotipo que propaga la televisión sobre las mujeres africanas como difíciles de controlar, muy sensuales, grandes y poco atractivas por el color de su piel y la forma de sus cuerpos”, opina Jo.

Con tantos hombres chinos solteros que buscan mujer y una población tan grande de mujeres africanas solteras en todo el planeta, tendría sentido que se unieran y se convirtieran en pareja”, añade Jo.

Ella es un ejemplo de que el amor puede superar cualquier prejuicio. Pero la “pérdida de cara” (desprestigio) que implica para algunos chinos tener una relación o estar casados con una persona de color pende aún sobre muchas familias del país asiático. Y los prejuicios locales pueden tomar derroteros inesperados.

“Nadie en el mundo de hoy admitiría ser racista contra nadie”, afirma Chen Yinghong, profesor asociado de Historia en la Universidad Estatal de Delaware, en Estados Unidos, consultado por ‘Global Times’. “Lo que a menudo traiciona sus prejuicios racistas contra ciertos grupos étnicos es que explican los logros socio económicos o los fracasos a partir de la cultura de dicho grupo, hasta que la cultura es utilizada básicamente como una alternativa a la “raza”.

Sultane Barry, presidente de la Asociación de Guineanos en China, afirma que cree que la raíz de ciertas actitudes hacia los africanos se debe a la actitud de los líderes africanos. “Mientras que los gobiernos de África sigan pidiendo, no hay forma de que puedan ponerse frente a alguien y defender los derechos de sus ciudadanos en ningún lugar”, explica. “También se necesita más sensibilidad de parte de los africanos aquí”.

Jo Gan añade que muchos chinos no reconocen la diversidad cultural existente entre las personas de color. Por ejemplo, confunden africanos con afroamericanos.

El ejemplo de Guangzhou

Guangzhou, capital de la provincia sureña de Guangdong,

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