DESPEDIDA UNIVERSIDAD

DESPEDIDA A MI UNIVERSIDAD

A MI GRUPO: Cuando éramos niños siempre pensábamos que seriamos de grandes ser, imaginábamos y jugábamos que éramos, doctores, astronautas, vendedores, constructores, maestros, etc., y eran solo eso, juegos y percepciones imaginarias del mundo, que nos hacían divertirnos y soñar que un día se volverían realidad, pero conforme el tiempo paso, conforme la percepción de la vida cambio y se fue haciendo más real, esas concepciones también cambiaron, pues ya no queríamos ser doctores y ya, sino ser doctores y trabajar en un gran hospital, ya no queríamos solo ser constructores y ya, sino ser constructores y hacer grandes edificaciones. Y cuando el tiempo paso aun mas, nos dimos cuenta que las fantasías y juego de niños ahora se hacían realidad, fuimos consientes de que ya no podíamos decidir que ser o qué papel tomar solo para jugar, sino que ahora era necesario que todos esos juego tomaran seriedad, pues ya no eran papeles de cinco minutos, ya eran papeles a desarrollar en el juego más importante en el que hemos podido estar, el juego de la vida.

Nos dimos cuenta que ya era tiempo de saber que querríamos ser, por lo que nos quedaba de vida, que actividad querríamos hacer a diario, con que querríamos llorar y sonreír, y entonces no fue fácil decidir, no fue sencillo pensar y reflexionar, pero al final cada uno de nosotros sabia muy en el fondo que rumbo tomar, muchos al inicio nos equivocamos, mas sin embargo pudimos recapacitar. Y elegimos en lugar de mirar una terreno para construir, observar un niño dispuesto a aprender, elegimos en lugar de recetar un medicamento como doctor, compartir un conocimiento con amor, decidimos que en vez de ganar un caso como licenciado, queríamos ganar la sonrisa de un niño aprendiendo entusiasmado y decidimos sobre todo, que antes ser cualquier cosa queríamos ser humanos, queríamos sentir el calor de un aula, el respeto de un grupo, los detalles de un niños, el aprendizajes de una experiencia, el agradecimiento de un padre de familia, el reconocimiento de una comunidad, decidimos decir orgullosamente; Soy maestro.

Y así desde hace un poco más de dos años, es que estamos aquí preparándonos para desarrollar la labor que muy pocos de manera efectiva pueden realizar, nos estamos preparando para ser grandes docentes, para aportar a cada uno de los niños por lo menos un poquito para mejorar, su vida, su entorno y su sociedad. Desde hace casi tres años estamos compartiendo un aula, un grupo, un sistema de amigos, una gran estructura familiar. Y es que formamos ya parte de la vida de otros, así como ellos forman parte de la nuestra, es que ya vivimos muchas cosas juntos, hemos llorado, hemos reído, hemos trabajado (porque también lo hacemos aunque cueste creerlo), hemos aprendido y no hemos equivocado, hemos peleado y discutido y no hemos apoyado.

Hemos conocido 25 vidas distintas, 25 formas de ser, y hemos sido capaces de aun con esa gran variedad, ser un solo equipo y marchar juntos hacia delante, y no es coincidencia que estemos aquí, no es casualidad que justo en esta escuela en este grupo nos hayamos encontrado, que hayan sido nuestros maestros los que lo han sido y no otros, pues en la vida es curioso como conocemos mil personas y no pasa nada y conocemos solo algunas y todo cambia, todo en el cosmos tiene una razón de ser, el destino nos unió por algo, y el porqué, tal vez no es del todo claro, pero debemos agradecer infinitamente que haya sido así y no de otra manera, pues estoy segura que todos hemos conocido grandes personas que nos han brindando su apoyo, compañía y amistad.

Y aun cuando el tiempo pase, cuando todo cambie, cuando cada quien tome su rumbo, cuando veamos distantes los momentos que ahora pasamos, cuando cada quien tenga su vida por separado, en nuestras mentes siempre estarán los recuerdos de todos y cada uno de los instantes que aquí existieron, siempre en nuestra

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