El Mototaxismo En Barranquilla Y Su área Metropolitana.

Desde mucho tiempo atrás, pero específicamente desde la época de la Modernidad, la ciencia y el desarrollo tecnológico han enfilado su dispositivo material y espiritual sumado con todos sus esfuerzos para intentar mejorar las condiciones y la calidad de vida de la sociedad en general. Desde este punto de vista, uno de los sectores en donde se hace evidente la confirmación anterior es en la actividad humana que le permite a los hombres y las mujeres el movimiento de un lugar a otro, y también el traslado de aquellos productos aptos para el intercambio o negocios en el mercado, siendo este último una realidad en la medida que se logró la interconexión de las regiones a través de la presencia y el desarrollo de los medios y las vías modernas de transporte, como la navegación a vapor, los ferrocarriles, vehículos, aviones, etc. Es decir, el desarrollo comercial y económico de las naciones está directamente conectado con el desarrollo del transporte.

Siendo así, los medios de transporte el soporte fundamental del desarrollo económico, se hizo necesario que se establecieran normas para regularlo, no solo a nivel internacional y nacional sino a nivel local. Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos que se ponen en práctica en esta dirección, la norma casi siempre ha sido la violación de las mismas. A tal punto ha llegado esta situación de la inobservancia sistemática de los códigos de tránsito, tanto por los conductores de diferentes vehículos como de las personas, que en determinados momentos asumen el rol de peatones o pasajeros, lo cual ha traído como efecto un alto índice de accidentalidad que se traduce en unas cifras alarmantes de mortandad y heridos.

Sobre el mototaxismo se destacan son las cosas malas y no las buenas; teniendo en cuenta la reducción del precio de las motos en el país y dadas las grandes limitaciones que tiene el transporte público en Colombia, este medio “le brindó a las personas ingresos, una forma de transporte rápido y barato”. El reemplazo del burro por la moto. Un cambio tecnológico que está sucediendo en Bolívar, zonas cafeteras, parte del oriente y principalmente, en toda la Región Caribe. Denominando todo esto como una “Revolución Ruidosa”, se escuchan comentarios diciendo que “hay que cambiarle el uniforme a Juan Valdez: en vez de mulas, moto; en vez de sombrero aguadeño, casco; el poncho por chaleco luminoso”.

Lo que nació como una oportunidad de empleo en algunas ciudades de la Costa se ha convertido, con el pasar de los años, en un aliado estratégico para la delincuencia. Hurtos y asesinatos, bajo la modalidad de sicariato, son comunes en lugares donde el mototaxismo surgió como una forma de sustituir la ausencia de transporte en barrios periféricos de las poblaciones de esta región.

La Arenosa es, en estos momentos, la primera cuidad en la Costa, tal vez en el país, que ha logrado frenar el problema del mototaxismo en sus calles. En menos de tres meses el Distrito puso orden la catástrofe que reinaba en las calles, generado por la gran cantidad de mototaxistas. “Se ha visto mejorada la movilidad. Se trabaja con tiempo, no hay retrasos y las vías están más descongestionadas”, Leonardo Sanabria, transportes Sobusa. En confederación con la Policía, se ordenó que los a propietarios de las motos se les permita llevar a la esposa o acompañante permanente, sus hijos y a cinco personas adicionales; gestionando un permiso ante la Secretaría de Movilidad e inscribir a las personas, y presentar este documento si la Policía los detiene.

“El mototaxismo es una trampa de pobreza que nunca les permitirá a las familias ofrecerles salud, ni educación o pensión cuando esta persona tenga un accidente”, Pumarejo.

Pero seamos claros. El mototaxismo es un problema social porque de esta informal actividad de transporte público miles de personas derivan su manutención diaria. Al mismo tiempo, moviliza en todo el país a millones de pasajeros cada día, a un precio por debajo al de su principal competidor, los buses y el taxi. Sin controlar, el mototaxismo puede generar mucho “empleo” claro que sin sus prestaciones sociales ni aportes parafiscales, pero acabará con el transporte colectivo y entonces se aumentará significativamente la contaminación ambiental en la ciudad.

El modelo económico colombiano produjo resultados contrarios a los que se planeaban. La ausencia de suficientes empresas competitivas y más importante la falta de políticas públicas para ayudar a crearlas originaron una pobreza perdurable, un alto desempleo

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