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Enviado por   •  25 de Marzo de 2013  •  5.301 Palabras (22 Páginas)  •  300 Visitas

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TÚ ERES MI ÚNICA ESPERANZA

Hoy abro mi corazón a Ti, Jesús mío y toma todo lo que hay en él. También, abro mi corazón a la esperanza que eres tú, mi Dios, que nunca fallar y siempre sostienes al débil, consuelas al triste, ayudas al necesitado, sanas al que tiene el corazón herido y libras al que no tiene esperanza. Yo soy ese necesitado y afligido. Ayúdame, Señor y Dios mío. Yo le abro mi corazón a la esperanza para obtener la victoria sobre todo mal que impida mi progreso espiritual y físico. Amén.

PIDAMOS PERDÓN AL SEÑOR

Salmo 51 – miserere

Piedad de mí, oh Dios, por tu bondad, por tu inmensa ternura borra mi delito; lávame a fondo de mi culpa, purifícame de mi pecado. Pues yo reconozco mi delito, mi pecado está siempre ante mí; contra Ti, contra Ti solo pequé, lo malo a tus ojos cometí. Por qué seas justo cuando hablas e irreprochable cuando juzgas. Mira que nací culpable, pecador me concibió mi madre. Y Tú amas la verdad en lo íntimo del ser, en mi interior me inculcas sabiduría. Rocíame con hisopo hasta quedar limpio, lávame hasta blanquear más que la nieve. Devuélveme el son del gozo y la alegría, se alegren los huesos que tú machacaste. Aparta tu vista de mis yerros y borra todas mis culpas. Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, renueva en mi interior un espíritu firme; no me rechace lejos de tu rostro, no retires de mí tu santo espíritu. Devuélveme el gozo de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso; enseñaré a los rebeldes tus caminos y los pecadores volverán a Ti. Amen.

CUBRÁMONOS CON LA SANGRE DE CRISTO

Señor Jesús, en tu nombre y con el poder de tu Sangre Preciosa, sellamos toda persona, hechos o acontecimientos a través de los cuales el enemigo nos quiera hacer daño. Con el poder de la Sangre de Jesús, sellamos nuestra casa, todos los que la habitan, las personas que el Señor enviará a ella, así como los alimentos y los bienes que Él generosamente nos envía para nuestro sustento. Con el poder de la Sangre de Jesús, sellamos los lugares en donde vamos a estar este día y las personas, empresas o instituciones con quienes vamos a tratar. Con el poder de la Sangre de Jesús, sellamos nuestro trabajo material y espiritual, los negocios de toda nuestra familia y los vehículos, las carreteras, los aires, las vías y cualquier medio de transporte que utilicemos. Con tu Sangre preciosa, sellamos los actos, las mentes y los corazones de todos los habitantes y dirigentes de nuestra Patria a fin de que tu paz y tu corazón al fin reinen en ella. Te agradecemos, Señor, por tu Sangre y por tu Vida, ya que, gracias a ellas, hemos sido salvados y somos preservados de todo lo malo. Amén.

ORACIÓN AL SEÑOR DE LA MISERICORDIA

De nuevo aquí me tienes, Jesús mío, confuso y humillado ante tu altar. Sin saber qué decirte ni qué hablarte. Ansioso solamente de llorar. Vengo del mundo, vengo del combate, cansado de sufrir y de luchar. Traigo el alma llena de tristezas y hambriento el corazón de soledad. De esa soledad dulce, divina, que alegra tu presencia celestial. Donde el alma, tan sólo con mirarte, te dice lo que quiere sin hablar. Mis miserias, Señor, aquí me traen. Mírame con ojos de piedad. Soy el mismo de siempre, Dueño mío, un abismo infinito de maldad, un triste pecador siempre caído, que llora desconsolado su orfandad, y gime bajo el peso de sus culpas y ansía recobrar su libertad. Soy un alma sedienta de ventura, un corazón que muere por amar y abrasarse en la llama inextinguible del fuego de tu eterna caridad. Concédeme, Señor, que a Ti me acerque, permite que tus pies llegue a besar. Déjame que los riegue con mi llanto y sacie, en ellos, mi ardoroso afán. ¡Oh, qué bien se está aquí mi dueño amado!, ante las gradas de ti Santo Altar. Bebiendo de la fuente de agua viva, que brota de tu pecho sin cesar. Quién pudiera vivir eternamente, en aquella divina soledad, gozando de tu amor y tu hermosura, en un éxtasis dulcísimo de paz. Amén.

ORACIÓN ANTE EL SANTÍSIMO SACRAMENTO

Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias. A Ti se somete mi corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte. Al juzgar de Ti, se equivocan la vista, el tacto, el gusto; pero basta el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios: nada es más verdadero que esta palabra de verdad. En la Cruz se escondía sólo la Divinidad, pero aquí se esconde también la Humanidad; sin embargo, creo y confieso ambas cosas, y pido lo que pidió aquel ladrón arrepentido. No veo las llagas como las vio Tomás pero confieso que eres mi Dios: haz que yo crea más y más e Ti, que en Ti espere y te ame. ¡Memorial de la muerte del Señor! Pan vivo que das vida al hombre: concede a mi alma que de ti viva y que siempre saboree tu dulzura. Señor Jesús, límpiame a mí, inmundo entero. Con tu Sangre, de la que una sola gota puede liberar de todos los crímenes al mundo entero. Jesús, a quien ahora veo oculto, te ruego, que se cumpla lo que tanto ansío: que mirar tu rostro cara, sea yo feliz viendo tu gloria. Amén.

CONSAGRACIÓN A MARÍA, PRIMERA MISIONERA DE JESÚS

Señor. Dios nuestro, para salvar a todos los hombres y conducirlos a ti nos has enviado a tu amado Hijo, que se hizo hombre naciendo de la Virgen María. Concedemos en ser formados por Ella a semejanza de su Hijo primogénito y ayúdanos a participar en el amor de Cristo para con su Madre. Tú has asociado a María al misterio de tu Hijo, para que sea Ella la nueva Eva, la madre de todos los visitantes. Confirma la alianza que con Ella hemos contraído, que nuestra consagración prolongue sobre la tierra su caridad maternal y haga crecer a la iglesia, Cuerpo Místico de tu Hijo Nuestro Señor. Amén.

ORACIÓN A SAN JOSÉ

San José bendito tú has sido el árbol elegido por Dios no para dar fruto, sino para dar sombra. Sombra protectora de María, tu esposa; sombra de Jesús, que te llamó Padre y al que te entregaste del todo. Tu vida, tejida de trabajo y de silencio, me enseña a ser fiel en todas las situaciones; me enseña, sobre todo, a esperar en la oscuridad. Siete dolores y siete gozos resumen tu existencia: fueron los gozos de Cristo y María, expresión de tu donación sin límites. Que tú ejemplo de hombre Jesús y bueno me acompañe en todo omento para saber florecer allí donde la voluntad de Dios me ha plantado. Amén.

ORACIÓN PARA LA CUARESMA

Padre Nuestro, que estás en el cielo, durante esta época de arrepentimiento, ten misericordia

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