Derechos Humanos

Como bien sabemos, los Derechos Humanos son inherentes,

todas las personas nacemos con derechos que nos pertenecen por nuestra condición de seres humanos, la propia naturaleza nos otorga ese conjunto de facultades y libertades fundamentales que tiene una persona por el simple hecho de serlo, es por ello que deben ser reconocidos y garantizados por el Estado.

Según lo que conocemos a través de la historia, los derechos humanos fueron desprendidos de lo que se vivió en la segunda guerra mundial, todo aquel sufrimiento de la gente gracias al fascismo y al nazismo vivido para entonces. Donde muchas personas lucharon y hasta dieron la vida por lograr un reconocimiento.

Los derechos humanos le pertenecen al hombre una vez que nacen y con éstos derechos también todas las garantías que el ser humano necesita para desarrollarse en la sociedad, para disfrutar la vida dignamente ya que estos derechos reconocen la libertad, la igualdad, la fraternidad y la no discriminación como parte de esos derechos que son superiores ante la imposición de cualquier estado.

Ahora bien, en la práctica se desarrolla de manera distinta puesto que vivimos en una sociedad llena de imposiciones, de prejuicios que la misma gente que nos rodea nos hace ver como necesarios para el vivir del día a día en donde nos sentimos divididos por estos modelos de convivencia y hasta por condiciones que ciertos grupos sociales nos imponen para ser aceptados y vistos sin distinción, lógicamente esto proviene de un sistema el cual nos han impuesto durante siglos, pese a la modernización y a la evolución de nuestro mundo así como al reconocimiento de derechos de garantías que deberían mejorar nuestro nivel de convivencia seguimos llevando una vida sujeta a un patrón que nos ha vendido el sistema capitalista, donde nos exige desde cómo vestir hasta como pensar, haciendo que nuestra vida sea siempre individualista y no socialista ni humanista, esto nos demuestra de la manera más palpable que muchos de estos derechos no son iguales en la práctica, en nuestra vida cotidiana vemos como son vulnerados estos derechos, aún cuando las naciones unidas en asamblea general haya aprobado los derechos humanos para dar y reconocerle a los individuos la igualdad ante todo, vemos en realidad que ninguno somos iguales, que deberíamos tener los mismos derechos y las mismas oportunidades sí sería un reconocimiento verdadero, pero resulta que vivimos en un mundo totalmente dividido por Razas, por Religiones, por un conglomerado de ideologías que nos hacen ser totalmente diferentes, desde que nacemos hasta que morimos.

En nuestro país se ha dado un paso gigantesco al reconocimiento de derechos y de garantías a los ciudadanos a través de la constitución de 1999, donde se consideran muchos grupos que han sido vulnerados y discriminados durante años ejemplo de ello los grupos o pueblos indígenas que a pesar de que la anterior constitución (1961) a través de decretos se les favoreció con la educación a través de programas especiales, y también se les reconocían ciertos derechos y para que se les viera como ciudadanos iguales a los demás, sabemos que eso no ha sido posible, que muy a pesar de todo lo que actualmente se les reconoce legalmente, estos grupos y muchos otros sectores han sido víctimas de discriminación, de racismo, de exclusión y de atropello, muy a pesar de la buena intensión que se muestra en la carta magna creada en un proceso que se emprende hacia el socialismo y de la existencia de los Derechos Humanos. Analizando nos damos cuenta que esto ya es un problema de nuestras raíces de dónde venimos, nos hemos acostumbrado a vivir bajo unos prototipos de vida guiadas por el fetichismo, en no aceptar ni respetar en muchos casos los pensamientos e ideologías de las personas que nos rodean haciéndonos egoístas, individualistas muchas veces. Es decir que los derechos humanos en nuestra cotidianidad no los respetamos ni nosotros mismos porque vivimos de acuerdo a lo que nos venden a través de los medios de comunicación y lo que está posicionado en un mercado importador de costumbres y culturas diferentes a la nuestra y que además se ha hecho dueño y señor de nuestras decisiones, sin importar quiénes somos y a donde vamos con tal de ser aceptados ante la sociedad como una persona “normal, común y corriente”, hasta cambiamos nuestra forma de pensar sin darnos cuentas que nosotros mismos nos estamos vulnerando el derecho del libre pensamiento, a la libre elección que va desde lo más simple hasta lo más complejo de lo que ameritamos para vivir.

La constitución vigente de nuestro país, dedica un titulo a los Derechos Humanos e incluye también las garantías de los ciudadanos, avanzando a favor de dichos derechos y sanciones a quienes maltraten o vulneren los derechos de los venezolanos, así como también le atribuye una responsabilidad al Estado ante atropellos y está obligado a indemnizar a las personas que sean víctimas de estos actos. En esta constitución se le atribuyen muchos deberes al Estado así como de responder por los derechos humanos, como garantizar el pleno desarrollo de las personas, creando las condiciones necesarias para que los ciudadanos puedan desarrollar al máximo sus capacidades y abrirse paso al disfrute de la vida.

La declaración sobre el derecho al desarrollo no es más que establecerle la responsabilidad principal a los gobiernos nacionales, donde se destaca la cooperación mutua entre los Estados en beneficio del desarrollo así como también el apoyo de la participación de la población en todos los espacios de desenvolvimiento tanto en lo social, económico, cultural y político.

Ahora bien, Esto abre un camino a la vida digna, tomando en cuenta que el desarrollo de uno mismo como persona y como humano es un derecho vital, inalienable, intransferible, irrenunciable y es parte de los mismos derechos humanos están ligados y se complementan uno al otro con el propósito de que todos los pueblos y sus individuos puedan participar y obtener beneficio para una vida mejor, la participación y el compromiso ante hacer valer nuestros derechos como humanos es de todos, debemos empezar desde respetarnos y aceptarnos a nosotros mismos tal y como somos y sobre todo siendo cada día más humanistas, para el desarrollo es necesario que exista la paz, y la inexistencia de: el racismo, el colonialismo que no es más que la forma de control y dominio social a través de la fuerza, suprimiendo él desarrollo; las imposiciones inciden directamente en los derechos y en la forma de desarrollo de los países. Por otro lado la existencia de la soberanía en un estado refleja la oportunidad de participación de la sociedad y la existencia de programas sociales abierto al disfrute de todo un país impulsando el desarrollo de cada individuo.

La declaración Universal de los derechos humanos señala un reconocimiento universal de todos los seres humanos, pero si bien es cierto que como lo expone la autora del material consultado (Derechos humanos o derechos liberales) se está aún muy lejos de lograr una total aceptación a nivel mundial de esas libertades, inmunidades y beneficios que arropan nuestros valores, ya que esta difícil tarea aún se ve amenazada por los fenómenos que históricamente han dividido a los seres humanos, como son: el racismo, la discriminación por color de piel, el colonialismo, la guerra, las imposiciones de poder, entre muchos más.

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