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Crisis 1932


Enviado por   •  22 de Septiembre de 2018  •  Ensayos  •  2.424 Palabras (10 Páginas)  •  253 Visitas

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INDICE

Introducción……………………………………………….…..3

Objetivos……………………………………….………………4

Marco Teórico………………………………………………...5

Conclusiones……………………………….……………….10


OBJETIVOS

  • OBJETIVO GENERAL:

Investigar y estudiar los hechos ocurridos en 1932

  • OBJETIVOS ESPECIFICOS:

  1. Asimilar y comprender los sucesos ocurridos en 1932
  1. Describir los acontecimientos y los factores que desencadenaron la crisis de 1932
  1. Comprender la crisis en una forma de convicción.

INTRODUCCION

Tras la independencia de El Salvador, los gobiernos fueron propiciando la creación de un sistema desigual, el cual dejaba alejadas del progreso a las poblaciones nativas de los territorios del Señorío de Cuzcatlán. El Salvador, sumido en una profunda crisis económica por la caída de los precios del café y la crisis de 1929, se enfrentó a una oleada de protestas y rebeliones contra el sistema desigual de tenencia de tierras, que se agudizaron con las reformas presidenciales que despojaban a los campesinos de sus tierras para darlas a los grandes terratenientes. Los campesinos e indígenas se levantaron contra el gobierno y atacaron instalaciones militares en el occidente del país.

El Salvador atravesaba una crisis económica generada en parte por la baja de los precios del café, el máximo producto de exportación y soporte comercial del país. Sin embargo, el negocio del café era monopolizado por pequeños grupos de hacendados y comerciantes que daban empleo a campesinos. Posteriormente ese empleo se convirtió en explotación, lo cual resultó otro detonante de la rebelión de 1932.

Los hacendados pagaban a los campesinos en monedas con las que sólo podían comprar en los establecimientos de quien se las pagó. Forjando así un circulo capitalista pisoteando al sector obrero.

El malestar social en El Salvador había crecido durante toda la década de 1920 a causa de los abusos por parte de la clase política y la amplia desigualdad entre los terratenientes y el campesinado.

Se calcula que la alimentación en la época para un jornalero no sobrepasaba el costo de $0.01 al día, por lo cual los beneficios de los hacendados eran bastante considerables. De hecho, para 1924, la producción total de café variaba entre 32 y 53 millones de kilogramos. El precio por cada quintal (46 kilogramos), oscilaba entre 42.55 colones; el cálculo de costos de producción para un quintal era de 13 colones, de los cuales dos iban a las manos del trabajador, uno a las arcas del Estado, uno a los vendedores de insumos y nueve a los grandes hacendados.

Pese a que la crisis afectaba a la población entera del país (y de casi toda Latinoamérica), ​ en el occidente de El Salvador la crisis era más aguda puesto que las políticas de los presidentes Pío Romero Bosque y Arturo Araujo habían llevado al casi total despojo de las tierras a los campesinos locales, generando gran malestar, lo cual se unía a las acciones militares que de manera tácita amedrentaban a los campesinos para que se abstuviesen de protestar. 

Otro elemento que antecedió a la rebelión campesina fue la inestabilidad política del país. Durante las elecciones de 1931, fue elegido Arturo Araujo, quien redujo los salarios en más de un 54%.​ Tras diversas acciones de rebelión militar, el presidente Arturo Araujo fue derrocado y sustituido por un Directorio cívico; luego se dio la llegada al poder del General Maximiliano Hernández Martínez en diciembre de 1931, la cual marcó el inicio de lo que se conoce como "dictadura militar". La gestión de Hernández Martínez se caracterizó por la severidad de sus leyes y de sus juicios. La pena por robar era la amputación de una mano, por ejemplo. Martínez fortaleció los cuerpos de seguridad y se mostró especialmente agresivo en materia de rebeliones, decretando la muerte para cualquiera que se levantase contra el régimen.

Con anterioridad a los eventos de mayor magnitud se acumularon acontecimientos y situaciones que finalmente incidirían directamente sobre el conflicto. Por un lado, el ejército salvadoreño estaba organizado para repeler cualquier levantamiento; por otro lado, el PCS realizaba actividades a nivel oficial que les llevarían a incluirse en el alzamiento.

Dadas las circunstancias de pobreza y desigualdad, algunos de los campesinos despojados de sus tierras y sometidos a trabajo mal remunerado empezaron a rebelarse contra los terratenientes y contra las autoridades. Al inicio fue de manera individual, lo cual facilitaba que las autoridades detuviesen o amenazasen a los rebeldes. Los grandes terratenientes estaban fuertemente ligados a las autoridades militares, por lo cual la defensa de las haciendas era realizada por cuerpos oficiales de seguridad. Después de varios arrestos, los campesinos iniciaron un proceso de organización de bajo perfil, es decir, con un objetivo común pero sin ningún modelo jerárquico; en tal sentido, los esfuerzos seguían siendo aislados y dispersos, fácilmente sofocados por los cuerpos de seguridad, que arrestaban a los rebeldes y los ponían a disposición de las autoridades, quienes los condenaban posteriormente al paredón de fusilamiento o a la horca.


MARCO TEORICO

En 1932 un levantamiento campesino fue duramente suprimido por el general Maximiliano Hernández Martínez, quien ordenó el genocidio de entre 25.000 y 32.000 indígenas. Sin embargo, las investigaciones sobre el suceso son escasas, "lo que ha tenido como resultado una impunidad estructural por parte del Estado salvadoreño", sostiene David Morales, procurador para la Defensa de los Derechos Humanos.

Entre enero y febrero de 1932, el general Maximiliano Hernández Martínez, que gobernó El Salvador entre 1935 y 1944, aplastó una insurrección indígena y campesina.  El Ejército asesinó a cualquier persona que pareciera indígena, exterminando así casi por completo la cultura indígena Pipil de nuestro país.

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