DESARROLLO DEL PENSAMIENTO CRÍTICO PARA UNA BUENA EDUCACIÓN

En la actualidad, el Perú es reconocido en las instituciones educativas por el bajo nivel de educación, en donde no se promueve una educación de calidad, lo que se evidencia en la presentación de “malos” ensayos, tesis, etc., pues el estudiante no sabe redactar, no sabe analizar, no tiene pensamiento crítico.

En la conferencia realizada en Facultad de Educación de la UNT, por la Mg. Olga Lamela Ríos, sobre la “Problemática de la investigación y el desarrollo del pensamiento crítico en las universidades latinoamericanas” se evidencia que el pensamiento crítico como una necesidad que nos aproxima a una buena educación, sin embargo ésta no se promueve porque cada vez estamos lejos de ella.

El pensamiento crítico se define como un proceso intelectual que en forma decidida, deliberada y autorregulada busca llegar a un juicio razonable. Este proceso se caracteriza por un esfuerzo honesto de interpretación, análisis, evaluación, e inferencia de evidencias, y porque puede ser explicado o justificado a partir de evidencias y de consideraciones contextuales, conceptuales y de criterios en los que se fundamenta.

En la conferencia se expusieron diversos factores que ayudan al desarrollo de nuevos conocimientos en el Perú, uno de ellos es “el hombre” como sujeto de conocimiento, ya que la evolución cognoscitiva empieza y se desarrolla en él. El conocimiento del estudiante se debe desarrollar a través de una educación de calidad y con los implementos adecuados, pero debido a que no se desarrolla su pensamiento crítico, el conocimiento conceptual de éste, tampoco se desarrolla.

Otro factor son “las instituciones donde transcurre el proceso”, en donde es deber de los docentes cumplir eficientemente con su función de guías y mediadores para que sus alumnos puedan desarrollar su pensamiento crítico y por ende, tener una educación de calidad. Sin embargo, la formación educativa que brindan los maestros es deficiente pues éstos no enseñan al estudiante a manejar y desarrollar su pensamiento crítico.

La mejor estrategia, que debería convertirse en política de la Institución, es proponer continuamente a los estudiantes la lectura de diferentes textos, algunos de los cuales incluyan datos e información de tipo cuantitativo y la producción de textos argumentativos, en los cuáles los maestros deben ser los guías para que así el estudiante pueda desarrollar, a través de esos ejercicios, la habilidad para decidir cómo aborda un texto dado y así desarrollar su pensamiento crítico.

En la exposición se dejó en claro que para pensar críticamente se requieren de un conjunto de habilidades o destrezas intelectuales necesarias, que son: análisis, interpretación, inferencia, explicación, evaluación y autorregulación; este conjunto de habilidades que debe ser la bandera de todo estudiante y profesional, se debe desarrollar y consolidar en las universidades, es decir ésta debe encargarse de formar “un pensador crítico ideal”.

El pensador crítico ideal es una persona habitualmente inquisitiva, bien informada, que confía en la razón, de mente abierta, flexible, justa cuando se trata de evaluar, honesta cuando confronta sus sesgos personales, prudente al emitir juicios, dispuesta a reconsiderar y si es necesario a retractarse, clara con respecto a los problemas o las situaciones que requieren la emisión de un juicio, ordenada cuando se enfrenta a situaciones complejas, diligentes en la búsqueda de información relevante, razonable en la selección de criterios, enfocado en preguntar, indagar e investigar, persistente en la búsqueda de resultados tan precisos como las circunstancias y el problema o la situación lo permitan.

Cuando al fin podamos lograr todas estas características, podremos decir que hemos tenido una buena educación, una educación de calidad.

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