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Diario de Viaje: Caravana Millonaria


Enviado por   •  29 de Junio de 2016  •  Apuntes  •  4.106 Palabras (17 Páginas)  •  268 Visitas

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Diario de Viaje: Caravana Millonaria

Día 1:

Un 10 de Diciembre de 2015, se me pone la piel de gallina al relatar mi experiencia, ¡no puedo más! Era un sueño hecho realidad, del cual no podíamos despertar. Papá y yo, Yo y papá. Lo que soñamos tan profundamente, algo que parecía imposible, se estaba cumpliendo. Nos hablaron de un tal “Shinkansen” para viajar a Japón. No teníamos ni la menor idea de que era. Un avión? Qué se yo. Era el famoso tren bala japonés (“famoso”, seguramente solo ellos lo conocen), el cual estaba incluido en el JR Pass que la mayoría sacamos para viajar. La verdad nunca había viajado en tren, y esa fue la primera y última vez. “Supera los 200km por hora” Estábamos re cagados.  Estuvo bueno, sí. Pedimos el asiento con vista al Monte Fuji, que estaba media hora después de Kyoto, a la derecha. La mujer encargada de controlar los boletos saludaba cada vez que ingresaba al vagón (Yo solo quería llegar, me estaba cansando). Uno tenía el asiento 18, y estaba en el vagón 18. Teníamos que esperar a que se ubicase bien, porque si no no podíamos arrancar. Por suerte, la encargada le cambio el boleto y arrancamos enseguida. Si no, quien sabe que hubiera hecho. Ni un minuto más, ni un minuto menos. Yo salgo a la hora programada y punto. Llegamos a tierras asiáticas después de hacer escala en Monterrey, México. Ahí nos cruzamos miles de hinchas, fue una locura. Algunos al llegar viajaron al sudeste asiático para conocer (de pedo llegamos a Japón, de pasear ni hablar). Nosotros fuimos directamente a Osaka, dónde debutamos. Es único viajar a esa velocidad, una sensación de miedo, alegría y muchas náuseas. Mitad bueno, mitad malo. A la misma velocidad que avanzaba, lo limpiaban, re loco. El espacio para las valijas era malísimo, tenías que llevar si o si mochilas o bolsos, si no las valijas no salían enteras de ahí. Una vez abajo del Shinkansen, la amabilidad de todos y su cultura era para sorprenderse. Nada que ver a nosotros. Buenas tardes se dice “Kyo wa”, creo que es lo único que aprendí en todo el viaje. Nos sentimos perdidos en medio de la nada, en un lugar desconocido, lleno de personas iguales. Nosotros éramos los distintos. Cuando empezaron a llegar los hinchas, nos sentimos más calmados. Se calculó 15 mil hinchas de River en Japón. 15 mil personas que cruzamos el mundo por una sola razón. Por la pasión. [pic 1]

Día 2:  

12 de Diciembre de 2015. Nos hospedamos en el hotel Hilton en Osaka (no creo que haya hotel más grande que ese). Nos quisieron ofrecer un “Hotel Cápsula” y me agarró alto miedo. Con lo claustrofóbica que soy, no duraba ni dos minutos. Era un hotel muy tradicional. Fue complicado adaptarnos tan rápido a sus costumbres y la diferencia horaria era de 14 horas, claramente no dormimos siesta ni parpadeamos, si no íbamos a sufrir. No podíamos creer lo que era el hotel. Las puertas japonesas eran corredizas hechas de papel o “shoji”. Para dormir se extendía un colchón que se plegaba al levantarse. Habían pequeños baños termales y tenían cena de degustación (las cuales se las llamaban “kaiseki”) de platos típicos de la zona. Había que quitarse los zapatos a la hora de entrar a la habitación y ponerse unos que estaban ahí (me daban asco, no uso zapatos ajenos ni de casualidad). Lo bueno es que tenían calefacción central (espero que no se termine nunca esto). Ese día nos dieron café, con arroz y bacon. Huevos revueltos, que asco. Desayunar eso me dio ganas de volver. Papá le entró a todo, como siempre. Nos tomamos el día para conocer el hotel y hablar con otros hinchas a ver qué onda el tema entradas. Se acercaba el día de la semifinal, aunque claramente, teníamos en mente la final con el Barça. Esperamos a la noche para comer sushi, vinimos a este hotel por esa razón. Además de que tenía la mejor vista de todas y estaba en el centro, era el hotel con el mejor sushi. Por la noche, quisimos probar algunas bebidas alcohólicas. Probamos el “awamori” (que tiene base de arroz), “shochu” (que es destilada de camote, cebada o arroz) y obviamente, la cerveza japonesa, de marca Sapporo, decían que era la más rica, además de la más antigua. Fue un día tranquilo, recorrimos todo el hotel y probamos todo tipo de comidas típicas de Japón. Me gustó mucho conocer la cultura de ellos y ver como se relacionan entre ellos y con nosotros. Después de todo lo que comí caigo redonda a la cama, no dábamos más. [pic 2]

Día 3:

13 de Diciembre de 2015, cada vez faltaba menos. Cada día que pasaba era más emocionante para nosotros. Ese día recorrimos Osaka y sus atracciones turísticas. ¡Qué bella ciudad! Me volví loca. Recorrimos, literal, todo Osaka. Primero fuimos a Sumiyoshi Taisha (que nombres complicados, la próxima me ahorro en escribirlos). Es uno de los santuarios más importantes e históricos de todo Japón, principalmente en Osaka, claro está. Estaban los tipitos esos que se ponen abajo del dragón y empiezan a hacer figuras. Pensé que era una gilada pero me copó. Luego fuimos al Castillo de Osaka, era lo más fino que cualquiera puede ver. Y una re calidad. Lo bueno es que estaba abierto siempre y no lo cerraban ni en feriados ni días festivos. Buen dato. Fuimos al Museo de historia de Osaka. Claramente yo no quería ir, pero mi papá me jodió todo el viaje con ese lugar tan aburrido. Principalmente, porque me contaron la historia de Japón y del origen de muchas cosas que no me interesaban. Yo vine al Mundial de Clubes, a ver a River, no vine a fumarme un recorrido en un museo tan pero tan aburrido (Lo hice por papá, pobrecito). Peor que las clases de historia mismas. El lado positivo era que tenía vista a un lago re lindo y estaba piola. En vez de escuchar al chabón que contaba todo eso que no me importaba, me fui a ver el paisaje. Por suerte en seguida nos fuimos al Templo budista de Shitennoji, el cual fue reconstruido mil veces, no sé qué onda.  Me contaron que todos los 21 se reúnen todos los comerciantes en “un mercado de pulgas” (Y eso?). Lo mejor del día fue el Rascacielos de Umeda, son dos torres gemelas, parecía que tenía un ovni en el medio, re flashero. No sabía que Osaka era tan relevante, fue la primera ciudad en construir un museo de ciencia, además en todo Japón. Era re tecnológico. Tenía gráficos tridimensionales, se re pasaron. Por último, paseamos por la gran calle Dotonbori. Ahí nos comimos todo y compramos un montón de cosas. Es la calle más larga y con más lugares gastronómicos en todo Japón, yo ya gané. La verdad que Japón es uno de los lugares más turísticos del mundo, y en esa calle, te das cuenta. Gran día, y se acerca el mejor día de todos. [pic 3]

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