¿De que manera la economia naranja puede ayudar a la industria cultural de el Ecuador?

Universidad de las artes

Economía política

¿De qué manera la economía naranja puede ayudar a la industria cultural en el Ecuador?

Examen segundo parcial

Karla Solorzano Campoverde

28/01/2022

Para empezar, vamos a explicar “la industria cultura” y “la economía naranja” a detalle para saber de qué tratan estos temas, con esta investigación, más el contexto de la pandemia en el Ecuador, podremos buscar una solución a nuestra problemática. El termino de “la industria cultural” pertenece a la escuela de Frankfurt junto al consumo de masas, el fetichismo de la mercancía, la pérdida del aura, etc. Mencionado por Daniela Szpilbarg y Ezequiel Saferstein en su texto: La escuela de Frankfurt, que era conformado por varios teóricos alemanes, y la teoría crítica sobre la industria cultural,

El termino es presentado por Adorno y Horkheimer en su artículo sobre la misma, escrito por ambos durante la Segunda Guerra, este texto supone una mirada crítica, radical y profundamente pesimista sobre la función de los medios de comunicación que se estaban desarrollando en la época como el cine, la radio y la fotografía. Otro termino que es importante a mencionar es el Iluminismo, que es una ideología de los autores basada en que la razón del hombre funciona para crear una sociedad, en otras palabras, este texto fue una crítica hacia la cultura de masas que surgía.

Entonces, se establece tres ideas fundamentales, en primer lugar, la idea que involucra la cultura con el capitalismo, esto debido a la tendencia social objetiva de la época que se centraba en las intenciones subjetivas de los dirigentes supremos, estableciéndose una hegemonía cultural, es decir que la cultura predominante era la de los poderosos, era de quienes tenían poder en el estado. Otra cosa a mencionar es el hecho de diferenciación y un manejo de las masas que fueron las distinciones enfáticas, como aquellas entre films de tipo a y b o entre las historias de semanarios de distintos precios, todo esto para clasificar y organizar a los consumidores, creando una jerarquía de cualidades en donde cada uno se comportaba según su nivel y se dirigía a la categoría de productos de masa que fueron preparadas para su tipo.

Se puede concluir entonces que el nuevo objetivo de este esquema capitalista, dividiéndose en propagandas según sus niveles, es que no haya distinción de lo uno con lo otro por medio del espectáculo, de la realidad con la imaginación, del trabajo con la diversión, siendo esta la prolongación del trabajo bajo este esquema capitalista tardío que vive dentro de los espectadores, siendo el público de la industria cultural.

La segunda idea es sobre la reproductibilidad y es donde se relaciona con el texto de Benjamín: La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica, tanto Adorno como Benjamín coinciden en que el auge de la sociedad de masas y las creaciones que

vino de ello, fue una era de degradación al arte, ya que solo existía para ser consumida, sin embargo, siendo el nuevo arte popular, caracterizado por ser estandarizado y producido en serie en radio, cine, editoriales, etc. La cultura empieza a producirse como mercancía más y estas industrias culturales van a convertir a las masas en público y en eternos consumidores no en productores de cultura, es cuando empezamos a hablar de la sociedad de consumo de Bauman.

Todo esto viene siendo un soporte ideológico de la industria cultural, que cuida de imprimir en sus productos todas las consecuencias de sus técnicas, siendo como un parasito que usa dicha técnica pero sin valorar la creación del artista y sin consideración hacia la propia técnica artística, careciendo de valor estético, en conclusión se resume en construcciones de productos triviales , a la acumulación de bienes materiales por parte de las comunidades, en lugar de buscar productos que contribuyan a la calidad de vida, esto en palabras de Adorno.

Algo interesante es que se empezó a consumir estos productos por la sociedad, en donde el individuo acepto el nuevo sistema al comenzar a disfrutar el espectáculo, pero no por el goce si no por el prestigio que le puede dar hablar del producto cultural con amigos, personas, etc. Sucediendo un intercambio por medio de este producto cultural, ya no es valor de uso sino valor de cambio que adquiere dicha obra, siendo uno de los elementos medulares que esta crítica le hace al ensayo de Benjamín, no se pierde el aura con la reproducción técnica, lo que se pierde es el valor de uso, cambiado por el valor de cambio que es una consigna del capitalismo y del nuevo esquema.

Por último, el ensayo expresa todo el pesimismo de los autores, puesto que esta formulado desde un resentimiento elitista ante el surgimiento de una cultura de masas que anunciaba el hundimiento de la vieja cultura burguesa, que a su vez era respaldada por un desencanto y barbarie universal. Podemos concluir entonces que la industria cultural es un valor en el mercado que establece la reproductibilidad de la obra de arte como el síntoma de una coincidencia entra la producción artística y la revolución industrial, por lo tanto, este sujeto a una economía.

El problema de esto es que con el tiempo la demanda ha aumentado, agotando los recursos con los que ya se contaba al contar con los avances de los nuevos medios y su inserción en diferentes campos de la industria cultural como lo son la arquitectura, la música y más que nada, con la creación de las plataformas digitales se dio la necesidad

de buscar otra forma de seguir manteniendo este mercado haciendo uso de estos avances, es decir una actualización de los bienes que va a la mano de la reproductibilidad y con un equipo interdisciplinario, es así que la creatividad se convierte en una industria que empieza a ser un recurso valorado.

Entonces, podemos entender que la nueva industria creativa está en el centro de la economía creativa o economía naranja, como se la sabe llamar, que se definen como un conjunto de actividades con ciclos de producción de bienes y servicios que usan la creatividad y el capital intelectual como principal insumo, su valor está en la propiedad intelectual.

Pero, ¿qué es la creatividad?, ¿ser creativo es algo innato o algo que se enseña? Si bien la creatividad está presente en toda acción humana, hay que analizar las condiciones de producción como diría Benjamin o Marx para que se estimule la creatividad y para que emerjan creativos y creativas que contribuyan a diversificar la economía, cada vez más exigente y valorado en el mercado de trabajo.

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