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El Juego como lo expresa Zabalza, citado en Martínez (2012)


Enviado por   •  22 de Mayo de 2017  •  Ensayos  •  2.272 Palabras (10 Páginas)  •  298 Visitas

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El Juego

        En la vida todas las personas han tenido la oportunidad de jugar alguna vez. Por lo tanto, se puede decir que es una actividad inherente al ser humano, mediante la cual se logran relaciones con el ámbito familiar, social y cultural. Su importancia está centrada, fundamentalmente, en los beneficios que ofrece a la población infantil, pues el niño o niña mientras juega desarrolla su capacidad intelectual, puede realizar investigaciones porque despierta la curiosidad y se identifica con el grupo, a las vivencias y experiencias que allí se integran.

Sobre este particular, Caba (2004), habla que “El juego para el niño y la niña, es una forma innata de explorar el mundo, de conectarse con experiencias sensoriales, objetas, personas, sentimientos, son en sí mismos ejercicios creativos de solución de problemas” (P. 28). De acuerdo con esto, el juego contribuye a despertar en los niños la necesidad de interrelacionarse con los demás para vivir nuevas emociones, adquirir experiencias, conocimientos y habilidades que les permitan transformar y crear su realidad.

En el ambiente escolar, es de gran importancia considerar la realización de juegos como estrategia aplicada por el docente para que los niños se recreen y diviertan, adquieran confianza entre los compañeros para desenvolverse con seguridad en su vida estudiantil y, además, adquiera nuevos aprendizajes significativos para su desempeño académico y la convivencia pacífica en la escuela.

Una definición del juego, la expresa Moreno (2002), quien sostiene que “Es medio de expresión, instrumento de conocimiento, factor de socialización, regulador y compensador de la afectividad, un efectivo instrumento de desarrollo de las estructuras del movimiento” (P. 22). De aquí se infiere que la práctica del juego, es una herramienta valiosa para lograr que los participantes se socialicen, mantengan un trato humanamente cortes, de respeto y tolerancia, razón por la cual favorece el desarrollo de las actividades de aula y de la escuela, en general, porque los niños podrían desarrollar adecuadas actitudes y comportamientos para la convivencia armónica sin maltratarse unos a otros.

En la presente investigación, se entenderá al juego como lo expresa Zabalza, citado en Martínez (2012):

Como exploración de diferentes modalidades racionales. A través de este, el niño vive situaciones diversas en las que desenvuelve sentimientos, actitudes y comportamientos relacionales de diverso signo. En ese contexto aprenden la cooperación, el sentimiento de propiedad, la agresividad, la participación, la competencia, el ser aceptado o rechazado, la constatación de la imagen que los otros tienen de él, la expresión de la que él tiene de los otros. (P. 20).

        En relación con lo expresado en la cita, el juego es un factor de interrelación favorable entre los niños, quienes así aprenden a construir sus propios grupos de amigos, en quienes depositar la confianza y amistad sincera, pero también es la oportunidad de fomentar valores que será positivas en la medida que el trato durante las actividades sea respetuoso, tolerante y justo, pero desfavorable si es utilizado para opacar, humillar, descalificar y/o rechazar a otros compañeros.

        Los juegos cooperativos

        

        El juego cooperativo representa un instrumento eficaz para el aprendizaje cooperativo. Según Churruca (2005), estos brindan “Un matiz diferente del que acostumbra en el juego tradicional, ya que pueden provocar cambios en nuestros comportamientos y en la capacidad de desarrollarse  en grupo” (P. 12). Se entiende que el juego cooperativo implica el desarrollo de situaciones muy diferentes a las que ofrece el juego tradicional, además que promueve cambios en la personalidad de los participantes y en la capacidad que tienen para adaptarse a los grupos con mayor facilidad.

        En el ámbito de la educación física el papel del juego  como medio educativo ha obtenido un rol preponderante con la aplicación de las teorías constructivistas, por lo significativo que resulta su aprendizaje. Las actividades que se desarrollan a través del juego implican algo más que lo físico y trascienden lo afectivo, emocional, cultural y social.

        Una aproximación al significado de juego cooperativo la asoma Velásquez (2002), cuando expresa que:

Las actividades cooperativas son aquellas que se realizan de manera colectiva y no competitiva, en los que no hay oposición entre los participantes, buscando todos el mismo objetivo, independientemente del rol que desempeñen y que pueden ser objetivo cuantificable o no cuantificable. (P. 12).

        Se entiende a través de lo citado, que el juego cooperativo es de carácter colectivo y no competitivo; todos los participantes se esfuerzan por lograr un objetivo común, razón por la cual se interrelacionan por lograrlo sin crear oposición a las acciones que se manifiesten. Es una motivación mutua que se propaga entre los jugadores, quienes se sensibilizan ante los retos que se les plantean.

        Por su parte, Garaigordobil (2007), sostiene que:

Los juegos cooperativos eliminan el miedo al fallo y la angustia por el fracaso (porque el objetivo no es ganar), y reafirman la confianza de los jugadores en sí mismos, como personas aceptables y dignos, sentimientos que están en la base de una elevada autoestima… el valor de los niños no es destruido por la puntuación, y ello promueve que tanto la actividad como los compañeros sean vistos más positivamente. (PP. 13 – 14).

        Se desprende de la cita, que el juego cooperativo no alimenta el espíritu competitivo en los participantes, sino que los alienta a unir sus fuerzas, conocimientos y habilidades para alcanzar una meta. Aquí no hay puntuación, derrotas o ganancias, por lo tanto los jugadores requieren confiar en sus propias capacidades y las del grupo, condensado en un sentimiento colectivo de participar en el éxito de la actividad iniciada.

        En consecuencia, el uso de actividades cooperativas en la clase de educación física, se convierte, según Velásquez (2002), en:

 “Una alternativa a metodologías y contenidos de carácter competitivo, que basan la evaluación en la comparación de unas personas con otras y el éxito en la superación de los demás, allanando el camino para que las relaciones interpersonales, la comunicación y el intercambio de información entre iguales, se convierta en la base del aprendizaje. (P. 2).

        De acuerdo con la concepción expuesta por Velásquez, los juegos cooperativos eliminan toda posibilidad de competición, a pesar que en la educación física existen contenidos que implican competencia, sentimientos de victoria, derrota o superación. Lo importante es integrar las acciones para que no se vean en detrimento de lo deportivo o físicamente concebido para el desarrollo de competencias y habilidades motrices.

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