ENSAYO: PROHIBIDO EL CONFORMISMO EN LA EDUCACIÓN

PROHIBIDO EL CONFORMISMO EN LA EDUCACIÓN

En el Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA), los exámenes estandarizados realizados a alumnos de Latinoamérica reflejan la deficiencia en el aprendizaje. Sin embargo, los ciudadanos están satisfechos con la educación que reciben niños y jóvenes, probablemente porque la sociedad aún no tiene claro a dónde quiere llegar y qué tipos de personas quiere formar, esa por ejemplo es la gran pregunta que se ha hecho la Unión Europea para darle lineamientos de calidad a los países que la conforman; nosotros todavía no nos la hacemos. Y como bien dice Andrés Oppenheimer: “La manera de despegar es sintiendo que estás quedándote atrás. El peligro es que, si la gente está satisfecha, no existe la exigencia social de mejorar los estándares educativos”.

Por otro lado se posesiona la ideología en los estratos económicos, donde en los más bajos, enseñan a trabajar y los forman para dedicarse a un oficio rentable, mientras que en los medios y altos que por cierto son la minoría, la preocupación es sacar buen puntaje para ingresar a una buena universidad, aprender inglés y tener un buen puesto de trabajo.

Esta paradoja debe motivar a la reflexión, al debate en la educación y profundizar en alternativas para mejorar, teniendo en cuenta que no se logra la renovación estructural del sistema educativo si se mantiene el modelo actual, porque se obtendrán los mismos resultados. Para ello se hace necesario pensar en los siguientes interrogantes: ¿Cuántos programas de capacitación, actualización y desarrollo continuo para docentes a nivel académico secundario, preparatorio y superior están en la "tentativa" de una reforma educativa? ¿Dónde están las propuestas para avanzar el apoyo a la educación superior en el país? ¿Qué parte del presupuesto está destinado al subsidio a estudiantes que no cuentan con los medios para adquirir educación básica, secundaria, preparatoria y superior?

Pero el epicentro de la problemática no se ubica solo en la población estudiantil, o en el gobierno, sino también en los maestros, en su profesionalización en una mejora en la remuneración a partir del rendimiento escolar de sus alumnos y no a partir de los puestos burocráticos a los que tengan acceso, pues posiblemente esa sea la manera de crear conciencia y generar motivación por parte de los educadores para enamorar, encaminar, apropiar y formar íntegramente a los educandos, para hacerlos competentes antes los grandes desafíos que nos presenta el diario vivir.

Si lo que se pretende es detonar un cambio en la calidad del sistema educativo

Latinoamericano, tenemos que empezar por traducir esta prioridad en un pensamiento dirigido a la comprensión de la educación como punto clave para un desarrollo colectivo. Tal como solía

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