DEMOCRACIA INTERNACIONAL

Democracia tridimensional

Un TLC equitativo y respetuoso de nuestras instituciones

http://www.nacion.com/ln_ee/2004/julio/07/opinion5.html

Rodrigo Madrigal M., Josette Altmann B., Alberto F. Cañas, Juan Manuel Villasuso, Luis Garita B., Eugenio A. Porras V., Carlos Luis Rojas P., Margarita Penón G., Arturo Robles A., Román Macaya H., Marina Volio B., Cristian Tattenbach Y., Hernán Fournier.

Los suscritos, ciudadanos costarricenses preocupados por el enorme impacto que provocaría en Costa Rica el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (TLC), formulamos el siguiente pronunciamiento:

Considerando:

* Que el país ha sido muy exitoso en su esfuerzo por forjar una democracia tridimensional –política, económica y social–, inspirada en la solidaridad humana y en un estado benefactor que ha promovido el desarrollo y ha combatido la miseria, la ignorancia y la desigualdad.

* Que gracias a ese modelo productivo y solidario, en 60 años el país pasó de un ingreso per cápita de $750 a más de $3.500 al año, la esperanza de vida aumentó de 46 a 77 años, la mortalidad infantil de 123 a 9 por 1.000 nacimientos y el analfabetismo se redujo al 5%, pero esas conquistas quedarían amenazadas si se altera ese modelo.

* Que nos parece apropiado que Costa Rica negocie un tratado con EE. UU., por ser ese país nuestro principal socio comercial y por los viejos y sólidos vínculos de afinidad, amistad y solidaridad que han existido entre ambas naciones, siempre que sea un tratado equitativo y respetuoso de nuestras instituciones.

* Que es muy lamentable que el TLC negociado no consideró adecuadamente las desigualdades y asimetrías existentes entre ambos países, tanto en razón de su tamaño como de su nivel de desarrollo, omitiendo mecanismos que redujeran esas disparidades.

* Que el TLC es de una enorme complejidad y que sus implicaciones trascienden lo comercial y lo económico porque afecta elementos medulares de nuestra institucionalidad política, así como el actual esquema de distribución del ingreso, generando vencedores y vencidos, sin mecanismos que eviten o mitiguen una grave crisis económica y social.

* Que el impacto político, económico y social del TLC es de tal envergadura que casi equivale a una segunda constitución ya que toda legislación futura deberá ajustarse al tratado y no podrá contradecirlo.

* Que el TLC contiene numerosas disposiciones que afectan y modifican normas constitucionales, lo que obliga a un largo y complejo proceso que sobrepasa lo que tradicionalmente se considera materia de un tratado de libre comercio.

* Que nos preocupa la competencia desleal de productos de EE. UU. que, además de ventajas financieras y tecnológicas, disfrutan de enormes subsidios estatales y que, por esos motivos, los beneficios sean superiores a los perjuicios en sectores sociales y productivos muy importantes, especialmente en la agricultura, por lo que atenta contra nuestra seguridad alimentaria

* Que las desgravaciones unilaterales que ya existían en la Iniciativa de la Cuenca del Caribe se consolidaron, pero EE. UU. hizo muy escasas concesiones adicionales y fue renuente a compensar las desigualdades entre ambos países, con recursos de cooperación para superar las limitaciones estructurales del nuestro.

* Que nos han exigido la apertura en servicios de telecomunicaciones sumamente importantes –comunicación corporativa, telefonía celular e Internet– que representan el 70% de los ingresos en telecomunicaciones, lo que atenta contra la integridad del ICE, una de las más importantes fuentes de empleo, inversión, tecnología, democracia social y acceso universal a servicios claves para la movilidad social.

* Que la apertura en seguros tendrá un severo impacto, especialmente en los seguros sociales a cargo del Estado, particularmente en los riesgos profesionales

...