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Corrupcion en el mundo


Enviado por   •  14 de Enero de 2018  •  Ensayos  •  10.519 Palabras (43 Páginas)  •  230 Visitas

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Facultad de Estudios Internacionales y Políticas Públicas

Licenciatura: Estudios Internacionales

Materia: Derecho Internacional Público

Tema: Corrupción en el mundo

Maestro: Francisco Higuera Castro

Alumnas: 

  • Arlette Angélica Armenta Herrera
  • Evelyn Karime Beltrán Rubio
  • Zamira Leticia Barraza Gaxiola
  • Yamileth Soto Vega

Grado y grupo: 2-1

Culiacán, Sinaloa.  06/11/2017

CORRUPCIÓN EN EL MUNDO

Con el paso del tiempo y a través de los sucesos históricos que han influido en todo Estado, se han podido observar los procesos de desarrollo político que han sobrellevado cada uno de ellos. Las circunstancias o el contexto pudieron haber sido similares, pero cada país es un caso distinto con su desarrollo y situación actual particular. Sin embargo, existe un tema que se ha convertido en un aspecto en común y fundamental  a tratar en la política de muchos Estados y cada vez adquiere más importancia: la transparencia.

Durante muchos años, la sociedad de los distintos pueblos se mantuvo sujeta y confiada de la información que sus instituciones gubernamentales estuvieron dispuestas a presentar. Hoy en día, se pueden observar cambios sociales en los que se exige una mayor apertura por parte de las instituciones de gobierno y funcionarios públicos respecto a la manera en que conducen los procesos administrativos y financieros del Estado; esto en forma de una mayor y mejor difusión de dicha información a toda la población. Algunos Estados han establecido vías para intentar cumplir con este fin. Un ejemplo es el caso del Estado mexicano, que permite principalmente conocer el funcionamiento y la distribución de los recursos financieros a través de su Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública.

El nivel de transparencia de un Estado es de suma importancia, pues cuenta como uno de los dos factores que miden el nivel de legitimidad de este Estado. El segundo factor, de igual importancia, es el el nivel de corrupción dentro de un Estado. La corrupción es un problema multifacético y complejo, que no sólo ocurre en el sector público sino también en el privado y sus causas varían según los casos y sus consecuencias son numerosas e igualmente distintas. Puede observarse desde diferentes perspectivas: desde un caso aislado que involucra un solo burócrata, hasta su existencia como un fenómeno general que origina distorsiones en la economía de un Estado (Busquets, s.f.). De acuerdo con Antonio Serrano (2010), investigador de la Universidad Intercontinental (UIC) en México, económicamente, se puede decir que el corrupto es aquél que aprovecha los bienes públicos en beneficio personal, haciendo ineficiente al sistema; jurídicamente, corrupto es quien actúa en contra del orden positivamente establecido; y éticamente, es quien no sabe distinguir el orden recto de las cosas, y lo altera anteponiendo el interés, ya sea propio u otro cualquiera. Este investigador argumenta también que es necesario conocer la causa de la corrupción en el caso particular que estamos analizando para poder controlar sus efectos, apostando a que, conociendo la causa, podremos controlar sus efectos.

Como se explicó anteriormente, la corrupción es un fenómeno que cuenta con muchas caras, y con distintas definiciones, cada una con un toque particular que dependerá del teórico que se esté analizando. Para este trabajo nos interesa la definición de corrupción de tipo política, que sería el término opuesto a la transparencia. Nora Rabotnikof (1999) retoma los escritos de Thomas Nagel (1998) y la define como la corrupción de la lógica de la política, de su demarcación respecto al ámbito privado y de sus propios valores. Para esta investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México, la evolución de este concepto siempre incluye la violación de un orden normativo y este debe siempre absorber las creencias sociales, pues las condiciones culturales pueden propiciar la corrupción. Para Jorge Malem (2014) la corrupción está construida por actos y para que estos puedan ser considerados como políticamente corruptos, deben contar con las siguientes características: implicar la violación de un deber posicional; tener y utilizar como referencia un sistema normativo de carácter político; puede o no implicar una acción antijurídica; y estar siempre vinculado a la expectativa de obtener un beneficio extra posicional.

Historia de la corrupción

Corrupción y transparencia son dos entes que conviven y cada vez cobran más importancia dentro de las sociedades y los Estados. Es común leer en páginas de periódicos como suceden escándalos políticos alrededor de esta temática, están a la orden del día. En especial aquellos que involucran desfalcos de funcionarios públicos, en los que la población cada vez se educa más. Pero la información que es poco conocida, es que la corrupción no es un mal reciente. Es tan antiguo como el ser humano mismo.

Algunos historiadores creen que los primeros actos de corrupción se remontan hasta el reinado de Ramsés IX, al año 1100 a.C. en Egipto. Un hombre llamado Peser, funcionario del faraón, denunció en un documento los negocios ilícitos de otro funcionario que se había asociado con una banda de profanadores de tumbas. Dentro de la misma antigüedad, entre los griegos también se registraron actos de corrupción. En el año 324 a.C., el político Demóstenes fue acusado de haberse apoderado de las sumas depositadas en la Acrópolis por el tesorero de Alejandro. Y Pericles, otro político que era conocido como “el Incorruptible”, fue acusado de haber especulado sobre los trabajos de construcción del Partenón.

En Roma, el potente (uno de los nombres que se le daba a una persona de clase alta) caminaba seguido por una nube de clientes: cuanto más larga era su corte, más se le admiraba como personaje. El gobernante protegía a sus clientes y les otorgaba ayudas económicas o intervenciones en sede política. Y los clientes, por su parte, actuaban como escolta armada. También había acuerdos entre candidatos para repartirse los votos y para encontrar un empleo era común  recurrir a la “commendatio”, que era el apoyo para conseguir un trabajo. A pesar de todo,  la corrupción pública estaba mal vista en Roma. El caso más célebre es el de un gobernador de Sicilia a quien se le imputaron extorsiones, vejaciones e intimidaciones. Catón, un magistrado, fue procesado hasta 44 veces por corrupción. El general Escipión hizo quemar pruebas que acusaban a su hermano Lucio sobre una estafa que provocó daños en el imperio; fue condenado al destierro. Los altos cargos estaban muy vigilados. Para llegar a la cumbre, el candidato no solo tenía que haber ocupado cargos, tener una educación y proceder de una buena familia, además, tenía que tener patrimonio ya que había de presentar una fianza al principio de su mandato. Y cuando finalizara este mandato, se hacían las cuentas y quien se hubiera enriquecido tendría que devolverlo todo. También había penas muy severas para quienes eran acusados de corrupción: el exilio y el suicidio. Esta última era más recomendable porque le permitía al acusado conservar el honor, que era muy importante para los antiguos romanos. Sin embargo, se podría decir que se trataba de una doble moral: desviar los recursos públicos era una práctica reprobable, pero en los negocios particulares era muy común fingir demencia.

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