El Pais Transnacional,migracion Mexicana Y Cambio Social
jeanemi12 de Mayo de 2015
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ÍNDICE
Migración, derechos humanos y ciudadanía . . . . . . . . . . . 275
Manuel Ángel Castillo
III
TRANSNACIONALISMO,
IDENTIDADES Y ETNICIDAD
Luchas transculturales y conocimiento práctico . . . . . . . . 323
Federico Besserer
La importancia del sistema de cargos
en el entendimiento de los flujos
migratorios indígenas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 349
Martha Judith Sánchez
La percepción de la identidad latina y americana
por parte de los inmigrantes latinos
en Estados Unidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 391
Douglas Massey y Magaly Sanchez
IV
GÉNERO Y GENERACIONES
La incorporación del género a la migración:
“no sólo para feministas” —ni sólo para la familia . . . . 423
Pierrette Hondagneu-Sotelo
Itinerario de los estudios de género
y migración en México . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 453
Marina Ariza
“Aquí respetamos a nuestros esposos”.
Migración masculina y trabajo femenino
en una comunidad de origen nahua del estado
de Puebla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 513
María Eugenia D’Aubeterre
Niños, socialización y migración a Estados Unidos . . . . . 545
Gustavo López Castro
9
ÍNDICE
“Asesinando el alfabeto”
Identidad y empresariado entre inmigrantes cubanos,
antillanos y centroamericanos de la segunda generación . . 571
Patricia Fernández-Kelly y Lisa Konczal
V
DESAFÍOS TEÓRICOS Y METODOLÓGICOS
EN EL ESTUDIO DE LA MIGRACIÓN INTERNACIONAL
Sociología económica y migración internacional:
convergencias y divergencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 619
María de los Ángeles Pozas
Un diálogo Norte-Sur: el progreso de la teoría
en el estudio de la migración internacional
y sus implicaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 651
Alejandro Portes
10
ÍNDICE
Introducción
LA MIGRACIÓN INTERNACIONAL DE
MEXICANOS: ESCENARIOS Y DESAFÍOS
DE CARA AL NUEVO SIGLO
MARINA ARIZA
ALEJANDRO PORTES
A pesar de sus hondas raíces históricas, la migración mexicana
a Estados Unidos ha experimentado cambios sustantivos en
las últimas décadas que constituyen tanto la acumulación de
tendencias previas, como el efecto de procesos estructurales
de más corto plazo. Tales cambios son perceptibles no sólo en la
conformación de los flujos migratorios, sus orígenes y destinos,
su temporalidad, la emergencia de nuevos actores sociales o la
creciente importancia de las remesas, sino en la ampliación de
sus repercusiones en los más diversos ámbitos de la vida social.
El aumento en la escala y en la magnitud de la migración
registrado en las últimas décadas forma parte de las tendencias
observadas en el conjunto de la migración internacional desde
los años ochenta, consecuencia en parte del estímulo a la movilidad
espacial de la población propiciado por la globalización.
Sin embargo, la extraordinaria jerarquía del país receptor de
prácticamente todos los flujos internacionales de mexicanos en la
geopolítica mundial, y el hecho de que México constituya en
la actualidad el país con la mayor cantidad de nacionales residentes
en Estados Unidos (Zúñiga et al., 2004), confieren a esta
migración una importancia singular.
12
MARINA ARIZA y ALEJANDRO PORTES
Muchos de los hallazgos empíricos recientes resaltan no sólo
las transformaciones ocurridas, sino la enorme complejidad
que ha adquirido el proceso migratorio actual. Son cada vez
más numerosas las instancias analíticas a las que convoca el
análisis de los desplazamientos internacionales, a la vez que
sorprendentes algunos de sus resultados no esperados. En tal
sentido resulta legítimo preguntarse si la migración no es ella
misma parte, consecuencia o expresión de un proceso más
inclusivo de transformación social (Castles, 2001; Vertovec, 2004;
Schruerkens, 2005).
En este libro se recogen nuevos hallazgos empíricos y
algunas reflexiones teórico-metodológicas suscitadas por el
estudio de las tendencias recientes de la migración internacional
mexicana, considerada en algunos casos como parte de
la inmigración latina a Estados Unidos. En el ámbito de las
ciencias sociales, el estudio de la migración internacional —en
especial de la transnacionalidad— se encuentra inmerso en un
saludable proceso de cambio de paradigma, de reflexión propositiva,
paralelo a las transformaciones socio-estructurales
principalmente económicas de las últimas décadas, que augura
resultados prometedores en la investigación social (Wimmer y
Glick-Schiller, 2003). Expondremos a continuación los rasgos
que caracterizan al nuevo escenario, seguidos de la puntualización
de algunas de sus implicaciones analíticas, para terminar
con la exposición del contenido temático del libro.
LA MIGRACIÓN INTERNACIONAL
DE MEXICANOS A COMIENZOS DEL SIGLO XXI
Los analistas del fenómeno migratorio a Estados Unidos
coinciden en situar en los años noventa del pasado siglo, y aún
desde mediados de los ochenta, el momento de emergencia de
esta nueva era de la migración, en la que confluyen factores
13
INTRODUCCIÓN
de diversa índole, desde aspectos de política migratoria hasta
otros de naturaleza económica y cultural (Tuirán et al., 2001;
Durand y Massey, 2003; Fox y Rivera-Salgado, 2004; Delgado,
2004; Zúñiga et al., 2004). Coinciden también en señalar los
rasgos que sintetizan el nuevo escenario: aumento en la escala
y la magnitud de la migración hasta alcanzar proporciones nacionales,
cambios en el perfil sociodemográfico y en la temporalidad
de los migrantes, y diversificación de los sectores
de inserción económica en la sociedad de destino, entre otros.
Tales cambios ocurren junto a la permanencia de tendencias
estructurales que denotan el carácter centenario del proceso.
Como ha sido documentado insistentemente a partir de
distintas fuentes de información, el volumen de mexicanos
al vecino país del norte no ha dejado de crecer en las últimas
décadas. Se estima que entre el período 1961-1970 y el trienio
2000-2003, la pérdida neta anual de población nacional atribuida
a la migración a Estados Unidos pasó de un promedio de
30 000 a 390 000 personas, un monto trece veces superior
alcanzado en tan sólo treinta años (Tuirán et al., 2001; Zúñiga
et al., 2004: 32). De acuerdo con Zúñiga et al. (2004), este dato
sitúa a México como el tercer país que más población
pierde anualmente a causa de la migración, superado sólo por
China y la República Democrática del Congo. El flujo de
migrantes temporales oscila entre 800 000 y un millón de trabajadores
por año, mientras que cerca de 400 000 se trasladan
cada año a vivir de manera definitiva a Estados Unidos
(Tuirán et al., 2001). A finales del siglo XX, los inmigrantes
mexicanos pasaron a ser el grupo más numeroso dentro de la
creciente minoría hispana, la que a su vez es ya —desde el año
2000— más importante numéricamente hablando que la
población de origen afroamericano (Durand y Massey, 2003).
Por efecto de este vertiginoso crecimiento, cerca del 10%
(9.9 millones) de la población mexicana se encontraba residiendo
en Estados Unidos en el año 2000 (Zúñiga et al., 2004).
14
MARINA ARIZA y ALEJANDRO PORTES
Este aumento extraordinario en el volumen de migrantes
ha estado acompañado de la multiplicación de los focos de expulsión,
propiciando que la migración abandone su carácter
regional para adquirir dimensiones nacionales, según lo demuestran
fehacientemente Durand, y Roberts y Hamilton en
sus contribuciones a este libro (véanse los capítulos 1 y 2). Fue
la incorporación de la región Centro, en los años ochenta, y
de la Sureste en los noventa, lo que marcó el inicio del alcance
nacional del fenómeno, el que ha tenido su correlato en una
creciente dispersión de los puntos de atracción en Estados Unidos
haciendo del carácter nacional un rasgo hasta cierto punto
compartido por los dos países a los que separa el río Bravo
(ibídem). De acuerdo con las estimaciones del CONAPO, para el
año 2000, el 96.1% de todos los municipios mexicanos registraba
algún grado de intensidad migratoria hacia Estados
Unidos; visto de otro modo, en sólo 93 de las 2 350 unidades
municipales del país no se verificaba alguna actividad migratoria
(Zúñiga et al., 2004: 39; Tuirán et al., 2001). Vale la pena
recordar, como lo hacen Fox y Rivera-Salgado (2004) para el
caso de Oaxaca, que no existe una relación directa entre pobreza
y propensión a migrar en el nivel municipal, hecho que por
lo demás corrobora evidencias empíricas previas. El incremento
en el número de emigrantes habla no sólo
...