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ESTRATEGIAS ORIENTADAS PARA LA POTENCIALIZACION DEL DESARROLLO HUMANO


Enviado por   •  30 de Mayo de 2012  •  6.988 Palabras (28 Páginas)  •  1.517 Visitas

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UNIDAD 2. ESTRATEGIAS ORIENTADORAS PARA EL DESARROLLO DE LAS POTENCIALIDADES HUMANAS

2.1 AUTOCONOCIMIENTO

El autoconocimiento es el conocimiento de uno mismo. Es el proceso reflexivo (y su resultado) por el cual la persona adquiere noción de su yo y de sus propias cualidades y características. Como todo proceso, puede ser desglosado en diversas fases, como: autopercepción, autobservación, memoria autobiográfica, autoestima, autoaceptación. No puede haber, pues, autoestima sin autoconocimiento. De ahí la importancia del autoconocimiento para el desarrollo personal.

El autoconocimiento está basado en aprender a querernos y a conocernos a nosotros mismos. Es el conocimiento propio, supone la madurez de conocer cualidades y defectos y apoyarte en los primeros y luchar contra los segundos.

2.1.1 EL YO BIOPSICOSOCIAL

Quizá la definición más conocida y usual de hombre es la del filósofo griego Aristóteles, la cual dice: “el hombre es un animal racional”, definición que resulta muy ilustrativa porque alude la doble naturaleza humana, por un lado, el hombre es un animal biológico con necesidades de supervivencia, que se conduce primitivamente por los impulsos derivados del instinto y que se expresan en los actos que realizamos para conservar la vida y la salud corporal, por otro lado, como producto de la evolución y de una muy compleja organización de la materia (el cerebro humano), de la existencia biológica ha ido emergido, en un largo proceso de perfeccionamiento, el ser racional, la conciencia de las cosas, que es la que le otorga al individuo la dimensión propiamente humana y espiritual.

Esta combinación de existencia biológica y ser espiritual le confiere al individuo un doble tipo de necesidades, debe atender su alimentación, descanso, reproducción, etc. Que son las primeras que reclaman su atención y las primeras que deben satisfacerse, ya que “hay que advertir que, para poder filosofar, es necesario que la formación espiritual de un pueblo haya alcanzado un cierto grado de desarrollo. Solo después de haber cubierto sus necesidades elementales de la vida, se ha empezado a filosofar” dice Aristóteles en su metafísica, esto nos indica que cuando la necesidad biológica no se encuentra satisfecha, difícilmente puede el sujeto concentrarse en cavilaciones para determinar cuál es su misión en el mundo o dedicarse a escribir su propia historia y la de la humanidad.

Después de satisfecha la parte biológica, con el estómago lleno y la confianza de que habrá alimento para el día siguiente, el hombre reposa momentáneamente para luego preguntarse: ¿de dónde vengo? ¿Quién soy? ¿Hacia dónde me dirijo? Y la necesidad de tener respuestas convincentes lo deciden a buscar para encontrarle razón y propósito a su existencia, a partir de aquí, adoptará una conducta congruente con las respuestas que hayan satisfecho esta necesidad racional.

Tenemos que el hombre tiene inicialmente dos grandes dimensiones en las que se desenvuelve y actúa: la biológica y la racional igualmente, algunas de las preguntas representan una mezcla de estos dos aspectos, como por ejemplo cuando se pregunta ¿por qué debo comer esto? Y en el intento de satisfacer una necesidad primaria como es la de comer se le busca una explicación que justifique racionalmente el hecho de ser precisamente determinada comida la que debe ser ingerida.

A lo anterior se suma un tercer aspecto de importancia equivalente: la necesidad de la socialización. Tan importante resulta este tercer aspecto de la vida que una definición alternativa a la ya citada de Aristóteles es la que dice “el hombre es un animal social” poniendo de relieve que lo que distingue a la especie humana de las del resto del reino animal es precisamente la asociación de los individuos, ¿por qué se asocian? Se dice al respecto que la causa principal radica en la necesidad de dividir el trabajo y de esta manera reducir el esfuerzo que le costaría a un solo individuo conseguir un fin determinado, un producto. Pero al margen de las afirmaciones de los historiadores y antropólogos, lo cierto es que desde hace un tiempo largo e indeterminado, el hombre no puede concebirse aislado de un contexto social, la importancia de la socialización es determinante en la vida y los pensamientos de las personas.

Por todo lo anterior, resulta claro que el hombre es un ser biopsicosocial que tiene integradas en su persona tres grandes dimensiones la biológica, la psicológica y la social, dimensiones que están estrechamente ligadas y son las partes entre las que el individuo debe distribuir su atención para desarrollarse armónicamente.

HOMBRE – NATURALEZA

El hombre, como ser vivo forma parte de la naturaleza y con su sola existencia física que implica el respirar, comer, etc., transforma en forma inconsciente el escenario natural de su existencia, su hábitat, pero el individuo no se limita a existir, busca ser y realizar sus aspiraciones racionales a través de sus obras, con el barro hace ladrillos, con los ladrillos hace paredes, con éstas hace casa, pirámides, y catedrales para honrar a sus dioses con una morada digna, esto significa que los recursos a su disposición no permanecen por mucho inmóviles, el hombre ejerce una influencia consciente sobre estos recursos para transformarlos y adaptarlos cada vez mejor a la satisfacción de sus necesidades, de esta manera, la evolución resultante de aquello que cada generación le hereda a la siguiente nos ha permitido convertirnos en la especie más evolucionada de todas, en esta evolución cada fase y cada época representan un peldaño ascendido en la que cada generación se basa para proseguir y dejar la escalera evolutiva con un peldaño arriba.

Hay una estrecha relación entre el hombre y la naturaleza, una relación dialéctica porque al tiempo en que el hombre transforma la naturaleza para obtener de ella los satisfactores que le permitan sobrevivir en primer lugar y vivir con comodidad en segundo lugar, se transforma él mismo. El hombre se construye así mismo a través del trabajo que realiza para satisfacer sus necesidades. El trabajo es la fuente del perfeccionamiento humano.

De ser un producto de la naturaleza, el hombre ha evolucionado hasta ser un sujeto activo de la misma, ya no está sujeto a lo que las fuerzas de la naturaleza le ofrezcan por obra de la casualidad, al contrario, domina estas fuerzas y las emplea en la construcción de obras que propicien una mayor comodidad y bienestar para las personas, elevando de esta manera su calidad de vida.

HOMBRE

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