REALIDAD NACIONAL

Análisis de la Realidad Nacional desde la Perspectiva

de la Oposición 2002-2011

Venezuela, país multicultural, rico en recursos naturales y sobre todo en calidad humana, ha venido enfrentando hace más o menos una década una polarización cada vez más radical, no puede negarse que existe un número significativo de ciudadanos que adversan el mandato del actual presidente de la República Hugo R Chávez Frías.

Actualmente la oposición en Venezuela, está representada por la Unidad Democrática, también denominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la cual es una coalición de partidos políticos de tendencias socialdemócratas, democratacristianos y centristas (Acción Democrática, Alianza Bravo Pueblo, Bandera Roja, Convergencia, COPEI Partido Popular, Cuentas Claras, Democracia Renovadora, Electores Libres, Fuerza Liberal, Gente Emergente, La Causa Radical, Movimiento al Socialismo, Movimiento de Integridad Nacional Unidad, Movimiento Laborista, Movimiento Republicano, Por la Democracia Social, Primero Justicia, Proyecto Carabobo, Proyecto Venezuela, Unidad Democrática, Solidaridad Independiente, Unidos para Venezuela, Unión Republicana Democrática, Un Nuevo Tiempo, Venezuela de Primera, Vanguardia Popular, Visión Venezuela, Voluntad Popular).

Fue creada formalmente el 23 de enero de 2008 en Caracas a través de un documento denominado Acuerdo de Unidad Nacional y reestructurada el 8 de junio de 2009, pero que en la práctica existía desde mediados de 2006.

Para el análisis de la realidad nacional se tomarán en cuenta los acontecimientos ocurridos a partir del año 2002 hasta la actualidad. Para aquel entonces comenzaron grandes protestas en contra de la administración de Chávez, debido a la aprobación de 47 leyes a través de un decreto habilitante. La oposición alegaba que las leyes perjudicaban al empresario y a los ganaderos y guiaban al país hacia un modelo de gobierno "castrocomunista".

La oposición política, en ese entonces estaba conformada principalmente por las grandes cámaras empresariales y los grandes medios de comunicación, ampliada por sectores políticos socialdemócratas y de centro-izquierda (AD, COPEI, Primero Justicia, Proyecto Venezuela, entre otros), así como algunos sectores de izquierda descontenta (MAS, La Causa Radical y Bandera Roja), los cuales exigían convocar a un referéndum para sacar del poder al presidente.

Desde entonces, hubo un enfrascamiento público de insultos entre los "revolucionarios" y la oposición. Advirtiendo una gran polarización social que tradujo entre marchas de ambos mandos, de manera continua, solo se redujeron en el año 2004, cuando Chávez ganó el referéndum para revocar su mandato, pero la inestabilidad política y las recriminaciones mutuas no han cesado.

El 11 de abril del 2002 se consumó un golpe de estado contra Chávez que lo derrocó por dos días, ese mismo día se genera uno de los hechos violentos más relevantes de la historia contemporánea, la cual es la masacre de 14 personas, seis opositores y ocho oficialistas en la ciudad de Caracas.

El dirigente de Fedecamaras Pedro Carmona es proclamado Presidente de Venezuela violando el hilo constitucional, y una de sus primeras acciones es disolver los poderes existentes, lo cual le dejaba pleno poder para gobernar la nación, hecho que fue repudiado por el pueblo debido a su fuerte contenido dictatorial y Chávez es restituido el 13 de abril.

En ese mismo año se realizó un paro general, llamado "paro nacional de carácter indefinido" según el lenguaje de los opositores, el gobierno lo tilda de "Sabotaje petrolero" ya que en él se vio afectado PDVSA, la compañía estatal de petróleo y pilar fundamental de la economía venezolana, la cual duró dos meses desde diciembre de 2002 hasta principios de febrero de 2003.

El mencionado referéndum para destituir a Chávez fue planteado por el oposicionismo desde 2002, miles de personas exigen la renuncia de Chávez mediante manifestaciones, y se pide la realización de un referéndum revocatorio, el cual se lleva a cabo finalmente en el 2004 y sin embargo, Chávez es ratificado.

A partir de ese mismo año Chávez comienza a definir el carácter socialista de la Revolución Bolivariana, enmarcado dentro de lo que denomina Socialismo del siglo XXI. Para Masó (2011) Chávez prefiere un debate ideológico, discutir en las nubes, comparar las ventajas teóricas del socialismo con las del capitalismo. Las promesas del socialismo, la igualdad, el fin de la alienación, la aparición de un supuesto hombre nuevo generoso, siempre serán tentadoras, parecerán superiores a las virtudes del capitalismo que justifica las diferencias sociales con el argumento de que las empresas necesitan ganar dinero, contar con un capital para así crear empleo y cumplir su función social. El socialismo del siglo XXI provoca que los venezolanos por primera vez en su historia salgan del país en masa.

Una de las medidas más sentidas por la población es la adoptada en el marco de la Ley de Expropiación por Causa de Utilidad Pública o Social aprobada en 2002, el Observatorio de Derechos de la Propiedad (OVP) ha contabilizado desde el año 2005 hasta agosto de 2010 un total de 1.237 violaciones de la propiedad privada la cual incluye afectaciones realizadas por el gobierno así como invasiones por terceros que no son controladas o repelidas por el Estado.

Para la MUD, las expropiaciones y confiscaciones no tienen ideología, ni tampoco clase social, ni género, ni profesión, el objetivo es el mismo: privar a los trabajadores y productores venezolanos de los frutos de su trabajo, impedir que puedan crecer al expandir sus negocios, limitar la propiedad familiar y convertirnos en esclavos de un Estado autoritario, someternos y que nadie prospere en forma autónoma, con su esfuerzo, sino hacernos dependientes de una burocracia incompetente y corrompida.

Estas violaciones a la propiedad privada han ocasionado un retroceso en la producción agropecuaria nacional. Un ejemplo de esto es que en 1998 se producían 407.601 toneladas de carne bovina y solo se importaban 3.670 especialmente en cortes especializados. En 2009 la producción nacional decayó a 269.953 toneladas mientras la importación ascendió a 395.484 toneladas.

La caída de las inversiones públicas y privadas es superior a USS 3.100 millones en la última década, producto de la falta de reglas claras para la inversión y las reiteradas estatizaciones que conspiran contra la productividad. Los sectores más afectados son los que generan empleos masivos como la construcción, la manufactura, el comercio, entre otros.

Luego, el 4 de diciembre del 2005 se celebraron las elecciones legislativas, en las cuales los partidos que apoyaban al presidente Chávez obtuvieron la totalidad de escaños en el parlamento al haberse retirado de la contienda la mayoría de candidatos de la oposición acusándolas de fraudulentas y que no garantizaban el voto secreto, decisión que tomaron a pocos días de los comicios. Esta decisión tuvo como resultado un alto nivel de abstención en dichos comicios de más del 70%.

En diciembre de 2006 es reelecto Hugo Chávez como presidente de Venezuela. En diciembre de 2007 resulta rechazada la reforma constitucional promovida por Hugo Chávez. Sin embargo, Brewer-Carías (2007) en sus Comentarios sobre el Proyecto de Ley Habilitante señala que, el Presidente de la República pretende legislar sin transparencia alguna, sin que se conozcan los proyectos de leyes, sin que puedan debatirse, y sin que se realice la consulta pública que la Constitución le ordena hacer a la Asamblea Nacional respecto de los proyectos de ley (artículos 206 y 211). El 31 de julio de 2008, son promulgadas las 26 leyes producto de la Ley Habilitante del 2007.

Luego en Septiembre de 2010 se realizan las elecciones parlamentarias, donde en medio de una alta polarización el oficialismo obtuvo 96 diputados, la oposición 63 y Patria para Todos 2, con lo cual el Gobierno perdió la mayoría calificada en el nuevo parlamento venezolano.

Al no contar con los dos tercios (110 diputados), el oficialismo se verá obligado a negociar con la oposición para ejercer las más importantes facultades del Poder Legislativo: convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, aprobar leyes orgánicas y remover a rectores del CNE y a magistrados del Tribunal Supremo de Justicia. Los resultados de la contienda corresponden al peor de los escenarios que se había planteado el oficialismo.

Ante este escenario, la bancada oficialista en el Parlamento venezolano aprueba en Diciembre del 2010, la Ley que Autoriza al Presidente de la República para Dictar Decretos con Rango, Valor y Fuerza de Ley en las Materias que se Delegan, Ley Habilitante, la cual le permita al presidente Chávez anular la nueva Asamblea Nacional que entraría en ejercicio en enero de 2011 y que cuenta con amplios escaños en manos de partidos opositores al gobierno.

La Ley Habilitante puede traer nefastas consecuencias para la democracia y el respeto a los derechos humanos. Existen además, otras iniciativas que menoscaban las libertades fundamentales. La reforma a la Ley de Responsabilidad Social en Radio, Televisión y Otros Medios; cuyas incorporaciones regulan, limitan, controlan y restringen Internet, se constituye en una grave violación al derecho a la información, libertad de prensa y por ende la libertad de expresión.

Para el Presidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor Ubaldo Santana lo que realmente es fundamental es la vida, los derechos humanos, el cuidado de la persona, de su salud, asegurarles viviendas y un empleo que les permita vivir dignamente.

Márquez Rodríguez

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