Consumismo

SÍNDROME DEL OJO ELECTRÓNICO

PRIMER SINTOMA DEL CONSUMISMO

En la actualidad hay demasiadas cosas que nos están llevando a un cambio de vida, social, espiritual, comunitaria. Esto no solo está perjudicando a una cantidad de personas sino que es una realidad que asecha el mundo, esta problemática se llama el “CONSUMISMO”.

En la edad antigua, había algo que caracterizaba a las personas, y era que se desempeñaban día a día por obtener solo lo necesario, hoy en día no es así, debido a que la evolución del mundo a traído un sin número de realidades positivas y negativas, pero no negativas porque realmente así lo halla concebido Dios desde un principio, sino porque nosotros los seres humanos hemos entorpecido el funcionamiento de la misma realidad que debería ser positiva, es por eso que las personas del mundo actual se esfuerzan no solo por tener lo necesario sino también por tener lo innecesario.

Umberto Eco, nos da a conocer esta problemática desde su experiencia de vida y nos plantea con sus propias palabras, como el consumismo está acabando y deteriorando el conocimiento mismo de la persona, llevándola a tal punto de un colapso o desesperación inconsciente que se da indirectamente frente a la humanidad, trayendo consigo también un desenlace de incoherencias en el comportamiento adecuado de la persona. Él llama a esta problemática, síndrome del ojo electrónico, tomando como ejemplo una de tantas aberraciones del hombre que conducen a la gran enfermedad citada.

El gran interrogante que surge en estos momentos es ¿Cómo detener tal aberración en mitad de un mundo lleno de costumbres equivocas, establecidas por el hombre no por la naturaleza?, es entonces desde esta pregunta que quiero partir, para tratar de dar a mi realidad envuelta en esta situación dramática, una solución pronta, difundiendo así un pensamiento que podría llegar a ser positivo frente a tantos negativos existentes.

Observando el comportamiento humano desde una perspectiva antagonista, por la decadencia del pensamiento y por el deterioro de la integralidad moral de la persona, me he dado cuenta que la problemática surge no por el consentimiento del ser, si no por el condicionamiento que plantea la sociedad actual, “vive, pero vive de acuerdo a nuestra ley de vida”, un pensamiento subliminal que es atractivo ante los ojos de las personas, pero que como toda sublimación acarrea efectos de comportamiento erróneo que conducen a la monotonía existencial.

El tratamiento excesivo que algunos del común se han dado a la tarea de ofrecer, para el remedio o sustitución de tal síndrome, ha si sido de resultados pocos favorables, porque solo parten de querer arrebatar esta realidad de una forma absurda, sin antes haber analizado el consentimiento o voluntad que la persona pueda tener para abandonar este (arraigo) estilo de vida, la solución no se da por métodos iguales.

¿Por qué la gente cambia el conocimiento por tecnología?, porque solo ha llegado a un estado de facilismo, sin desmeritar la tecnología como herramienta que ayuda al hombre, el problema es cuando nosotros nos convertimos en la herramienta que ayuda a la tecnología, el discernimiento es un enemigo constate del mediocre, porque aunque él no discierne, se da cuenta de que esta acción de profundización, lo lleva a deshacerse de una comodidad o confort de vida, que no deja al enfermo salir de su enfermedad, cohibiéndolo tal vez de ser el posible inventor de la cura para este mal.

Si hubiésemos seguido utilizando el consumo como una fuente de conocimiento, mas no como una fuente de incertidumbre frente a la espera de la Felicidad, tal vez tendríamos un mundo diferente donde la felicidad seria una meta a corto plazo, pero nos dejamos vencer cada día más por la falta de el autocontrol , que es algo difícil de tener. Si la naturaleza no se controlara por ella misma, ya estaríamos reducidos a nada, que ejemplo tan grande que dejamos pasar porque el pensamiento de grandeza no nos deja mirar mas allá de la verdad.

Si dejáramos a un lado el yo ismo como puente que nos conduce al consumismo, seriamos más consientes de esta realidad y podríamos tomar partido en la solución de este síndrome, pero ¿cómo dejar el yo ismo?, solo se puede dejar esta corriente yendo en contra de ella, es contradecir esa propuesta que nos hace el mundo, desechando el facilismo e instaurando el conocimiento, no como otra potencia que pueda llevarnos al mismo error, sino como una potencia absoluta que nos conduzca a la verdad.

¿Que tanto me importa a mí la vida del otro?, es algo difícil de saber, cuando aun me encuentro en un estado donde ni mi vida me importa, esta pregunta surge desde la misma situación del mundo actual, porque en realidad esa palabra que todos los días me ronda en la cabeza “CONSUMISMO” solo da pie para que salgan a flote muchos interrogantes frente a la vida, tan solo la acción o efecto de consumir es ya la terminación de algo, ¿pero que hay después de ese algo?, una historia. Me atrevo a pensar que podría ser un enigma. Es por eso que empezando desde mi problemática de vida, me debo dar cuenta del problema del otro, porque tal vez ese otro sea la solución a mis problemas.

En uno de sus ejemplos, Umberto Eco, hace énfasis en que el ser humano está condenado a olvidar hoy lo que se grabo ayer, esto lo dice porque en una ocasión fue víctima del consumismo (indirectamente), desde un primer síntoma “el ojo electrónico”, ¿cómo es que una cámara digital nos puede robar el privilegio de almacenar en nuestro cerebro?, cuando podríamos convertirnos más diestros en recordar, pues si, porque la gente no utiliza bien esta herramienta, por ejemplo, alguien que tomo una foto probablemente sale con una imagen, pero no se dan cuenta de lo que ha visto, ejemplo que nos da Umberto Eco, para sensibilizar a las personas consumidas por ese síndrome del ojo electrónico.

Martin Heidegger, dice “la humanidad ha entrado en crisis por tener un enfoque limitado y tecnológico del mundo e ignorar la gran cuestión de la existencia”.

Es por eso que el materialismo no nos llevara a conocernos, solo nos traerá un caos que nos dejara en lo superficial de la vida y no nos daremos cuenta de la verdad por estar sumergidos en la mentira.

Hay que ser consciente de las capacidades que tiene el ser humano para dominar las diversas dificultades que se han presentado a medida que el mundo va evolucionando, pero con esa misma conciencia es que el hombre tiene que influir en la sociedad de una manera positiva, sin dejar a un lado la preocupación por las demás personas que nos rodean, esa es la única forma que hay para que las capacidades sean multiplicadas, compartiéndolas con el otro, solo que hay que ser más coherentes con la vida. El mal comportamiento no se puede justificar con las costumbres malas de nuestros antepasados, ese mal comportamiento hay que aceptarlo para poder corregirlo, es de esa manera que no nos dejamos consumir por el consumismo, la palabra mágica es actuar.

Cuando estaba escribiendo sobre aquella palabra mágica, me estaba refiriendo también a el autoestima y la fuerza intelectual del hombre como herramientas saludables que servirían de defensa frente a esta realidad el actuar es solo el impulso que debe llevar al hombre a someterse a sí mismo, para que pueda tener autocontrol y libertad de conocimiento.

Solo el poder de Dios, nos ha tenido de una u otra forma vivos en esta pequeña selva, donde se vive tan superficialmente, donde nada nos importa, nada nos afecta, pero estoy seguro que ha de llegar el día en las cosas cambiaran, porque nosotros mismos reaccionaremos de una manera tal, que aprenderemos el sentido de la vida, es por eso que la respuesta a esta pregunta de donde surgieron tantos interrogantes adicionales y a la conclusión que he llegado es que, el hombre en su eterna búsqueda de la felicidad, encontrara la respuesta que lo conducirá a la misma verdad, es ahí donde él, recapacitara y saldrá de esa monotonía para entrar en la realidad, una realidad que solo la comprenderá si conoce la experiencia del amor.

Andrés Felipe Lasprilla Ocampo

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