El Legado de la Casa Maldita

Aquí está el texto de los dos primeros capítulos de "El Legado de la Casa Maldita":Volumen I: Los Susurros del PasadoCapítulo 1: La Llegada a Blackwood ManorEl tren se detuvo con un chirrido, liberando una nube de vapor que se elevó hacia el cielo gris y plomizo. Afuera, la estación de tren de la aldea de Hollow Creek parecía desolada, con solo unos pocos aldeanos dispersos y el viento aullando entre los edificios de piedra. Para mí, Eliza Blackwood, era el comienzo de un viaje que había evitado durante años, un viaje de regreso a mis raíces, a la mansión que había heredado de mi abuela, la imponente y siniestra Blackwood Manor.Desde que era niña, había escuchado historias sobre la mansión. Los aldeanos susurraban sobre tragedias pasadas, espíritus inquietos y una maldición que pendía sobre la familia Blackwood. Mi padre nunca habló de ello, y mi abuela, la matriarca de la familia, era una figura distante y misteriosa que rara vez visitaba la ciudad. Pero ahora, ambos habían fallecido, y la mansión, junto con sus secretos, me pertenecía a mí.El anciano cochero que me esperaba en la estación tenía una expresión sombría y ojos que parecían haber presenciado demasiadas cosas. Sin decir una palabra, tomó mi equipaje y me guio hacia un carruaje antiguo y desgastado. El viaje a la mansión fue silencioso, el único sonido era el golpeteo de los cascos del caballo contra el camino de piedra y el crujir de las ruedas del carruaje.A medida que nos acercábamos a Blackwood Manor, pude verla elevándose en la distancia, una masa oscura y amenazante contra el cielo sombrío. La mansión era mucho más grande y más imponente de lo que había imaginado, con innumerables torres, agujas y contrafuertes que se extendían hacia arriba como dedos huesudos. El terreno circundante estaba cubierto de árboles nudosos y retorcidos, y una espesa niebla se aferraba al suelo, dándole al lugar una sensación de otro mundo.Un escalofrío recorrió mi espalda cuando el carruaje pasó por las puertas de hierro forjado y se adentró en la propiedad. El camino de entrada era largo y sinuoso, bordeado de estatuas de piedra cubiertas de musgo y maleza. El aire estaba cargado de una sensación de decadencia y abandono, y el silencio era casi ensordecedor.Finalmente, el carruaje se detuvo frente a la entrada principal de la mansión, un arco de piedra imponente y amenazador con gárgolas talladas que parecían observar cada uno de mis movimientos. El cochero me ayudó a bajar del carruaje y colocó mi equipaje en los escalones. Luego, sin una palabra, volvió a subir al carruaje y se alejó, dejándome sola frente a la imponente estructura.Respiré hondo, tratando de calmar los nervios. Sabía que este lugar guardaba secretos oscuros, pero estaba decidida a descubrirlos. Con paso firme, subí los escalones y llamé a la puerta. El sonido resonó en el silencio, y esperé, con el corazón latiendo con fuerza en mi pecho, a que se abriera la puerta y me enfrentara al misterio que se escondía dentro de Blackwood Manor.Capítulo 2: Los Habitantes de la OscuridadLa puerta se abrió con un crujido, revelando un vestíbulo oscuro y cavernoso. El aire estaba frío y húmedo, y el olor a polvo y moho era abrumador. Una anciana, vestida con un vestido negro y con el pelo recogido en un moño apretado, me recibió con una mirada penetrante."Soy la señora Abigail", dijo con voz ronca. "Soy el ama de llaves de Blackwood Manor. Bienvenida, señorita Eliza."Su voz era fría y sin emociones, y su presencia era inquietante. Me recordó a las historias de fantasmas que había escuchado sobre la mansión. Pero me recompuse y le ofrecí una sonrisa."Gracias, señora Abigail", dije. "Es un placer conocerla."Ella asintió, sin devolver la sonrisa. "La mansión no ha tenido un ocupante durante muchos años", dijo. "Está en un estado de abandono, pero he hecho todo lo posible para prepararla

...