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De La Sala A La Realidad


Enviado por   •  28 de Mayo de 2013  •  2.893 Palabras (12 Páginas)  •  264 Visitas

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De la sala al a Realidad.

Foco:

El profesor siempre ha buscado motivar a su alumnado, y una buena técnica consiste en explicar para qué sirve su sector (ramo, asignatura) y qué aplicaciones tiene en la vida real; en algún caso el profesor no es capaz de trasmitir, de una forma clara, para qué sirve su asignatura o lo hace en unos términos que el alumnado, o bien no comprende o no le interesa, porque sabe que no tiene nada que ver con su contexto y no saben para que lo está estudiando. En otros casos, lo que se les explica les queda bastante lejano, suena muy pomposo o sencillamente no se lo creen.

En todos los casos, el problema es la brecha; “la brecha” es la bestia negra del aprendizaje y la formación. La brecha es ese gran barranco, que separa lo que se dice de lo que se hace; de nada sirve explicar a los alumnos las aplicaciones en la vida real de su asignatura, si después se les cuenta el royo de siempre, lo más que conseguiremos es que algún alumno, a mitad de curso, nos diga… pero ¿qué tiene que ver todo esto con las aplicaciones que nos contó?

Ahora, programamos nuestras asignaturas en función de las competencias que va a adquirir el alumnado, de las habilidades, capacidades y conocimientos con los que saldrá cuando finalice con éxito nuestras asignaturas. Todo esto suena muy bien, lo malo es que las competencias no se pueden meter en una mochila, no se pueden mostrar cuando nos hagan una entrevista de trabajo, en mi pueblo dicen, - en la cancha se ven los gallos - esto quiere decir que las competencias se demuestran, cuando se es capaz de aplicarlas, de hecho a una persona que hace bien su trabajo se le llama competente y al que lo hace mal incompetente.

Ahora, podemos decir a nuestro alumnado para qué sirven las competencias de nuestra asignatura y dónde se pueden aplicar, pero el problema es, y seguirá siendo, la brecha. Una cosa es decir para qué sirven y otra aplicarlas.

Hay un método (relativamente novedoso) que se denomina: “aprendizaje servicio”, que nos puede ser muy útil para disminuir la brecha (recuerden… la diferencia entre lo que se dice y lo que se hace). Básicamente el “aprendizaje servicio”, nos hace plantearnos ¿qué servicios podría dar mi asignatura a la sociedad?; dicho de otra forma, ¿qué servicios podrían hacer mis alumnos a la sociedad, con las competencias que pretendo desarrollar, con los recursos que se supone que van a trabajar, con las herramientas con las que se supone que van a adquirir habilidades?

Sé qué es difícil, pero…. ¿seguro que con las competencias que se adquieren en su asignatura no hay un sólo servicio que podamos ofrecer a la sociedad?, lo más probable es que lo haya (aunque no lo encuentre). Imagínese por un momento que ha identificado ese servicio, la siguiente pregunta es: si los alumnos son capaces de dar ese servicio ¿significaría que han adquirido las competencias?

Evidentemente, si la respuesta a la pregunta anterior es SI, en ese caso lo que significa el método “aprendizaje servicio” es que se ponga manos a la obra y se dé el servicio, ya que para ello, los alumnos tendrán que haber adquirido las competencias de su asignatura. Diseñar el servicio, desarrollarlo, ponerlo en marcha, entrar en contacto con la parte de la sociedad que se beneficiará de dicho servicio, su mantenimiento y evaluación del impacto será un excelente método para demostrar que su asignatura sirve para algo, y de paso devolver a la sociedad la inversión que está haciendo.

Para el profesorado, el servicio y el aprendizaje que conlleva, puede ser el eslabón perdido entre las aplicaciones de la asignatura y lo que se hace en el aula. Para el alumnado, el servicio que se ha ofrecido lo podrá meter en su mochila y mostrarlo cuando alguien, en una entrevista de trabajo, le pida que demuestre las competencias adquiridas, y para el liceo de formación……pues, depende donde tenga su visión estratégica y su compromiso con la sociedad: unos lo consideraran como un valor, como un activo intangible y otros como una pérdida de tiempo.

Es así, por ejemplo, el profesor de Educación Física, me preguntaba cuando conversé de la posibilidad de aplicar la innovación en nuestro liceo,… -¿cómo puedo yo articular algún aprendizaje esperado con algún servicio a la comunidad? – le pedí su programa de estudio y en segundo medio hay dos aprendizajes esperados que dicen:

Los alumnos y las alumnas:

• Distinguen y ejecutan en forma efectiva ejercicios y actividades orientadas al desarrollo de la resistencia cardiovascular y respiratoria y de resistencia muscular localizada.

• Identifican los aportes fundamentales que hacen los ejercicios y actividades de resistencia cardiovascular y respiratoria para la adquisición de hábitos de vida activa y saludable.

Y conversamos la posibilidad de llevar a los alumnos con un proyecto a los dos hogares de ancianos y/o a grupos de adulto mayor que existen en nuestro pueblo y aplicar lo aprendido con ellos y así ser evaluados, aún más, articular la actividad con otros sectores de aprendizajes, como Biología, Artes Visuales, Artes musicales, entre otras. En ese momento entendió el objetivo y lo eficaz del Aprendizaje Servicio y lo importante que es como estrategia de aprendizaje.

Y así, fuimos integrando a más profesores a esta experiencia de innovación, especialmente a los de los sectores del curriculun básico de nuestro liceo, como son Matemática, Lenguaje, entre otros, ya que los colegas de las especialidades del liceo en cierto modo lo han hecho, pero no articulado o formalizado dentro de su quehacer.

Contexto:

El establecimiento en que se va a innovar es El Complejo Educacional Juan Bosco de la comuna de Cunco, región de la Araucanía, perteneciente a la Fundación del Magisterio de la Araucanía, institución que bajo el alero de la Iglesia Católica imparte educación cristiana a jóvenes de la VIII, IX y X Región, nació a la vida pública en 1952 con la intención de responder a la inquietud de los Padres Capuchinos que llegaron como misioneros a la Araucanía, deseosos de dar una buena educación cristiana a la población de este vasto territorio, y fiel a los postulados de San Juan Bosco, sacerdote Italiano (1815 – 1888) considerado “El Padre y Maestro de la Juventud”, se ha esmerado en hacer de ellos “buenos cristianos y honestos ciudadanos”.

En primera instancia el establecimiento educacional fue administrado pedagógicamente por las Hermanas

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