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El Aborto


Enviado por   •  28 de Octubre de 2012  •  2.638 Palabras (11 Páginas)  •  390 Visitas

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Introducción

Este trabajo trata sobre un asunto fundamental en la vida de muchas mujeres: la interrupción del embarazo. También denominada aborto, esta practica afecta a un número difícilmente cuantificable de mujeres en todo el mundo debido a la clandestinidad con que suele llevarse a cabo. Las mujeres que lo asumen como último recurso pertenecen a todos los rangos de edad comprendidos por su puesto dentro del periodo fértil, sin importar su religión, condición conyugal o si cuentan con hijos, a la vez que su adscripciones étnicas y de clase recorren transversalmente la situación de cada una de ellas.

En el mundo actual, el aborto es considerado un problema. Cabe preguntarnos: ¿problema para quién?, ¿de que tipo?, ¿tiene solución?, ¿cuál es esta?

La falta de acceso a las medidas anticonceptivas y la prohibición legal del aborto, equivalen a negarle a la mujer la soberanía sobre su propio cuerpo, y hacer de este un instrumento de la sociedad.

El aborto existe desde tiempo inmemorial, en todas las sociedades. Se ha practicado por múltiples razones. Pero en la actualidad sus funciones básicas son dos: a nivel familiar, como un recurso extremo para controlar la fecundidad, y a nivel social, como un medio de procurar el equilibrio de la sociedad.

La legislación sobre el aborto varía según los países, pero se puede dividir en tres categorías básicas: restrictiva, moderada y liberal. Pero por el momento solo trataremos de observarlo desde el punto de vista del pueblo mexicano que piensa opina o cree sobre el tema del aborto.

EL ABORTO

La palabra “Aborto” viene del latín abortare y el término está compuesto por el prefijo ab (privación) y ortus (nacimiento); es decir, privación del nacimiento.

El significado que da el diccionario de la Real Academia Española a está palabra es la interrupción del embarazo por causas naturales o deliberadamente provocadas. Puede constituir eventualmente un delito; es decir el aborto es la expulsión prematura del feto sin la posibilidad de que pueda vivir. Esta expulsión puede ser de mecanismos artificiales y se denomina “aborto provocado”, por el propio agente o una o más personas.

El poder hablar de aborto es referirse a una experiencia personal de las mujeres. Depende del significado que se le asigne en el orden simbólico y político, de su calidad y ubicación jurídica, del peso real de su práctica, de su relación con los métodos y recursos de control de la fecundidad y prevención de embarazos no deseados, así como de las condiciones de su atención medica, higiénica y sanitaria.

El concepto de aborto depende de la carga valorativa, de su ubicación moral y ética; del significado, el peso y el sentido que tiene en la vida de las mujeres que acuden a esta practica; de quienes no acuden a ella por tener un embarazo avanzado y porque no tienen la necesidad de hacerlo, y de quienes no lo hacen por prohibición y por miedo. El sentido del aborto está en la organización de la sociedad y la cultura en la que viven las mujeres.

El tema del aborto, a lo largo de la historia, ha estado inmerso en un profundo debate debido a la multiplicidad de ópticas desde las cuales puede analizarse (médicas, filosóficas, éticas, religiosas, jurídicas, sociales y hasta políticas).

El aborto y la ética

Entrando al terreno de lo moral hay dos posibles formulaciones de una decisión de abortar. Mujer que interrumpe un embarazo no deseado vs. Madre que asesina a un hijo no nacido. La discusión en cuestión seria argumentar si el hecho a discutir se trata de dar muerte, cometer un asesinato o someterse a una interrupción voluntaria de embarazo. En forma de una mayor neutralidad se afirma que el aborto voluntario significa la interrupción artificial de un embarazo no deseado, por razones morales. El segundo paso es considerar la validez de las razones morales con base en la reflexión de la razón práctica. Las razones morales que legitimen el aborto voluntario en embarazos no deseados pueden ser:

1. por ser el embarazo producto de una violación

2. por fallas en el uso de anticonceptivos

3. por conocimiento verificado de malformaciones irreversibles del producto

4. por incapacidad moral y psicológica de la mujer para enfrentar un embarazo no deseado

El análisis filosófico legitima o no la decisión moral en cuestión. Los pasos de tal legitimación son los siguientes: el primero es la consideración de los aspectos del lenguaje de la formulación de la decisión, para lograr mayor neutralidad en el uso de los conceptos y evitar caer en discusiones meramente semánticas.

El aborto en la iglesia católica

Dentro del tema del aborto se cruzan consideraciones de diversa índole que deben tratarse con profundidad: éticas, morales, legales, religiosas, de salud y sobre todo de derechos.

El actual pontificado ha retronado contra la anticoncepción, incluyendo el uso de condones para prevenir la transmisión del VIH, la educación sexual y la despenalización del aborto. Dicha institución que promulga el amor, la justicia, la igual y la misericordia como valores esenciales, pero cuyos representantes han ido haciendo a un lado dichos valores “…porque el aborto es, desde mi punto de vista, la punta del iceberg de la opresión y la desigualdad en la que las mujeres hemos vivido por 20 siglos…” (María Consuelo Mejía)

A partir de esto la feligresía católica comenzó a lanzarse a la lucha contra la emancipación de las mujeres y la sexualidad responsable, placentera y sin riesgos, desligada de la reproducción. Tema central de esta cruzada, casi obsesión para el actual papado, es el aborto.

La iglesia, además, prohíbe explícitamente el uso de métodos anticonceptivos, con excepción del ritmo o de la abstinencia periódica, y restringe la educación sexual al ámbito familiar “…la santa sede de ninguna manera apoya la anticoncepción o el uso de condones, ni como método de planificación familiar, ni en los programas de prevención del VIH/SIDA…”

Esto es la peor manera de confirmar, una vez más, la paradójica posición de una iglesia que habla de misericordia y compasión, y que a la vez permanece ciega ante la tragedia de miles de mujeres que mueren por abortos mal practicados y sorda ante la expansión de una enfermedad letal como

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