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EMIGRACION Y RACISMO


Enviado por   •  15 de Mayo de 2013  •  3.547 Palabras (15 Páginas)  •  350 Visitas

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EMIGRACIÓN Y RACISMO

Max Zeballos – Docente

EXTRAÑOS PERO EN NUESTRA TIERRA

Una Experiencia con un grupo de emigrantes en el mercado la Loma - Tarija

Son muchas décadas ya, en las que se experimenta en Bolivia una intensa emigración, interna, pero de manera más sostenida este éxodo lo detectamos desde 1985 con gran movimiento demográfico, más de cien mil personas abandonan sus seculares lugares de vida y subsistencia para buscar nuevas formas de sobrevivencia . Nuestra motivación es conocer ¿qué principios los caracteriza y cuánto favorece su situación vital a la interculturalidad?

La gran mayoría de los emigrantes viven bajo inadmisibles o ilógicas condiciones de trabajo eventual, el racismo imperante todavía continúa vigente, existe una indiferencia mediática y, las manifestaciones prejuiciosas protagonizadas por seres humanos que se autocalifican como los “originarios de cepa” son cada vez más agudas. Esta realidad; expresa lógicamente, de modo muy sentido y auténtico, un justificado malestar de propios y extraños. Pero no todo es “blanco o negro”, la vida, en su totalidad, es compleja y heterogénea; siempre maestra y señera atalaya de los humanos. El presente ensayo es una voz pequeña, pero respetuosa, de esos valerosos extraños en su tierra, abriéndose paso para un “vivir bien, no más”

Al considerar el desafío de Bente Mahelum : salir al encuentro del “otro” (yo hice mi estudio de campo con los emigrantes en Tarija, específicamente me concentre en los comerciantes del mercado La Loma), con lo primero que me encontré, fue con la lógica y natural resistencia de los “otros”. De hecho no todas las personas están dispuestas a dialogar, menos si quien tienen al frente es diferente, entonces consideré la estructura misma de este fenómeno. Es así que el fenómeno cultural: “emigrante” lo ubiqué dentro y como producto de un sistema de significación (como lo propone el estructuralismo de Lévi Strauss) que se define sólo en relación con otros elementos dentro del sistema, como si fuera el propio sistema quien dictase los significados, de otra manera no se podría entender este principio cultural: “Estamos bien, no más”.

Un común denominador que encontré en la convivencia con los emigrantes del mercado La Loma, lo expreso en estas frases textuales: “Esta Tierra es nuestra, la hemos buscado, la hemos encontrado, la hemos trabajado, nos ha dado de qué vivir y eso nos hace bien” “estamos bien, no más” . Afirmaciones que emanan de una experiencia humana y cultural que nos estimula y exige comprender estrecha relación que existe entre el concepto de hombre, la tierra y el Vivir bien. Tres intuiciones que parecen la hacer parte de una misma cosmovisión. Considero que, implícita está, la consideración de que el “vivir bien” es producto y expresión de la simbiosis de dos causas, paradigmáticas y de mutua necesariedad , como lo son los procesos de enculturación y de autoafirmación cultural, de donde resulta que “vivir bien” en un reflejo de la imagen individual y colectiva que el ser humano ha estructurado de acuerdo a sus circunstancias. ¿Será que, el principio “vivir bien no más” le permite al hombre ocupar un lugar dentro de una sociedad marcada por las proposiciones de tipo economicistas y materialistas?

Cuando hay esperanza no duele dejar el pasado

La afirmación testimonial “Extraños pero en nuestra tierra”, expresa la vivencia, muy particular, de un grupo de comerciantes del Mercado La Loma ubicado en la zona norte de Tarija capital. Lugar tradicional constituido en base a grupos de migrantes, comerciantes y viajeros pujantes originarios de muchos lugares, fundamentalmente de la zona norte de Bolivia, que un día decidieron salir de su tierra en busca de otra tierra. Mujeres, varones; niños y niñas, jóvenes y ancianos, que más que con temor, salieron con expectativa, porque “cuando hay esperanza no duele dejar el pasado”

En un número de 26 “casetas” (puestos de venta) actualmente están funcionando unos 18 comerciantes que, situados al sur del mercado la Loma, componen el sector de “mercadería” (artículos de vestir para todos las edades). Todos son inmigrantes del departamento de Potosí, todos y todas están habitando en el lugar desde hace 45 a 30; pero sus familiares llegaron mucho antes a las tierras tarijeñas. Sus recuerdos divagan entre pasado y presente, del futuro “no tenemos nada que ver, ahora estamos ´bien, no más´”

Tres historias de hombres (varones y mujeres), que sin saber bien quiénes son, realmente, se reconocen como personas de bien, satisfechas de tener un espacio (pequeño) de tierra como aval de su dignidad. Felix NN., con sentimientos encontrados, pues dice que se siente bien (no más), con su voz entrecortada dice “estar así como esta y así va a estar siempre”, denota nostalgia y se resiste a hablar de su historia antes de haber llegado a Tarija, tampoco quiere hablar mucho del presente, pues dice “Yo no se mucho”, “no tengo nada que ofrecer”, “yo no soy nadie importante”, “llegue a esta tierra y estoy tranquilo no más” “No me arrepiento de haber salido de mi tierra”.

Rosaura Wayer, de 60 años, natural de Potosí, es soltera y está en el lugar desde hace 40 años. Dice que cuando llego a la Loma de San Juan no existía nada, era un lugar de “churquiales” (arbusto espinoso), de suelos muy desiguales y llenos de basura, donde pastaban los animales, especialmente los cerdos “nosotros, cuando llegamos, primero peleamos y defendimos esta tierra, la transformamos trabajando y ahora es también nuestra tierra”, “no importa mucho lo que piensen los demás, esta es nuestra historia” “no he podido ir a la escuela pero estoy bien no más”.

Lindaura Bracamonte, dice: Estamos contentos porque hemos logrado consolidarnos como familia, como organización y como personas, tenemos este espacio (tierra), esta propiedad”, “nos conocemos, nos cuidamos unos a otros”, “Esta es nuestra vida de cada día” “No importa lo que digan los demás, hemos “vivido bien, no más”

La emigración, el Hombre, la tierra y su dignidad

¿Por qué emigra el hombre? Desde que los primeros homínidos salieron de África, el ser humano no ha parado de emigrar. El móvil: hallar un lugar más próspero donde llevar una vida mejor . Básicamente, “la gente emigra por la esperanza de una vida mejor (…) la felicidad y prosperidad solamente son posibles

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