El Fondo Bancario de Protección al Ahorro

El Fondo Bancario de Protección al Ahorro (FOBAPROA) fue un fondo de contingencia creado con fondos públicos en 1990 durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari para enfrentar posibles problemas financieros que ya veían a futuro los priístas de esa época.

Antes de llegar a esa histórica crisis sucedieron varios eventos, en 1982 con la devaluación del peso (de 26 a 47 pesos por dólar), la insuficiencia de reservas en dólares, la cancelación de créditos, etc., López Portillo decretó la expropiación de instituciones bancarias, el gobierno pagó billones de pesos y esta deuda ascendió a 25,000 millones de dólares. López Portillo se aprovecho de los pozos de petróleo encontrados y gastó dinero a manos llenas, pidió créditos internacionales que no se pudieron solventar por la baja del precio del petróleo y culpo a los banqueros de su mala administración, así crearon una serie de programas hasta llegar al Fobaproa

Miguel de la Madrid recibió al país con graves problemas económicos, obtiene un préstamo para financiar el déficit fiscal y privatiza empresas paraestatales, en 1987 la crisis de la bolsa de valores en Nueva York provoca el desplome del sistema bursátil nacional y la devaluación del peso nuevamente.

En 1990 Se crea el Fobaproa bajo la argumentación del la falta de liquidez del sistema bancario y Carlos Salinas de Gortari da vida a este fondo de contingencia para enfrentar problemas financieros extraordinarios bajo la excusa de las posibles crisis económicas que propiciaran la insolvencia de los bancos por el incumplimiento de los deudores con la banca y el retiro masivo de depósitos, el Fobaproa serviría para asumir las carteras vencidas y capitalizar a las instituciones financieras.

Salinas de Gortari puso los bancos en manos de particulares que resultaron deshonestos como Ángel Isidoro Rodríguez “el divino”, Jorge Lankenau Rocha, Carlos Cabal Peniche, entre otros como Raymundo Gómez Flores y su socio José Córdoba, (brazo derecho de Salinas).

El Fobaproa resultó el mejor negocio para algunos banqueros, empresarios y personajes cercanos a figuras de poder político que filtraron ilegalmente sus deudas al fondo e inventaron prestamos fantasmas para que el fondo se los financiara.

En 1991 reprivatizan la banca para reducir gastos de la administración y venden 18 bancos a extranjeros para involucrarlos en la inversión nacional.

En 1994, México vive la crisis económica más grave de la historia y deciden aplicar el programa Fobaproa, para capitalizar a los bancos, pues éstos ya no cuentan con la liquidez necesaria y el dinero de los ahorradores corre peligro.

Ante la devaluación, el déficit comercial (menos exportaciones y más importaciones), y la deuda externa, entre otros factores, provocaron que la gente retirara sus ahorros de los bancos de manera masiva y éstos ya no podían ser solventes.

Al año siguiente, en 1995, Ernesto Zedillo aplica el Fobaproa para asumir las carteras vencidas (documentos que no han sido pagados) y de esta forma, las instituciones bancarias podrían garantizar el dinero de los ahorradores, los pasivos del Fobaproa llegan a los 552,000 millones de pesos que canjeó por pagarés ante el banco de México.

Zedillo hace uso del Fobaproa supuestamente para rescatar a los bancos pero al ver el sustancioso recurso económico, políticos, empresarios y gente influyente se aprovecho, haciendo este recurso insuficiente y dejando una gran deuda, pero a Zedillo solo se le ocurrió comprar las deudas de los más poderosos y amigos del gobierno y no a los millones de deudores comunes y corrientes (al pueblo), me parece catastrófico que terminemos pagando los mexicanos pues se estima que todavía pasarán unos 60 o 70 años antes de liquidarla pues sólo se pagan intereses de esa enorme deuda, ese dinero que proviene de los contribuyentes y de los aumentos de luz, gas, gasolina, predial, I.V.A., etc. y recortando los recursos a Educación, Salud y Vivienda.

Este programa de contingencia financiera, se suponía que sería la salvación para los deudores de la banca pero el Fobaproa compró a los bancos todo tipo de chatarra financiera, como créditos incobrables, hasta los que si tenían para solventar sus deudas, prefirieron transferirla al Fobaproa y éste no hizo responsables a los accionistas de los bancos, al reemplazar su cartera mala con pagarés, se les quitó todo incentivo para recuperar su dinero y así el Fobaproa no pudo recuperar ni la mitad de lo que prometió Zedillo y peor aún, como los pagarés en poder de los banco no podían ser vendidos; los

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