Consumismo

CONSUMISMO

INTRODUCCIÓN

Hoy en día es impresionante la manera en la cual el hombre como individuo de una sociedad se ha convertido en una máquina de consumo, siendo este un ciclo en el cual no todos los factores llegan a un mismo punto de inicio, ya que existen grandes desigualdades tanto en la sociedad, pero sobre todo en la economía.

Consumir es extinguir el valor que un objeto ha adquirido a lo largo del proceso de producción, mediante sucesivos intercambios. El objeto existe, en términos económicos, cuando entra en el mercado. Cuando sale, se dice que se consume. (

Se inició a finales del siglo XIX y a mediados del siglo XX, en la que los mayores consumidores eran los miembros de las clases medias y altas que surgieron gracias al desarrollo industrial de esa época, en la que las personas que se habían enriquecido gracias a la aparición del comercio, veían una forma de diferenciarse de las personas de las clases sociales más bajas. A esto se le denominó como consumo ostentoso.

Después de la segunda Guerra Mundial y una crisis económica, nacen dos factores importantes que influyen directamente sobre el consumo, uno de ellos fue el desarrollo de las nuevas tecnologías basadas en los medios de comunicación (mercadotecnia y publicidad) y el desarrollo de los sistemas de producción en serie.

Para mantener esa situación de mejoramiento salarial y de cobertura social, era necesario acrecentar la producción y, en forma paralela, el consumo para que se pudiera absorber todo lo fabricado. Así aumentarían las ganancias de los industriales que, a su vez, dispondrían de más capitales para seguir mejorando la capacidad adquisitiva de las clases medias y bajas, formando un círculo en el cual todos los elementos debían conservar el equilibrio.

Con el tiempo, gracias a la basta industrialización se aumentó la producción de masa de bienes y servicios que nos lleva al “consumismo”, el cual podremos definir como el desperdicio y despilfarre de los recursos. Se desarrolló principalmente en Europa occidental, tras la aparición del capitalismo, la adquisición competitiva de riquezas significaba el símbolo de poder y prestigio para las clases sociales más altas. Mientras que las clases sociales media y baja se repercutían el gran prestigio de ser quienes gastaban menos y trabajaban más.

DESARROLLO

Desde el punto de vista de la desigualdad de riqueza, se ha señalado que el modelo consumista ha conducido a que las economías de los países pobres se introduzcan en la satisfacción del enorme consumo de las sociedades más industrializadas, mientras pueden dejar de satisfacer necesidades tan fundamentales como la alimentación de sus propias poblaciones, pues el mercado hace que se destinen los recursos a satisfacer a quienes pagan más dinero.

Los países más pobres se convirtieron en los principales consumidores de las multinacionales más ricas y con mayor producción. Diversos motivos que llevan a las personas a consumir más de lo que tienen, son la aceptación y estatus social, masificación y finalmente por necesidad.

Algunos de los factores que influyen son: la predisposición del consumidor de comprar productos de baja calidad, que a pesar de que sean de bajo costo, tener un periodo corto de vida y que pueden ser altamente dañinos para el medio ambiente, de esta manera se cumple el ciclo de usar, gastar y tirar; el deshecho inadecuado de objetos que pueden ser reutilizados o reciclados; pero sobre todo la falta de razonamiento y conciencia del ser humano para conocer sus necesidades esenciales y la falta de identidad.

Otra de las causas más sobresalientes en el consumo es la mercadotecnia y la publicidad, en el cual su fin más importante es hacer creer que los productos que antes se consideraban de lujo, ahora son una necesidad. Aparte de saturar sus espacios con programas de ocio y entretenimiento, convirtiendo al hombre en una funcionalidad de sí misma. La publicidad no se limita en engaños ya que juega un papel importante en el consumo de alimentos, bebidas, artículos milagrosos y otros productos basura que repercuten seria y directamente a la salud del consumidor.

Pero, ¿quién está detrás de estos productos?

Las empresas multinacionales son las únicas responsables de su producción, durante mucho tiempo se han beneficiado con la violación de los derechos humanos hacia la mano de obra; la explotación de niños que emplean en la elaboración de sus productos; la elaboración de productos tóxicos, sin normas de seguridad; la explotación de los recursos naturales; entre otras condiciones infrahumanas, las cuales han mantenido por debajo del agua.

Mientras tanto, multinacionales invierten sumas millonarias en la imagen de sus marcas, aprovechándose de la necesidad y haciendo creer a la gente a través de cualquier medio posible, que realizan proyectos del cuidado del medio ambiente, como la contaminación, la tala inmoderada de árboles; conservación del agua y del petróleo, conservación de especies; o con programas de ayuda y atención a personas con enfermedades y necesidades: como son la lucha contra el cáncer, la desnutrición, programas de atención a personas con capacidades diferentes, contra la pobreza extrema, o por la educación, etc. De los cuales nosotros como consumidores somos parte esencial del desarrollo de estos proyectos, llevándonos a consumir cada vez más sus productos. Sin saber que es más el porcentaje en el que se aumentan sus ventas, que el que designan a las causas.

Gracias a grupos ecologistas y activistas de los derechos humanos en los años 70, se obligaron a empresas a establecer normas de seguridad, contratar encargados de los derechos humanos, los principios ecológicos y sociales; y algo muy importante a rotular los efectos nocivos o secundarios que pueden representar sus productos. Algo que no es muy controversial, ya que aun sabiendo los efectos irreversibles que pueden llegar a tener en la salud, estos se consumen con más frecuencia,

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