El Imperio Mexica

El Imperio Mexica o azteca, tuvo su florecimiento y desarrollo en Mesoamérica, porción que abarcaba parte del actual México (aproximadamente desde el trópico de cáncer) y algunos países de Centroamérica: Guatemala, Belice, El Salvador, Nicaragua y Honduras.

La capital del imperio Mexica era la ciudad de Tenochtitlan (sin acento en la "a"), que se ubicaba en un islote en la porción norte-centro del antiguo Lago de Texcoco, formado por una cuenca cerrada en el actual valle de México. Tenochtitlan estuvo en el mismo lugar en que hoy se erige la Ciudad de México; en ésta, en su plaza central llamada "Zócalo", se encuentran vestigios del ahora denominado "Templo Mayor", el que fue la mayor edificación de Tenochtitlan.

El imperio Mexica se extendió a buena parte de los pueblos de la región central de México; sometieron a otras culturas como los Chichimecas en los actuales estados de México y Michoacán, Otomíes en Hidalgo, Querétaro y Guanajuato, Tlaxcaltecas en Tlaxcala, y otros en los estados de Morelos, Puebla y Veracruz. Al someterlos los obligaban a pagar tributo y tomaban guerreros prisioneros de las guerras para sacrificarlos en honor a sus dioses. La única cultura que no pudo ser dominada por los Mexicas fue la Purhépecha, en el actual Estado de Michoacán.

Tenochtitlan prosperó como ciudad por el tributo de los pueblos conquistados y por la organización agrícola, comercial, militar y política que llegaron a desarrollar. Una técnica única e irrepetible en todo el mundo que llevaron a cabo los Mexicas y que aún en nuestros días permanece, fueron las chinampas, porciones de terreno "flotante" construidas con desechos vegetales, carrizos y tierra del fondo del Lago de Texcoco, usadas para cultivar alimentos y otros productos.

Fueron parte del imperio Azteca, pueblos como Xochimilco, Cuautitlán, Chalco, Tlalpan, Naucalpan, Iztapalapa, etc., que hoy son parte del Distrito Federal o son municipios del Estado de México y mantienen su nombre original.

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